En punta del este, un coleccionista feliz con su inversión
Comprar arte también es una manera de apostar a futuro. Sobre todo a un futuro que haga de la obra pagada una inversión más rentable al tiempo de haber sellado la transacción económica. Y eso le sucedió a un discreto coleccionista europeo, quien cruzó ya en diciembre el océano Atlántico para huir del invierno boreal y reposar en Punta del Este mientras, además, el Viejo Continente atraviesa su segunda ola de contagios de coronavirus. Alojado en una mansión ubicada en una zona que sin duda podría denominarse “little Europa”, por la cantidad de europeos por metro que suele haber cada verano, este coleccionista y millonario de bajo perfil se enteró de que una de las obras que compró en la bienal de Venecia de hace un año multiplicó su “valor simbólico” por seis al cerrar 2020. Money and Crypto Talks (El dinero y las critpomonedas hablan) se llama la obra que Alberto Echegaray Guevara –alias Caiman– expuso en el Palazzo Mora del Instituto Cultural Europeo, durante la mencionada bienal. “Caiman” nació en Venezuela, pero ya hace muchos años que vive entre Nueva York y sobre todo Buenos Aires. Money and… es lo que se llama una instalación formada por tres esferas de cristal transparente que representan el sistema monetario actual y el del futuro. En cada una de las esferas de 50 centímetros de diámetro se reparten respectivamente un millón de dólares triturados, un millón de euros triturados, y en la última que hizo unos 250 bitcoins, cuyo valor era de un millón de dólares en 2019. El objetivo que Echegaray Guevara propuso con su instalación fue mostrar el sistema económico del pasado junto al futuro de la economía y generar algún tipo de reflexión sobre el significado del dinero. El europeo en cuestión compró la instalación completa, es decir, las tres esferas. Si bien ni el artista ni el comprador mantienen la reserva respecto al monto de la venta, el alza que el bitcoin alcanzó hace dos semanas en 2020 le da un valor líquido a la instalación de más de seis millones de dólares. Para Echegaray Guevara esto representa un récord de valuación de una obra en tan corto tiempo, y la manifestación de lo que él quiso expresar con su propuesta. En cuanto al comprador de la obra, se sabe que “invertir y ganar” no es su preocupación inicial. Sino saber si en febrero podrá regresar a Europa dado el desarrollo de la pandemia, sobre todo en Uruguay.
Debutante temporaria
A pesar de la existencia del cupo femenino y de la declamación de la necesidad de que más mujeres –y otros actores sociales– tengan mayor acceso a puestos de relevancia –públicos y privados–, cada vez que determinado espacio es ocupado por una mujer, no deja de ser un hecho noticioso. Y esto sucedió en el partido bonaerense de Escobar hace unos días. Allí, por primera vez en la historia de esa localidad, una mujer se convierte en intendenta. Verónica Sabena pasó de secretaria de Tránsito, Transporte y Seguridad Vial al lugar de Ariel Sujarchuk, que está de licencia. Si bien ella ocupará el cargo de manera temporaria, Sabena es la primera mujer intendenta de Escobar. De hecho, el jueves último se le extendió su permanencia en el puesto hasta mediados de enero.