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La única salida es Ezeiza... pero siguen llegando inmigrantes

Tal vez son los trámites migratorios, más sencillos que en otros países. Quizás la hospitalidad argentina, siempre dispuesta a agregar una silla en la mesa. O la educación y salud pública. ¿Será la posibilidad de recibir pensiones sociales? ¿El clima? Miles de migrantes comienzan su vida en Argentina cada año a pesar de los altos niveles de pobreza y desempleo: ¿por qué venir a vivir a Argentina?

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La única salida es Ezeiza... pero siguen llegando inmigrantes. | cedoc

Argentina no crece económicamente de forma consistente desde hace más de 10 años. Hay 18 millones de pobres y 7% de desempleados. A pesar del panorama, cientos de miles de migrantes llegan cada año a iniciar su nueva vida aquí. Teniendo en cuenta la situación argentina, y en comparación con otros países, con economías más estables, como podría ser Uruguay en la región, u otros países en Europa: ¿por qué elegir Argentina?

En este artículo diferentes investigadoras indagan las múltiples razones que llevan a los migrantes a elegir Argentina. Los motivos son de lo más variados, así como inesperados: ¡hasta el clima es tomado en cuenta!

En Argentina hay más de 3 millones de migrantes, mientras que un millón de argentinos, aproximadamente, están en el exterior: más personas llegan a Argentina de las que se van.

“La cantidad de nacidos en el exterior con DNI, y residencia en Argentina, en 2022, es de 3.033.786”, se lee en un informe de la Dirección Nacional de Población. Vale notar, por lo tanto, que los valores pueden haber variado, y que la cantidad de migrantes contabiliza a quienes tienen DNI y residencia, por lo que aquellos migrantes sin documentos pueden ser muchos más.  

La mayoría de extranjeros en el país vienen de otras partes de América Latina. Más de la mitad procede de Paraguay y Bolivia. Luego de Perú (9,54%), Venezuela (7,27%), Chile (6,98%), Uruguay (4,23%) y Colombia (3,69%). 

De acuerdo a datos oficiales, en 2021 fueron otorgadas 849.717 residencias. Mientras que en Uruguay, donde la pobreza es del 10% (según la Encuesta Continua de Hogares), el porcentaje de migrantes representa un 3,1%; en Argentina, donde la pobreza llega al 43% (de acuerdo con datos de la UCA), los extranjeros abarcan un 6,5% de la población.

La doctora Mariana García, del Grupo de estudios sobre Migraciones, de la Universidad Nacional de Rosario, introduce: “La migración es un impulso humano y ancestral. Todos somos migrantes, nuestros ancestros lo fueron y lo serán nuestros descendientes. Argentina es, desde antes de su conformación como nación, un país de migración. Los pueblos originarios transitaban por este territorio antes de que existiesen sus límites políticos. La llegada de los europeos y los africanos esclavizados forman la historia de migración de este país, sumada a la oleada migratoria de fines del siglo XIX y del siglo XX”. 

¿Un buen lugar? “En líneas generales, Argentina es un buen lugar para migrar. No está en guerra, no tiene un régimen de gobierno autoritario, participa de las convenciones internacionales de respeto a los derechos humanos y es parte de una tradición cultural que fue incorporando derechos: de las mujeres, de minorías, y de los y las migrantes”, afirma María Dolores Linares, Doctora en en Ciencias Sociales, en Geografía, docente, e investigadora del CONICET.

“Si tomamos el mapa y tachamos los países que están en guerra o los que tienen niveles de violencia extrema, los países que quedan no son tantos”, explica. “Sin ir a esos extremos -continúa- la Argentina es, dentro de Latinoamérica, uno de los países de atracción de migrantes. Ofrece un espacio de interacción y posibilidades de las ciudades globales: diversidad cultural, oportunidades sociales y recursos tecnológicos”. De todas maneras, aclara: “Argentina no se encuentra entre las naciones que mayor proporción de población extranjera poseen. Ni en el mundo, ni en América Latina”. 

La investigadora del Conicet Brenda Matossian, también doctora en Geografía, coincide en que la cantidad de migrantes en Argentina no es especialmente grande: “Todavía no contamos con los datos específicos del Censo 2022, pero respecto a los datos de los 3 últimos censos, el porcentaje de población extranjera sobre el total se ha mantenido entre el 4,2% y el 5%”. 

“Según el censo de 1914 la población extranjera llegó a ser del 30%; para ese año casi un tercio de la población no había nacido en la Argentina. Si cotejamos los porcentajes actuales de Argentina con los de otros países tradicionalmente receptores de migrantes, éste resulta acotado. Canadá tiene un 21% de su población extranjera, Australia un 30%. En España es del 14%, y asciende al 8,6% en el caso de Chile que aumentó recientemente”, indica Matossian. 

“La Argentina sigue siendo una buena posibilidad dentro de la región, como un país que ofrece una sociedad con tradición migratoria y redes consolidadas para las comunidades ya asentadas hace décadas. Las motivaciones en la decisión migratoria no son únicamente económicas”, señala.  

Integración. ¿Cuáles son, entonces, las demás motivaciones? ¿La integración, la “hospitalidad argentina”, es un punto a considerar? “Estoy cerca de mi casa,  casi sin diferencia horaria. Culturalmente somos muy parecidos. Me gusta la oferta cultural, el estilo de vida comunitario y la calidad de los servicios. Los argentinos son hospitalarios y abiertos”, dice Maximiliano Stuardo, chileno, que recién comienza su vida en Buenos Aires. 

“El concepto de integración es muy debatido en los estudios migratorios; habría que definir qué se entiende por integración. Si nos preguntamos por las relaciones que tienen los migrantes entre sí, y con la sociedad en general, (...) hay colectivos que tienen más posibilidades de inclusión que otros, por la lengua materna, la formación educativa, profesional, asociaciones”, analiza Linares.

Sobre la integración, las investigadoras hicieron hincapié en la necesidad de evaluar comunidad por comunidad, sin poder dar una respuesta que englobe a todos los migrantes.

Los trámites.  ¿Son sencillos los procedimientos migratorios? “No es que sean sencillos. Los migrantes deben pasar por procedimientos, cumplir con requisitos, e ingresar al país de forma legal. Para los aspirantes no regionales la regularización puede ser más complicada pero, los del Mercosur, una vez que sortean los turnos y esperas, pueden acceder a una residencia temporaria, que deberán renovar hasta acceder a una permanente”, responde la doctora Linares, que señala a los parientes como un factor importante para los migrantes. 

La doctora García continúa explorando la razones: “Es un país de grandes extensiones territoriales, buen clima. (...) El espíritu constitucional propone la migración. La Ley de Migraciones (25.871), que garantiza el derecho a migrar, es considerada un modelo en el mundo”. Linares resalta: “Cualquier persona tiene derecho a acceder a la educación básica, a la atención de salud pública y a la Justicia, sin importar su condición migratoria. Eso quiere decir que, si una persona aún no pudo regularizar la situación de un hijo o hija, aún así pueden ir a la escuela y ser atendidos en los hospitales públicos”. 

Salud y educación. Aquí surge otro tema: ¿son la salud y la educación pública, libre, y gratuita, las que impulsan las migraciones a Argentina? “El acceso a la escuela y a la salud son derechos que, aunque muchas a veces débiles, podríamos decir que son conquistados, y que las personas migrantes valoran”, responde la politóloga Florencia Bottazzi, de la Red de Politólogas “No Sin Mujeres”, y magíster en Derechos Humanos.

“En mi experiencia de investigación, las personas migrantes nunca han expresado que decidieron venir al país por la posibilidad de conseguir una pensión social ni de acceder a la salud pública. Sí remarcan las posibilidades de desarrollarse profesionalmente, conseguir una mejor inserción laboral que en su país de origen, y las posibilidades de regularizar su situación documentaria”, cuenta Linares. 

Ejemplifica: “Hay nacionalidades, como la colombiana, que en algún momento han decidido venir a estudiar una carrera universitaria. El cálculo costo calidad les resultaba conveniente”. Algo similar ocurre con los ecuatorianos y brasileños en las carreras de Medicina: uno de cada dos ingresantes a la carrera en la Universidad Nacional de La Plata es extranjero. 

Los planes. ¿Entonces no influyen las ayudas sociales? Linares contesta: “Las personas migrantes suelen ser excluidas de las políticas asistenciales. Muchas veces, los requisitos de las políticas incluyen X cantidad de años en el país. Para el acceso al IFE, mientras que un 30% de las solicitudes de argentinos fueron rechazadas, para los extranjeros el rechazo fue de más del 70%”.

“Las personas bolivianas -sigue- tuvieron un rechazo del 50%, las chilenas un 70% y las venezolanas un 100%. Eso quiere decir que ninguno de los venezolanos recibió ayuda, cuando fueron, paradójicamente, las que sostuvieron, en alguna medida, la vida en las ciudades, con servicios de entrega de comida, por ejemplo”. 

“Si tenemos en cuenta la Asignación Universal por Hijo podemos ver que sólo el 8% de los beneficiarios han nacido en el extranjero. Según la Encuesta Nacional Migrante del 2020, solo un 33% de los migrantes habían recibido ayuda social”, finaliza Linares. Vale comentar: ese 33% equivale a casi un millón de personas.

La crisis.  Stuardo, en sus primeros meses en Argentina, remarca otro motivo aún no nombrado; el cambio monetario y los nómades digitales: “Tengo un trabajo remoto en mi país. En Argentina la vida me cuesta, prácticamente, la mitad. Sin contar la ropa y la tecnología que sigue resultando más caro aquí”.

En contexto de crisis, ¿es un desafío para el país la recepción de migrantes? “Argentina tiene bajo crecimiento poblacional, por lo que requiere de la migración como población de reemplazo”, responde la doctora Mariana García. Brenda Matossian afirma: “Las migraciones contribuyen al país, especialmente porque las personas migrantes están mayormente en edades activas y dinamizan numerosos sectores productivos”. 

Linares coincide: “Hay que tener en cuenta que la población migrante es, en un 75%, población económicamente activa: personas que vienen a trabajar, aportar recursos humanos y a pagar impuestos. Las economías más dinámicas del mundo tienen proporciones de migrantes muy superiores a la nuestra. Países europeos, que tienen entre el 5% y el 15% de población extranjera, Estados Unidos un 40%, Emiratos Árabes 78%”.  

“Las crisis económicas desalientan a las migraciones internacionales, los flujos han disminuido desde 2019. Argentina, especialmente en los últimos 25 años, ha sido tanto receptora como emisora de migrantes. Lo interesante de la cuestión migratoria en los últimos 10 años no es tanto la cantidad, porque de hecho no es tan significativa, sino la diversidad. Ya no se trata solamente de migraciones desde el sur global al norte ‘rico’, sino que también hay migraciones ‘por estilo de vida’ desde el norte al sur, buscando proyectos que se conecten con la naturaleza y el buen vivir, y una creciente movilidad sur-sur”, revela la experta.