Yermina Benítez vive hoy una realidad que jamás pensó que viviría: es la dueña del primer McDonald’s que se abrió en el Barrio 31. Oriunda del barrio Padre Mugica, Yermina comenzó trabajando en “El Rancho”, el negocio familiar de su madre que con el tiempo se volvió emblemático entre los vecinos. Pero en 2011, Yermina entró a aquel primer local de Lima al 600, en pleno Microcentro.
“Empecé a trabajar a los diecisiete años, creo que como todos los chicos de esa edad que empiezan a trabajar para poder ayudar con su viaje de egresados. En casa éramos ocho hermanos, había que ayudar con los gastos de la casa también”, cuenta Yermina.
A partir de ahí Yermina no paró. Comenzó a interesarle la carrera que se podía hacer dentro de la empresa y atravesó todos los estamentos: comenzó como crew, luego fue entrenadora y un día llegó a gerente. Pero su suerte daría un salto grande cuando en julio de 2019, dos semanas después de que naciera su segundo hijo Ciro, le dijeron que existía la posibilidad de ir a trabajar a un local en el Barrio 31.
Yermina cuenta que en un primer momento no soñaba con lo que terminó pasando. “Obviamente nos teníamos que postular. Solicité ese puesto porque el local donde lo iban a abrir queda a una cuadra y media de mi casa, y yo ya estaba con dos hijos. A mí me quedaba muy cómodo. Yo no sabía nada de la franquicia, pero querían que se hiciera cargo alguien del barrio. ¡Ahí se alinearon los planetas y yo era la persona ideal!”. Hoy, muchos vecinos del Barrio 31 tienen un McDonald's a metros de sus casas, y muchos de ellos también trabajan en el local. Una historia de éxito de alguien que a fuerza de trabajo logró cambiar su vida y la de quienes lo rodean.