Buenos Aires quedó posicionada en el noveno puesto del Índice de Economía Colaborativa Latam 2021. Este índice consiste en un relevamiento que analiza 44 ciudades de Latinoamérica y evalúa la disponibilidad de una serie de servicios de movilidad, transporte, alojamiento y actividad física, a través de plataformas digitales que conectan a consumidores y prestadores, mediante las posibilidades que brinda la economía colaborativa.
El relevamiento, realizado en conjunto por la red Somos Innovación, Relial y el Consumer Choice Center, también tiene en cuenta la accesibilidad que presentan dichas plataformas, en términos de requisitos, para quienes buscan ofrecer o consumir servicios a través de ellas.
El ranking es encabezado por Río de Janeiro (Brasil), Bogotá (Colombia) y Alajuela (Costa Rica). Otras ciudades argentinas como Mar del Plata, Rosario y Córdoba figuran a 34 lugares de la primera posición. “El objetivo es establecer un panorama del escenario que presentan las principales ciudades de Latinoamérica para consumir y ofrecer determinados servicios vía plataformas online” destaca Federico Fernández, Presidente de la Fundación Internacional Bases y Director Ejecutivo de Somos Innovación.
A su vez, Fernández destaca que esto puede variar según las regulaciones, los marcos normativos y las características socio-económicas existentes en cada lugar, que hacen que algunas empresas tecnológicas encuentren mayor o menos espacio para su desarrollo.
El informe releva la posibilidad que ofrecen estas ciudades para acceder a servicios de red de transportes, tales como Uber y Cabify; servicios de alojamiento como Airbnb; plataformas de e-scooters; y servicios de carsharing y gymsharing. En base a la disponibilidad y accesibilidad de los mismos, el índice aporta una escala de puntuaciones a las ciudades.
Fernández, uno de los propulsores del estudio, resalta la oportunidad que ofrecen para Latinoamérica las nuevas tecnologías vinculadas a la economía colaborativa: “Los desafíos que presenta toda la región en materia económica fortalecen la necesidad de capitalizar los beneficios que trae aparejada esta nueva forma de desarrollar negocios, adoptando las nuevas tecnologías para construir sociedades más abiertas y favorecer la inclusión”.
Asimismo, el presidente de la Fundación Internacional Bases y Director Ejecutivo de Somos Innovación, cree que este tipo de innovaciones actúan como un impulsor del progreso y permiten una mayor transparencia: “En todas estas plataformas, la interacción entre el prestador de servicio y el usuario es directa y transparente. Rige un principio de autorregulación, a través del cual la gente es quien elige utilizar o no la plataforma. Es fundamental que la clase política tenga en cuenta esto y busque cómo potenciar las posibilidades que nos brinda la innovación, evitando impulsar regulaciones antiguas y prohibiciones que no se adaptan a las nuevas formas de consumo y de relacionarnos, y que terminan ahogando el espíritu emprendedor”, sostuvo Fernández.