En 2012, mientras estaba al frente de la intendencia de Tigre, Sergio Massa comenzó a imaginarse que podría llegar a la presidencia. Desde allí, convocó a distintos jefes comunales con quienes un año después rompió con el kirchnerismo y compitió como candidato a diputado nacional. El triunfo en aquella elección lo dejaba más cerca de su sueño presidencial, pero todo cambió dos años después, cuando el que triunfó fue Mauricio Macri luego de llegar al ballotage contra Daniel Scioli.
Hoy la pelea es otra: conservar los votos que sacó en las elecciones del 13 de agosto cuando consiguió el 15% para volver al peronismo y no bajar de los dos dígitos para estar mejor posicionado al momento de meterse en la discusión.
Sin embargo, hay algo más que le preocupa al massismo y es la elección local. ¿Por qué? Porque en la elecciones internas el Frente 1País apenas ganó la elección por 211 votos contra Cambiemos. Dos meses después, el territorio en donde nació el massismo está en peligro y por ello, en esta campaña, el propio Massa se puso al frente de la campaña local con la inauguración de distintas obras municipales.
De su sueño presidencial pasó a pelear voto por voto para conservar la mayoría en el Concejo Deliberante y que el poder municipal no esté en riesgo.
