Pierpaolo Barbieri –el CEO de Ualá– logró que ninguna fotografía de su fiesta de boda se colara en redes sociales. Sí hubo un par de videos cuya publicación en Instagram duran solo veinticuatro horas. Con ese bajo perfil también se manejó el romance de Pierpaolo con Maia Eliscovich. Los amores que surgen en bajo el techo de una misma empresa suelen manejarse así. Sobre todo, si uno los protagonistas es el CEO de la compañía.
Como relató Maia Eliscovich en una publicación online de Endeavor Argentina, “me mudé de Nueva York a Buenos Aires como la empleada número 35 de Ualá para ser Chief of Staff (jefe de personal) y trabajar cerca del CEO, Pierpaolo Barbieri”. Por entonces, él estaba en otra relación que sí tenía un perfil discreto pero se mostraban juntos en eventos sociales e incluso en Punta del Este.
Maia Eliscovich se radicó en Estados Unidos para estudiar en la Universidad de Yale, habiendo previamente vivido entre Argentina y Ecuador. Allí se graduó en economía y a su vez, en el marco de esa cursada universitaria, se interesó por antropología, astronomía, historia del arte y agregó el portugués a los idiomas que ya hablaba. En Ualá, donde se integró en 2018, explicó en la publicación mencionada, “trabajé en las rondas de inversión con Goldman, Ribbit, Monashees, Tencent y Softbank, y ayudé a definir la estrategia de crecimiento de Ualá”.
Con se menciona anteriormente, este romance se mantuvo con el más bajo perfil posible, y los dos siguieron esa estrategia a la perfección. En ese plano de la casta de tecno-negocios, la mirada sobre situaciones personales como ésta suele ser poco deconstruída y más cargada de prejuicios. Además de esto, también Pierpaolo Barbieri se cuidó de que por descuido alguno o por exceso de entusiasmo, ninguno de los amigos que invitó a su despedida de soltero hiciera del teléfono celular una cámara de fotos. Porque, como dice el refrán, “los que pasó en Las Vegas, queda en Las Vegas”. Y es que ese fue el destino al que el CEO de Ualá llevó a su troupe de amigo para decir adiós a la soltería.
A la boda que se celebró el 30 de marzo –durante el pasado fin de semana extra largo–; al día siguiente él escribió en X (Twitter): “Hay días que nos recuerdan que la vida es realmente bella”. A esto le siguió una luna de miel de destino desconocido, salvo para el círculo familiar y de amigos. Pero, por el posteo que Pierpaolo Barbieri escribió en X (Twitter), el flamante matrimonio parece haber viajado al sudeste asiático. “Tomamos tres vuelos y un barco. Cruzamos tres continentes. Llegamos a un lugar recóndito después de veintiocho horas de viaje. Y lo primero que veo: un chico con una pelota y camiseta argentina de Messi. Me emocioné. Vamos Argentina!”.
Colaboró en esta nota: J.A.
