En Estados Unidos, el gatillo fácil y la violencia policial también conforman una realidad que alarma. Cuatrocientas personas murieron este año en manos de la policía, según las últimas cifras que brindó The Washington Post. PERFIL entrevistó en exclusiva a Anthony D. Romero, director de la Unión Americana para las Libertades Civiles (ACLU), para tratar de comprender las razones por las cuales individuos desarmados, sobre todo afroamericanos, son atacados con armas de fuego por la policía ante la menor sospecha de la comisión de un delito.
“Hay varios factores que afectan esta situación. Por un lado, está la impunidad policial”, aclaró el dirigente de ACLU. Para luego continuar con la enumeración: “Segundo, el gobierno le otorga a la policía armas muy avanzadas para sus tareas” y tercero, “se encuentra el factor racial histórico en los Estados Unidos”. Tan sólo en Chicago, donde apenas el 32% de su población es afroamericana, el 72% de los detenidos son negros.
Hace quince días, para tratar de paliar la problemática, el gobierno de Obama emitió un programa que establece ciertos límites al accionar policial.
Reacción pública. Así como un video tomado con un celular pudo demostrar la verdadera intención de un policía que apuntó y disparó contra un hombre desarmado en Carolina del Sur el mes pasado, lo mismo sucedió con el caso local de Jonathan y Ezequiel, de la Villa 20, que gracias a un video fue posible atestiguar contra los dichos de un oficial que negaba haberlos fusilado. Más allá de la distancia geográfica, los videos dejan en evidencia el accionar criminal de las fuerzas de seguridad. A esto hay que sumarle que “la reacción pública es muy importante es estos casos. En Estados Unidos se vio que la gente ya no quería que esto siguiera sucediendo, se manifestó en las calles y eso ejerció presión”, concluyó.
