ELOBSERVADOR
los incendios de chubut

“Se preocuparon más por los medios que por el fuego”

Vecinos y rescatistas de las zonas afectadas señalan que, oculto por el humo, hay un trasfondo político y comercial que provocó el mayor desastre ecológico de los últimos años.

Zona prohibida. La prensa tuvo el acceso vedado en un primer momento a la zona donde se iniciaba el fuego. Con lo cual se reaccionó cuando ya era tarde para resolver el tema.
| Cedoc

En los últimos dos meses el bosque andino patagónico fue víctima de una de las tragedias ambientales más graves de por lo menos los últimos setenta años. Si bien el incendio ya fue controlado y sofocado, todavía se realizan guardias de cenizas. Es decir, hay un personal destinado a observar el sector afectado y si aparece humo, estar atento para apagar los focos subterráneos que pudieran haber quedado. La gran consecuencia del siniestro es la pérdida de la biodiversidad de la región, que tardará varias décadas, incluso siglos, en recuperarse. A causa del fuego, los pobladores perdieron campos de pastoreo, animales, sus alambrados y, en algunos casos, los refugios de los puesteros.
Durante el transcurso del incendio en Chubut aparecieron diferentes versiones sobre sus causas. Surgieron grandes disidencias entre el relato oficial y el de los pobladores. En una primera instancia se rumoreaba que el desencadenante del foco de fuego había sido un rayo. Sin embargo, las imágenes satelitales demostraron que el clima estaba completamente despejado. Ahora, la mayoría coincide en que el incendio fue una obra humana intencional. Entre las causas de fondo circularon las ideas de: intereses políticos, negocios inmobiliarios, intenciones mineras o turísticas.
Daniel Wegrzyn es un poblador de Cholila que de forma voluntaria se convirtió en uno de los voceros de los vecinos. Al disponer de un avión, tuvo la posibilidad de sobrevolar la región junto a su hijo Pablo y luego, publicaba en Facebook los avances del incendio, los cambios de dirección, la reactivación y los riesgos potenciales. Según Wegrzyn, muchas de las disidencias con el relato oficial fue por la distorsión de la información generada por la prohibición absoluta de que ingresara la prensa en el área. El parte oficial comentaba el accionar de las autoridades que trataba de minimizar la situación y repetía constantemente que el fuego estaba controlado mientras que seguía avanzando y consumiendo hectáreas.
Este incendio fue tan difícil de sofocar porque en la zona había una gran sequía y mucha cantidad de caña coihue, que genera un material combustible. “A nuestro juicio el incendio fue menospreciado al principio y no se realizó el ataque inicial por las dificultades de acceso al lugar. Por otra parte, no había guardias de aviones hidrantes como en años anteriores, varios de ellos estaban en Chile, y las pistas de Cholila y El Bolsón estaban cerradas. No había puestos de vigilancia que pudieran reportar inmediatamente un foco. Tampoco hubo patrullajes aéreos como se hacía en años anteriores con el auxilio de los aeroclubes. La suma de imprevisiones en un año tan crítico como éste son incomprensibles”, dice Wegrzyn. En este sentido, Emiliano Ezcurra, director de la organización Banco de Bosques, asegura que no hubo una prevención adecuada. Explica: “Uno sabe que en verano hay más posibilidades de incendio. Es importante tener mentalidad de catástrofe todos los días cuando tratás con fuego en Patagonia. Tenés que concientizar, aumentar el personal y estar alerta como si el incendio empezara todos los días. No tienen la posibilidad de echarle toda la culpa al clima”.

El encargado del aeródromo, Jorge Pascoff, dice que en Cholila se dio una anarquía tremenda y que el gobierno se preocupó más por el tema mediático que por apagar el fuego. Cuenta: “El aeródromo se construyó en un incendio del año 2004 para que hubiera aviones hidrantes en la zona. Esta vez, se encontraba clausurado porque el gobierno no quería poner cincuenta litros de gasoil para cortar el pasto y tapar unos pozos. Después del incendio terminaron gastando mucho más en la contratación de helicópteros de Chile. El problema se lo pasaron entre gobierno nacional, provincial y municipal, nadie se hizo cargo, y se podría haber resuelto con cincuenta o cien litros de gasoil”. En relación con este tema, Juan Garitano, ministro coordinador de la provincia del Chubut, dijo: “La cobertura de rodaje del aeródromo es de tierra y las condiciones de seguridad eran bastante precarias. El peso de los aviones con la carga de agua cuando salían a carretear para tomar vuelo lo iban deteriorando. También hubo un conflicto con el dueño del predio. Por eso, se decidió operar desde otro aeródromo cercano”.
Según varios vecinos de Cholila, había muchas diferencias entre los brigadistas. “Algunos estaban altamente profesionalizados, capacitados y equipados. Mientras que otros nos comentaban que su capacitación había sido de dos días. Bastaba ver sus borceguíes para darse cuenta de las condiciones en que se los mandaba al frente”, explica Wegrzyn. Contrariamente, Evaristo Melo, director de Defensa Civil de la provincia, aseguró que la provincia de Chubut es la única que tiene una planta de 230 brigadistas que trabajan todo el año y que tienen todas las cosas mínimas que necesitan para trabajar. Esta idea fue reforzada por Garitano, que afirmó que ellos nunca envían a actuar en un incendio si no están las condiciones para garantizar la integridad física. Además agregó: “Muchas veces los vecinos desconocen cómo se actúa en estos casos. Sienten que no se hizo nada, pero las condiciones climatológicas hicieron que los aviones no pudieran operar”.

Otra contradicción es la de los evacuados. Wegrzyn dice: “Muchas personas se refugiaron en nuestra hostería, considerado uno de los lugares más seguros, porque la pista de aterrizaje y un mallín cercano servían de cortafuegos. La verdad que esto sirvió mucho a cuestiones operativas, ya que estábamos todos juntos y eso nos permitía evaluar al final del día lo acontecido y planificar las acciones”.  Melo negó la existencia de evacuados, pero admitió que algunas personas preocupadas fueron a casa de familiares.

 

El ‘curro verde’ y los intereses inmobiliarios

El “curro verde” fue uno de los posibles motivos mencionados como causante del incendio. El jueves pasado Carlos Lorenzo, el precandidato radical a la Gobernación, presentó ante el Superior Tribunal de Justicia un documento para que se declare inconstitucional el Decreto 74 que en el año 2005 firmó el ex gobernador Mario Das Neves.
“Acá hay un enorme desorden jurídico y fue provocado por este decreto que permite los negocios inmobiliarios. Acá empiezan todos los males de la provincia. La Constitución establece que el bosque es propiedad inalienable del Estado y de todos los ciudadanos porque deben quedar para la prosperidad. A partir de la sanción del decreto, los expedientes de tierras no fueron más a la Dirección General de Bosques y las tierras se venden con bosques nativos. Es decir, no se hicieron las restricciones de dominio que tendrían que estar en el título de propiedad. Ese decreto es inconstitucional y el propio gobernador de la provincia, Martín Buzzi, reconoce que se han entregado centenares de hectáreas de forma irregular”, dice Lorenzo.
Darío Fernández, poblador de Cholila y comunicador social que investiga el “curro verde” hace muchos años, dice que los extranjeros son los buenos clientes de este negocio inmobiliario. También asegura que hay extranjeros que, escondidos en personas jurídicas, han comprado tierras. Según el Registro Nacional de Tierras Rurales, Cushamen en Chubut supera el 15% permitido por ley a propietarios de otros países.  Asimismo, en la provincia de Chubut se declararon 220.432,70 hectáreas en manos extranjeras.

Lo público y lo privado. “La gente piensa que el bosque es del Estado, pero es propiedad privada. Desde 2003 que Das Neves viene entregando los bosques. A Hugo Sigman le entregó la punta del lago Cholila, que son 745 hectáreas”, agrega Fernández.
“El incendio tiene que ver con el negocio de tierras. En la cordillera suele ocurrir que intencionalmente se generan incendios controlados para hacer caminos, loteos, countries, o zonas turísticas. Esta vez el fuego se les fue de las manos. Detrás de los incendios hay proyectos inmobiliarios y políticos”, explica el vecino de Cholila.
En relación con este tema Juan Garitano dice: “Vamos a conformar una comisión, donde trabajaremos para analizar los diferentes casos y ante una anormalidad la expondremos con total transparencia. Si surge un hecho reprochable, lo vamos a llevar a la Justicia”.
Lo cierto es que mientras no se atiendan las causas, es muy probable que los incendios se repitan.