Rapada, tatuada y más descontrolada que nunca, Britney Spears volvió a abandonar hoy el tratamiento de rehabilitación que recibía en una clínica de Malibú desde ayer a la mañana.
No había pasado 24 horas dentro del centro de desintoxicación cuando la reina del pop decidió escaparse del lugar, pese a las recomendaciones de médicos y familiares. Según versiones, habría salido del establecimiento escondida en un auto.
Es la segunda vez que Britney deja el tratamiento. Ya la semana pasada había abandonado una clínica de desintoxicación ubicada en la Isla de Antigua y había volado hasta el estado de Florida, adonde fue hasta una peluquería y se rapó su cabellera rubia. Ese mismo día, la cantante se hizo dos tatuajes en el cuerpo.
Britney Spears se divorció hace 4 meses de su marido Kevin Federline, con quien tiene dos hijos: Sean Preston y Jayden James Federline. Desde que anunció su separación, Spears protagonizó un sinfín de salidas nocturnas junto a su nueva amiga Paris Hilton y los medios las mostraron alcoholizada y fuera de control.