Desde Madrid
Facundo Firmenich, especialista en Economía Política, asesora a la formación política Podemos, en España. El joven, que guarda un muy bajo perfil, se mueve como pez en el agua a ambos lados del Atlántico: también colabora con el Movimiento Evita de Argentina y con los gobiernos bolivarianos latinoamericanos.
Hijo de Mario Firmenich, Facundo nació en Río de Janeiro, hace 30 años, pero desde los 13 vive en Vilanova I Lageltrú, una localidad costera ubicada a 45 kilómetros al sur de Barcelona, en España.
Hace algunos años, decidió cambiar de vocación: abandonó la carrera de Filosofía, en la Universidad de Barcelona (UB), y comenzó la de Económicas, en la misma casa de estudios. “Tomé esa decisión porque creo que la economía es una herramienta central de la política, con la que se puede trabajar en pos del bien común de las personas”, explicó.
Firmenich, aunque de un trato agradable, se muestra reservado y guarda un muy bajo perfil, tanto que, si bien no se encuentra orgánicamente integrado a Podemos –formación política revelación de España, primera en intención de voto directo por sobre los partidos mayoritarios tradicionales PP y PSOE–, es uno de los más estrechos colaboradores del equipo de Pablo Iglesias, su líder.
El joven Firmenich se dedica, específicamente, a la investigación de la Economía Política. Y su aporte a Podemos conlleva dos dimensiones distintas, pero que comulgan entre sí: por un lado, colabora en el ámbito de las relaciones internacionales, y, por el otro, en el económico-técnico, en temáticas de política social y económica en el marco de la Unión Europea.
Hace poco abordó en un artículo, con gran soltura, una serie de propuestas viables para el sur de Europa y sin salir de la Unión Europea. Como teórico e investigador de la Economía Política, Firmenich entiende que las relaciones entre la economía y el poder político determinan el papel de los estados y que las instituciones y los entornos políticos influyen sobre la conducta de los mercados. “Yo no tengo una visión localista, el mundo está cada día más interrelacionado, y no existe un ámbito en que cada cosa que mueva la economía aquí no tenga incidencia allí”, explicó Firmenich.
Con un pie en España y otro en América. Quizá esto explique por qué la estrategia de Facundo Firmenich no se agota en el ámbito meramente local, sino que se desarrolla en un espacio de carácter transnacional: no sólo colabora con el Movimiento Evita, sino que es un estrecho colaborador de Podemos en España, y también de los movimientos sociales bolivianos, con relación directa con Alvaro García Linera, vicepresidente de Bolivia. En mayo, fue uno de los promotores de la visita de García Linera a Buenos Aires; y también del cofundador de Podemos, el politólogo Juan Carlos Monedero, que ofrecieron sendas conferencias sobre integración latinoamericana.
La invitación fue cursada a través de Cedesur (Centro de Estudios del Sur), una organización creada a mediados de este año, que reúne bajo la dirección de Firmenich a un equipo de profesionales multidisciplinario, “abocado a la investigación, desarrollo y construcción de políticas públicas emancipadoras en el Sur geopolítico; es decir, no sólo en el sur geográfico sino en el sur que representan los países latinoamericanos y los de Europa del sur”, comenta.
El politólogo Iñigo Errejón, también cofundador de Podemos, es miembro de Cedesur, y un artículo de Errejón sobre el teórico político Ernesto Laclau –que murió este año– puede leerse en la revista que publica en la web de la organización (www.cedesur.org), en la cual también escribe el joven Firmenich junto a otros profesionales de diversas disciplinas como el urbanismo, las ciencias políticas e internacionales, y la economía social, entre otras.
Hace dos años a esta parte, Firmenich también impulsa desde el Casal del Alba, una de las principales entidades en España de apoyo a los gobiernos bolivarianos, la organización de las visitas y conferencias de los altos funcionarios de nivel ejecutivo –legisladores y ministros de la presidencia– de países como Venezuela, Bolivia, Ecuador y Nicaragua.
Dinamizador. Durante los últimos cuatro años, Facundo Firmenich fundó e impulsó en España las filiales de dos de los movimientos argentinos más vinculados al gobierno de Cristina Fernández de Kirchner: La Cámpora y el Movimiento Evita. A principios de 2011 organizó en Barcelona La Cámpora 25 (considerando a España como la provincia argentina número 25), como el brazo ibérico de la organización liderada por Máximo Kirchner.
Por ese entonces, una de las funciones más importantes que tuvo a su cargo fue el desarrollo de un proyecto enfocado en la integración al trabajo social de los hijos de argentinos radicados en España. En aquel momento, y durante la primera entrevista que dio a un medio argentino (en este caso, a PERFIL) pidió que se lo “dejara de estigmatizar”, a la vez que destacó su apoyo y el de su organización al “proyecto social y político” de Cristina Kirchner. Y hasta organizó el primer homenaje en Barcelona a Néstor Kirchner a un año de su muerte, cuando convocó a cientos de personas en el Parc de la Ciutadella, en el corazón de Barcelona.
Apellido con peso. Su salida de La Cámpora 25 se produciría muy pronto, apenas transcurrido un año. ¿La razón? Según fuentes a las que ha tenido acceso PERFIL, la salida de Firmenich estaría motivada por una mera “cuestión de celos”, dado que “su apellido, guste o no, genera fuertes connotaciones y sentimientos encontrados y tiene un peso importante en Argentina”.
Tras dejar La Cámpora, Facundo Firmenich funda en España el Movimiento Evita Exterior, y vuelve a centrarse en la tarea de acercar a hijos de argentinos nacidos y criados aquí a la nueva organización, aunque esta vez, también, abre el Movimiento Evita a todos aquellos latinoamericanos que deseen incorporarse al mismo.
Durante estos años críticos en España, para muchos argentinos, bolivianos, paraguayos y peruanos que retornaron a la Argentina porque sus familias viven allí, Firmenich hijo se abocó especialmente a generar redes entre los retornados de estas distintas nacionalidades que volvían a sus países, para que entre todos pudieran contratar y pagar contenedores a precios accesibles donde pudieran compartir espacios y, de esta forma, mudarse con todas sus pertenencias.
Padre de dos pequeños, vive de su profesión, es articulista de contenidos económicos y prefiere “la labor en segunda línea, pero de fondo”.