ELOBSERVADOR
unicef y el ministerio de desarrollo social

Tener datos ciertos sobre pobreza infantil es una política de Estado

El Gobierno decidió dar continuidad a una encuesta que encara la agencia de Naciones Unidas con el Estado: saber qué pasa exactamente con los niños y adolescentes resulta esencial para producir cambios.

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Pobreza. Una de las herramientas claves para producir transformaciones está en contar con los datos fidedignos esenciales. | cedoc

Argentina ha avanzado en los últimos años en el fortalecimiento de su sistema estadístico nacional a través de la implementación de diversas herramientas estadísticas sectoriales que buscaron cubrir vacíos de información. No obstante, en materia de niñez y adolescencia, así como de otros grupos poblacionales, los datos son escasos, no siempre están actualizados y, fundamentalmente, no abarcan las múltiples dimensiones que determinan la pobreza en la niñez y en la adolescencia.

Si hay una característica que define al país, son sus fuertes disparidades casi en la totalidad de los indicadores sociales. Contar con información actualizada y desagregada para todos los grupos etarios y regiones geográficas es una condición necesaria, aunque no suficiente, para poder diseñar e implementar políticas públicas que generen un mayor bienestar en la niñez y en sus familias.

MICS. En 2011, el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, a través de la Secretaría Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia, con el apoyo de Unicef, implementó la encuesta MICS, un programa de encuestas globales desarrollado por Unicef hace más de veinte años y aplicado en más de cien países que busca llenar los múltiples vacíos de información sobre la situación de la niñez y la adolescencia en el país, y tener al mismo tiempo indicadores estandarizados que permitan las comparaciones internacionales.

En 2012, los datos obtenidos por medio de la encuesta revelaron que en siete de cada diez hogares con al menos una niña, niño o adolescente se utilizaban métodos de crianza que incluían violencia física o verbal. Esta información mostró la necesidad de trabajar en la prevención y desnaturalización de la violencia para abordar sus causas.  Así se creó el programa de Unicef Crianza sin Violencia, que ha sido institucionalizado como política pública en las provincias de Buenos Aires, Entre Ríos y Salta, donde los gobiernos identificaron, a través de la evidencia generada en la encuesta, la necesidad de asignar recursos y esfuerzos a esta problemática.

Los datos también mostraron que solamente un 20% de las niñas y niños asistían al momento de la encuesta a un espacio de primera infancia o establecimiento educativo. Así, en 2018 y 2019 esta información contribuyó para que la Secretaría Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia, en articulación con los ministerios de Salud, Desarrollo Social, Educación, Cultura, Ciencia y Tecnología de la Nación, puedan definir una Estrategia Nacional de Primera Infancia que promueva un aumento de la cobertura de servicios de educación y cuidado en niñas y niños de 0 a 3 años, asegurando criterios de calidad.  

Pobreza creciente. Pasados ocho años, y teniendo en cuenta la magnitud e incidencia de la pobreza en la niñez, Unicef, con el apoyo del Consejo de Coordinación de Políticas Sociales, la Secretaría Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia del Ministerio de Desarrollo Social y el Indec, está actualmente implementando la segunda encuesta MICS en Argentina, la cual está siendo aplicada a una muestra de 31.400 hogares de todo el país.

La encuesta brindará información no relevada por otros instrumentos disponibles actualmente sobre temas vinculados a la salud del niño, agua y saneamiento, salud reproductiva, desarrollo del niño, educación, protección infantil, acceso al sistema de protección de ingresos, percepciones y actitudes frente a la violencia y VIH/sida, entre otros. Además, las niñas y niños menores de 5 años serán medidos y pesados por personal altamente calificado, con el objeto de tener un panorama objetivo de la situación nutricional en la primera infancia.

El país se ha adherido a la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y en este sentido se ha comprometido a cumplir con los 17 objetivos de desarrollo que deben ser alcanzados en 2030. Estos objetivos apuntan a erradicar el hambre y lograr la seguridad alimentaria, garantizar una vida sana y una educación de calidad, lograr la igualdad de género y asegurar el acceso al agua, entre otras metas significativas.

El primer paso para el cumplimiento de estos objetivos es contar con información precisa y actualizada en cada una de estas dimensiones. La encuesta MICS es el sondeo a hogares que más cantidad de indicadores ODS puede medir y, en este sentido, el país contará con información oficial referida a 9 de los 17 indicadores ODS.

La encuesta también está diseñada para que los organismos oficiales productores de información puedan contar con una herramienta robusta y certificada internacionalmente para complementar las mediciones de pobreza por ingresos con métodos multidimensionales que contemplen todas las manifestaciones de privaciones que afectan a la niñez.

Políticas públicas. Ahora bien, contar con la información es el primer paso, y de ahí el esfuerzo significativo que está realizando Unicef para que el país cuente con información oficial y altamente representativa y de todos los derechos vinculados a la situación de la niñez y de las mujeres en el país.

El siguiente paso, una vez que hacia finales de 2020 la sociedad en su conjunto cuente con esta información, y en seguimiento a lo estipulado en la Convención sobre los Derechos del Niño, el desafío es que el país pueda adoptar todas las medidas, hasta el máximo de los recursos disponibles, para dar efectividad a los derechos reconocidos en la convención.

En otras palabras, esto implica que a partir de la información disponible las políticas públicas progresivamente se enfoquen en la reducción de la pobreza, que hoy afecta al 50% de la niñez, en asegurar que los beneficios de la protección social lleguen a toda la niñez garantizado la universalidad sin condicionantes, en implementar políticas públicas para erradicar la violencia, en garantizar políticas de primera infancia que se enfoquen en el desarrollo infantil así como en todas las necesidades de cuidado, y en lograr que todos los adolescentes estén incluidos en el sistema educativo y que puedan acceder a los servicios de salud, entre otras soluciones a las vulneraciones de derechos que todavía están presentes en el país.

La implementación de esta encuesta supone un esfuerzo mayúsculo, de varios años de preparación, donde participan 400 encuestadoras y encuestadores en las 23 provincias y en la Ciudad de Buenos Aires, y donde en cada hogar se entrevista a uno o una informante, a todas las mujeres de entre 15 y 49 años y a las madres o cuidadoras y cuidadores de todas las niñas y niños menores, de 0 a 17 años.

Estamos convencidos de que, consolidando el sistema estadístico nacional y las estadísticas oficiales y contando con evidencia sólida, lograremos que las políticas públicas no dejen a ningún niño atrás. Una sociedad cohesionada y con elevados niveles de equidad solo será posible cuando todo niño, niña y adolescente, sin importar dónde viva o haya nacido, sin importar la condición socioeconómica de su hogar o la inserción laboral de sus padres, tenga garantizados todos sus derechos.

*Especialista en inclusión social y monitoreo de Unicef.