Si hay algo que distingue a Esquel es el paisaje de ensueño que rodea a la ciudad convirtiéndola en un destino ideal para actividades de running, footing o para simples caminatas que permitirán vivir la naturaleza y el paisaje montañoso que rodea a la ciudad, haciendo que cada circuito sea una experiencia saludable e inolvidable a la vez.
La ciudad chubutense se asienta en un valle de origen glacial que se encuentra rodeado en todo su contorno por elevaciones de diferentes alturas. Estas laderas poseen un desnivel de entre 200 y 500 metros con respecto al plano de la ciudad y, con relativa facilidad, se puede ascender por diferentes caminos para disfrutar de espectaculares panorámicas del valle y el territorio circundante, incluidos los altos picos de la Cordillera de los Andes.
Además, a solo quince minutos del centro de Esquel, la laguna La Zeta emerge para visitantes y vecinos de la ciudad como un paraíso natural de abundante diversidad ideal para caminatas.
Reserva Natural Urbana desde 2013, se trata de un área de 1.100 hectáreas, ubicado a cuatro kilómetros de la ciudad, camino al paraje Alto Río Percy. En La Zeta conviven flora y fauna de ecotono, bosque andino y estepa. Los deportes al aire libre, los paseos familiares y el avistaje de aves encuentran en la Laguna La Zeta un ámbito libre y abierto donde desarrollarse. En un principio, a los costados, el paisaje montañoso se presenta en todo su esplendor detrás de un valle agreste y árido. Poco a poco, los árboles laderos escoltan la traza conformando un túnel hasta que el paisaje boscoso de pinares toma preponderancia como una alfombra prolijamente pintada de verde intenso con técnicas de puntillismo. Minutos después, la Laguna se empieza a hacer visible como un gigante espejo brillante en el horizonte.
Nuevos senderos para todos los gustos
Año tras año, un número creciente de vecinos, turistas, deportistas y amantes de la naturaleza eligen la Laguna La Zeta. Para pasar el día y recorrer en toda su extensión el lugar, hay senderos vehiculares que ofician también de cortafuegos de las forestaciones. Es común que muchas familias arriben temprano en la mañana para compartir la jornada completa y retirarse cuando cae la tarde. En el imponente espejo de agua, se practica mucho kayak, nado en aguas abiertas, stand up y ocasionalmente se ven veleros y gente practicando windsurf. Para preservar las riquezas naturales, no se permite el uso de vehículos de motor en la laguna. Durante la estadía en la laguna se convive con diferentes actividades que se suman a las de agua, como el mountainbike, running, caminatas con raquetas, ski de travesía y eventos deportivos en todas las estaciones del año.
La corta distancia con la ciudad permite que mucha gente arribe al lugar caminando, tomando alguno de los variados senderos que parten desde diversos barrios de Esquel. Toma aproximadamente una hora llegar. En el camino, desde lo alto de una loma que es preciso atravesar, el paisaje en 360 grados permite advertir la inmensidad de la cordillera, los singulares colores urbanos y el brillo incandescente de La Zeta. Tanto los vecinos como los turistas suelen aprovechar los miradores para dejarse atravesar por los paisajes majestuosos y registrarlos con sus cámaras fotográficas y sus teléfonos celulares.
Ya en la Reserva Natural el senderismo es una opción ineludible.
El Sendero Plaza de los Cerros es un circuito de 5,43 km ida de dificultad moderada con una inclinación de 198 metros. Otra de las opciones es el Sendero al Cipresal de 3,04 km ida, para quienes eligen un trekking de montaña, el sendero Cerro El Tero es la opción, con dificultad, moderada a difícil.
El Tres Arroyos tiene una longitud de 8,40km de ida mientras que el Sendero Miradores es de 1,79km y 51 metros de inclinación positiva. Todos de dificultad moderada, el Sendero Laguna La Zeta por su parte tiene una longitud de 3,80 km y 246 metros de inclinación.
Ya a nivel fácil está también la opción del Sendero Rincón de las Aves de 1,53km que se recorre en aproximadamente media hora y se puede realizar observación de aves.
Sin dudas, esta Reserva se ha convertido en uno de los atributos principales de Esquel para disfrutar todo el año. Sus cuidadas riquezas naturales, la provisión de servicios, la cercanía con la ciudad y las variadas posibilidades recreativas que permite, se vuelven una opción única para un turismo que elige cada vez más este tipo de ofertas que armonizan con la naturaleza.
La Reserva Natural Urbana Laguna La Zeta se halla en un notable estado de conservación ambiental y es de fácil acceso para la comunidad y los turistas, por su cercanía con el centro de Esquel y por tratarse de un espacio municipal, público y gratuito. Esto le imprime un insoslayable valor social, por tratarse de un gigantesco reducto natural al que se puede acceder sin restricciones, lo que sugiere además un mayor grado de responsabilidad social en su preservación y cuidado.
Con el interés de preservar las condiciones ambientales, mantener el carácter público del espacio y promover el desarrollo sustentable de actividades, en 2013 y tras un arduo proceso participativo ciudadano de cuatro años, con foros y talleres, se puso en marcha un plan de manejo que reconoce a la Reserva Natural Urbana Laguna La Zeta como “un espacio de propiedad pública, valorado y utilizado por la comunidad de Esquel en forma sostenible, e integrado a la cuenca de la que forma parte”.
Se dispuso el desarrollo armónico de actividades recreativas, económicas, educativas y de restauración ecológica. En rigor, se le brindó un respaldo formal a un ámbito históricamente elegido por vecinos y visitantes, quienes a partir de allí lo empezaron a habitar, in crescendo, con mayor fluidez y conciencia de su importancia como pulmón natural.
A cada uno de los recorridos de los senderos se le puede dar seguimiento con la aplicación para celular “Wikiloc” en el perfil Red de Senderos Esquel Secretaría de Turismo. Además, para conocer el estado de los senderos o consultar sobre particularidades de cada alternativa existe la posibilidad de visitar la Oficina de Informes de Turismo o descargar el folleto “Recorré Esquel en Zapatillas”.