Desde Londres.
La amenaza del terrorismo islámico será imposible de desterrar. Los gobiernos occidentales -y en especial el británico- sólo pueden aspirar a contenerla.
Así advierte Nigel Inkster, director del influyente Instituto Internacional de Estudios Estratégicos (IISS) de Londres para su unidad de amenazas transnacionales y riesgos políticos, en una entrevista con PERFIL en la capital británica.
Con más de 31 años como agente del Servicio de Inteligencia británico, por el cual viajó como espía a Asia, América Latina y Europa, y ex directivo de los servicios secretos MI6 durante siete años, Inkster considera que muchos jóvenes musulmanes británicos se suman a EI para combatir como yihadistas en Siria e Irak “porque llevan vidas aburridas e intrascendentes en los suburbios del país y quieren aventura y glamour”.
El experto en seguridad y terrorismo analiza la efectividad de las medidas tomadas hasta ahora por el gobierno de David Cameron.
—¿Es seria la amenaza del extremismo musulmán en el Reino Unido?
—Es parte de la naturaleza del terrorismo el hecho de que no se pueda predecir qué va a ocurrir, cuándo y cómo será un atentado. Pero creo que el número de personas en el Reino Unido que son conocidas por las autoridades como simpatizantes yihadistas es tal, que el potencial de que haya ataques perpetrados en Gran Bretaña es bastante alto. De hecho, hay planes aquí que son investigados por los servicios de seguridad todo el tiempo. No recuerdo ningún momento en los últimos meses en que la Policía no haya estado investigando algún complot u otro. La nueva dimensión en todo esto es que mientras que en el pasado los grupos yihadistas trataban bajo direcciones externas de reproducir ataques que provocaran un gran número de muertos y heridos como los del 11 de septiembre, ahora vemos que buscan atentados que requieren menos planeamiento y organización, pero que tienen un impacto significativo en materia de propaganda y relaciones públicas. Apuñalar a gente en la calle, decapitar a inocentes al voleo, ataques como los de Charlie Hebdo en París. Todo depende del acceso a determinadas armas para atacar. Este tipo de ataques son más fáciles de cometer..
—¿Cuál es el impacto de “John el Yihadista” en jóvenes musulmanes en el Reino Unido? ¿Por qué genera inquietud en los servicios de Inteligencia?
—Hay jóvenes musulmanes que se sienten atraídos por el romance y el glamour de la vida yihadista en Siria e Irak. Y vemos videos en YouTube que hablan de la llamada "Yihad de cinco estrellas". Una yihad glamorizada y de las redes sociales. El Estado Islámico ha lanzado una propaganda muy sofisticada, que busca atraer a jóvenes británicos a viajar a Siria e Irak y participar del conflicto, como una obligación y una responsabilidad como musulmanes. Creo que “John el Yihadista”’ es parte de eso. Muchos de los jóvenes que viajan a Siria llevan vidas aburridas e intrascendentes en los suburbios del país y buscan sumarse al combate, que ven como algo de película. Pero la realidad es muy diferente: cuando llegan a Siria o Irak lo único que pueden hacer es trabajar como guardias del EI, ya que no hablan el idioma y tienen conocimientos militares muy básicos. De todos modos, dentro de ese grupo existen algunos musulmanes británicos que sí combaten activamente y que han logrado establecer una reputación de participar de la violencia extrema, como ha sido el caso de “John el Yihadista”. Y eso ha sido utilizado muy bien para fines propagandísticos. Tiene un fuerte impacto entre los más jóvenes y preocupa a los servicios de seguridad.
—El gobierno de Londres ha pedido a las autoridades musulmanas que combatan la radicalización e impone estrictas medidas a los británicos que combatieron con EI y quieren regresar. ¿Este tipo de medidas funciona?
—No creo que haya una estrategia que pueda lidiar con el terrorismo islámico. No se pueden eliminar los riesgos, sino manejarlos, contenerlos. El gobierno británico trata de evitar alienar a la población musulmana, pero nunca podrán eliminar el terrorismo de extremistas islámicos. Este es un problema que va a llevar bastante tiempo hasta que desaparezca. Lo cierto es que para muchos musulmanes británicos la vida en el Reino Unido no es ni fantástica ni gratificante, y la chances de que se sumen al EI para cambiar sus vidas son ahora muy altas”.