Cada una de las entrevistadas respondió a las siguientes preguntas:
1) ¿Qué es para vos ser mujer?
2) ¿Creés que las mujeres estamos oprimidas?
3) ¿Sigue existiendo el machismo? ¿Cómo se manifiesta en tu profesión?
4) ¿Qué puede hacer cada uno desde su lugar para eliminar la agresión contra las mujeres?
5) ¿Te da miedo volver sola a casa? ¿Y de caminar de noche?
6) ¿Te acosaron en la calle?
7) ¿Te gusta ser mujer?
8) ¿Notás cambios respecto a la relación entre las propias mujeres?
La hermana Elise Guevara Baltárrago tiene 74 años y es parte de la congregación Religiosas de María Inmaculada.
1) Es un don especial que el Señor ha creado. Las mujeres no somos menos. El hombre solo no puede salir adelante.
Dios me ha dado la vocación de seguirle. Profesionales, madres o esposas, en todos los sentidos somos mujeres.
2) Depende. Hay mujeres que son oprimidas. Es importante que la mujer pueda tener su personalidad y salir adelante: no dejarse maltratar porque es el esposo.
3) Existe el machismo. He acompañado a mujeres que han sido heroicas en seguir adelante cuando han tenido al lado a una persona machista.
4) Todos se forman en un hogar. El mundo se vuelve violento; hay que reforzar los valores en el colegio, en el trabajo. Todos somos iguales: no hay etnia o género.
5) Ya no caminamos por la noche. Si es por necesidad, vamos acompañadas.
6) Hay gente que dice palabrotas. A palabras necias, oídos sordos. Pido por ellos.
7) Sí, soy muy feliz. Dios me hizo mujer para transformar el mundo. Tenemos potencial, mucho para enseñar, como nuestra fundadora, Santa Vicenta María López y Vicuña.
8) Todo va cambiando. Vemos cómo algunas mujeres protestan, gritan; un lío terrible. Es importante que seamos constructivas.
Pamela Malewicz es subsecretaria de Derechos Humanos y Pluralismo Cultural del Gobierno de CABA.
1) Es ser madre, hija, hermana, amiga, esposa y compañera. La lucha de quienes nos antecedieron generó condiciones para salir al ámbito público, reservado a los varones.
2) Si entendemos la opresión como inequidad en la participación en los espacios públicos, aún tenemos mucho por recorrer. El techo de cristal son las barreras en nuestro desarrollo. Terminamos en profesiones en las que recibimos un buen trato: el resultado son industrias masculinizadas.
3) El ámbito político no está exento de esta realidad. En él son, por mayoría, los varones los que toman decisiones. En nuestro trabajo, el puntaje de la Ciudad en el Índice de Paridad Política supera los valores alcanzados por Argentina en 2021.
4) Tenemos el deber de visibilizar las realidades de las mujeres. Las organizaciones deben asumir las brechas salariales y recompensar talentos.
5) y 6) De acuerdo con una encuesta realizada por CABA, el 100% de las mujeres sufrimos acoso callejero.
7) Ser mujer me dio la oportunidad de ser parte de una lucha que rompe los paradigmas sociales con los que crecimos. Tuve la posibilidad de ser madre, una experiencia que disfruto.
8) Sí. En el Gobierno de la Ciudad nos comenzamos a reunir entre mujeres para fortalecer la perspectiva de género. Se requiere seguir diseñando políticas con mayor sororidad.
Paola Monkevicius es antropóloga e investigadora del Conicet.
1) Más que una mujer, habitan distintas: formas sumisas de los 80, hasta un posicionamiento crítico en la actualidad.
2) Las mujeres se encuentran oprimidas, cosificadas, violentadas.
3) Hasta hace poco no existía la licencia por embarazo para becarias del Conicet y se establecían límites de edad para el ingreso a carrera y para promocionar de categoría. Esto no consideraba las actividades domésticas que han recaído sobre los roles femeninos. Las becarias e investigadoras han visto sus posibilidades menguadas. Tradicionalmente ha existido un mayor número de investigadoras en categorías bajas de la carrera.
4) Generar conocimiento que pueda utilizarse para el desarrollo de políticas públicas.
5) Más en el Conurbano, donde vivo.
6) Forma parte de la vida de una mujer desde que se independiza.
7) Sí, hace a mi forma de estar en el mundo, de imaginar y sentir.
8) Sí. Las lógicas de opresión derivan en empatía entre las mujeres que se piensan igualmente sometidas.
Brenda Ayelén Romero es ama de casa. Vive con sus hijos y su pareja en el barrio popular 28 de octubre.
1) Es algo único: damos vida a otro ser humano y lo preparamos para ser una mejor versión de los que nosotros fuimos.
2) Nosotras fuimos oprimidas por el hombre: recibimos órdenes sobre cómo vestirnos, cómo ser para ellos.
3) El machismo sigue existiendo. El ego de hombres hace que algunos no toleren jamás estar en una posición inferior a una mujer.
4) Sería bueno que todas podamos tener un botón antipánico para poder recibir ayuda al instante en caso de necesitarlo. Nos han matado, violado, insultado. Tener esa posibilidad de cuidarnos sería ideal.
5) Siempre hay algún sinvergüenza que trata de hacerte daño. Por eso no me gusta andar sola.
6) Siempre recibo acoso verbal. Pareciera que no podemos vestirnos como queramos. Hay hombres que creen que queremos incentivarlos.
7) Sí. Somos una misma persona que se reparte en muchos roles. Ser mujer es un privilegio.
8) Las mujeres nos hemos alejado. Hay competencia en todo: por cómo la otra se peina, si tiene más pechos, o por quién es más linda.
Sofía Rodríguez Cuggia es bartender. Fue jugadora de fútbol profesional. Decidí alejarme porque el fútbol femenino recién se está profesionalizando. También me cansé del machismo dentro del deporte, explica.
1) Ser mujer significa revolución: es la lucha por ser quienes queremos ser.
2) Creo que estamos oprimidas, pero está cambiando.
3) Se vive todos los días. En mi profesión, ni hablar si alguno se alcoholiza y, directamente, te acosa. En el fútbol femenino, tuve DTs violentos que nos menospreciaban y nos decían inútiles. Ahora me siento valorada.
4) Es necesario que los hombres se cuestionen y no se queden callados ante malas actitudes.
5) En 2020 me corté el pelo. Antes me daba terror cruzarme con un grupo de varones. Ahora el hecho de que parezco hombre es como una capa de invisibilidad.
6) Sí. Ahora ya no me acosan ni a la persona que tengo al lado. Los acosadores son cobardes.
7) Me gusta ser quien soy, me costó gustarme. Voy más allá de mi género; me percibo mujer, pero no me molesta que me traten de él. Soy Sofía y si me tratás con respeto, está todo bien.
8) Somos más solidarias. Replantear nuestra relación para un bien común.
Sabina Frederic fue ministra de Seguridad de la Nación. Es titular de Cascos Blancos.
1) y 2) Las mujeres estamos atravesadas por desigualdades: de clase, de etnia. En distintos ámbitos se expresa de distinta forma. No es lo mismo en clase baja, que media o alta.
3) El machismo existe. Por lo menos en lo académico y en lo político se ven mecanismos de descalificación. Y el ascenso de mujeres a posiciones de poder, en lugares como las Fuerzas Armadas, avanza lentamente.
4) Valorizar el trabajo de cuidado para darles lugar a las mujeres más oprimidas. Y reflexionar sobre cómo impacta el movimiento de visibilización de las mujeres sobre los varones jóvenes para que no queden en un lugar donde se refuerce el machismo.
5) y 6) Camino por la calle, uso el colectivo y me cuido. Eso lo experimenté más de chica. De grande me he sabido defender de otra manera.
7) y 8) No todas las mujeres se solidarizan con el género. Las mujeres con poder no siempre tienen diferencias con un hombre machista. Hay políticas que van a ese lugar: poner fin a la violencia de hombres y mujeres, hacia mujeres.
Lorena Irene Berdula es la primera directora técnica de fútbol de la Argentina.
1) Ser mujer es ser consciente de la desigualdad. Es disfrutar de mi identidad interseccionada.
2) La opresión es para garantizar las relaciones de poder. Existen mujeres diversas, en tanto trans o intersexual. Los opresores se sienten con el poder de decidir por nosotras. Ejemplos... miles.
3) En mi profesión padecí la falta en la enseñanza del fútbol por ser mujer, que ahora yo enseño. Como directora técnica recibí un título que decía don y mi nombre.
4) Es necesario ponerse en el lugar de las mujeres.
5) Regresar a mi casa no es relajado.
6) Sí, cuando estoy sola.
7) ¿Por qué no? Es mi identidad que se construye siendo, deseando, respetándome.
8) Los movimientos de mujeres son un ejercicio de sororidad.
Yamila Silberman es judía ortodoxa y madre de cuatro hijos. Es coach ontológica y vocacional, y emisora del Gran Rebe de Lubavitch.
1) Ser mujer es expansión, unión, responsabilidad. Es visión, amor, compromiso. Ser mujer es vida. Desde la mirada de la Torá la mujer tiene un lugar único, es representada como expansión y reinado.
2) No, aunque hay marcos en donde probablemente así sea.
3) Sí. Creo que estamos en una era de cambio donde, si bien el machismo existe, depende de una dejarlo entrar. En mi profesión no percibo un impacto. Desde la mirada de la Torá, no tiene cabida desde el lugar trascendental de la mujer. Aunque de seguro, que los hay, los hay.
4) Dar luz a esos espacios donde percibimos el machismo, estar confiadas en nosotras mismas, unidas. Que todas sepamos que hay alguien con quien contar.
5) No me siento segura caminando por la noche sola; hay horarios en los cuales no lo hago.
Si estoy en la calle voy hablando con mi mamá. Sé que Dios está conmigo y eso me genera tranquilidad, lo que no impide que acelere el paso.
6) No.
7) Sí, me siento bendecida.
8) Sí y no. Creo que se vibra una sintonía de compromiso y de unión. Sin embargo, aún veo celos innecesarios. Creo que la clave es disfrutar del crecimiento de la otra, el poder incentivarnos a crecer.