Canal 13 termina diciembre en el primer lugar

La industria televisiva se ha convertido en una de las más importantes generadoras de ingresos de la Argentina. Productoras que pudieron equiparse y crecer al margen de los canales, vender formatos al exterior y trabajar para firmas internacionales, sólo poniendo la técnica, dan una idea de cómo han crecido. Los costos favorecen la llegada de extranjeros a invertir y la creatividad local goza de muy buena salud. Es un momento excelente para todo lo que tiene que ver con los contenidos audiovisuales. El nubarrón que amenaza con arruinar el negocio más temprano que tarde es el conflicto desatado con los actores. Una guerra que mantiene una tregua peligrosa porque de su buena resolución depende el 2008: el ahora primero Canal 13 y el segundo, Telefe , programaron costosas y numerosas ficciones para sus pantallas. En tanto, las repeticiones de Tinelli, Susana, Jorge Guinzburg, Sos mi vida , Carita de ángel y hasta, una vez más, Los simuladores, es el menú ofrecido para lo que queda del año.

Síntesis de un año polémico. ¿Habría que pedirle ética, cultura, arte, a la televisión argentina? ¿Es lícito el pedido? Dos virtudes poco ejercitadas, en promedio claro, por los responsables de los canales abiertos suelen ser calidad y prestigio, tal vez porque existe la creencia de que deja de ser comercial. Entonces, es lo primero que se sacrifica en haras de la economía y el rating. Al menos eso funcionó en la programación de un 2007 que comenzó con polémicas y quejas de los televidentes por los continuos cambios de horario y los contenidos exhibidos, amenazas del Comfer y pérdida de audiencia. Hace meses advertíamos la tendencia del bajo encendido de la televisión abierta en beneficio del cable, los DVD o videos, confirmada por los números que dicen que sólo en septiembre bajó 2,1 puntos de rating y en noviembre 1,7 (suma 3,8 puntos menos). Esto sin contar los demás meses en que fue perdiendo décimas. De cualquier modo, es el medio masivo de comunicación por excelencia y tiene un rol fundamental de cara a la población. El que se va es un año de muchas paradojas, como por ejemplo que Telefe resulte ganador en el promedio anual de rating cuando ésta fue su peor temporada de las últimas dos décadas, mientras que al revés, en el mismo período, fue la mejor de Canal 13, que quedó segundo. Hay que contabilizar, sin embargo, que Telefe perdió julio, y ya en septiembre Canal 13 se instaló primero marcando una distancia al 20 de diciembre, es de 1.4 puntos. Esto en el rating general de lunes a domingo de 12 a 24, porque en el prime time esa cifra trepa a veces hasta los 7 puntos, habiendo perdido ese horario desde mayo. En el caso de los otros dos canales, hay que consignar lo decisiva que resultó ser Lalola, tira que protagoniza Carla Peterson y creó Underground y Dori Media. Rechazada por los líderes, terminó dando el batacazo en América y fue responsable de que esa emisora pasara al tercer lugar y Canal 9 al cuarto. Y el siempre oficial Canal 7 se mantiene en menos de 1 punto, muy útil en años electorales.

Decir que Adrián Suar supo programar con talento una tarde que le venía siendo esquiva, gracias a Mujeres de nadie y los realities Cuestión de peso y Para siempre ni solas ni solos , es una obviedad, a lo que hay que agregar la llegada de Patito Feo y la dosis de suerte que no siempre se da. Esta vez, además, sumó una noche sólida con Son de Fierro (la ficción más vista del año) y el innegable aporte de ShowMatch en sus distintos formatos (“ Patinando…”, “Bailando…”, “Cantando …”), todos exitosos, y un Tinelli seguro ya de ser el mejor conductor de la televisión argentina, lejos. Si bien no fue un suceso El hombre que volvió de la muerte lo ayudó a ser la pantalla con más ficciones. En contrario, a Claudio Villarruel no le salieron tan bien las cosas: con Hechizada , que fue del 9 de enero al 28 de febrero, y El Capo , que se estrenó el 14 de mayo y luego de sucesivos cambios de horario dijo adiós al aire el 7 de junio, se quedó sin las armas que había pensado más poderosas. Acertó en haber convocado a Gustavo Yankelevich para producir a Susana, de hecho estuvo entre los cinco programas más vistos todo el año. Pero habrá que convenir que al director de contenidos de Telefe, desde que le abrió la puerta a Marcelo Tinelli en 2005 y el conductor se fue por Pavón derecho, las noches de lunes a viernes se le complicaron. Nunca fue lo mismo. En rigor, su gran aliado en el rating fueron (y son) Los Simpson , y su brillante idea de programarlos sábados y domingos, días débiles para la competencia. Supo defenderse con poco y salvar la ropa. Incluso los sucesivos Gran Hermano que programó durante todo el año, a costa de desprestigiar la pantalla que le había dejado Montecristo , y sólo recuperó gracias a los tres unitarios de TV por la identidad y sus sucesivas repeticiones, le cubrieron muchas horas de programación a precios mínimos. Tuvo, justo es decirlo, algunos intentos como El gen argentino, Cárceles, La liga y un CQC oficialista al fin, pero siempre “cool” que lo mantuvieron equilibrado. Los noticieros cumplen con corrección, hablamos de rating, y es probable que tengan en Cristina Pérez a la conductora más sobria de la tele.

El canal de los mexicanos, como se conoce al 9, invirtió poco y nada. La mayor apuesta fue A la manera de Sofovich , que le hizo sombra a Almorzando con Mirtha Legrand en un rating promedio de 5 puntos. Los profesionales, Bendita TV o Impacto Chiche fueron la oferta en vivo, o algo así, en una pantalla plagada de novelas enlatadas (a las que no les va tan mal) y los noticieros, en los que, según jura Daniel Hadad, ya no tiene la menor injerencia luego de haber vendido sus últimas acciones a don Angel Remigio González y González, a través de su gerente general, Carlos Gaustein. Habrá que ver si la decisión de achicar costos se modifica en la programación de 2008, donde lo único que han confirmado es Bendita TV y Los profesionales, aunque no a los panelistas. No parece preocuparlos ir cuartos y a la cola. Y tampoco da la sensación de que los dueños (varios) de América estén tan felices con ser terceros, quizá porque la diferencia es de décimas (0,2 puntos). Al éxito inesperado de Lalola, siguen firmes Intrusos y RSM, que es un buen negocio tanto para la productora GP como para la emisora, que tiene el mérito de ser el único canal de aire que le da espacio a lo político, con Tres poderes .

En televisión se gana y se pierde con la misma velocidad. Y el mismo tiempo: minuto a minuto. Facturación y rating van juntos, pero significan cosas distintas. Se puede ser segundo y lograr mayores ingresos que el líder, argumento que durante años ejerció el Canal 13 de Hugo Di Guglielmo. Hoy van primeros y Telefe atrás. Enero está ahí y empiezan las primeras batallas con munición gruesa.