ESPECTACULOS
Pilar Gamboa

“Creo que la actuación es una actividad colectiva”

Actriz y docente, confiesa que asumió el primer reemplazo de su carrera teatral con Inferno y también anticipa otros proyectos, sin olvidar analizar el éxito de la comedia de Netflix División Palermo. Habla sobre Piel de Lava y Compañía del Silencio, grupos que integra, y de cómo se siente parte de una generación que creció a la par y ha logrado seguir trabajando de esa forma en varios lugares.

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Momento. La integrante de Piel de Lava se ha convertido en una de las mejores actrices de su generación y en muchos géneros diferentes. | Sergio Piemonte

Ahora se la conoce como Sofía Vega, la agente en silla de ruedas de División Palermo, la comedia que se puede ver por Netflix, pero la historia de Pilar Gamboa se vincula primero con el teatro, del que se recuerdan muchos personajes y grandes éxitos como Petróleo junto al grupo Piel de Lava. Desde principios de marzo le tocó la difícil tarea de reemplazar a Andrea Garrote en la última creación escrita, dirigida e interpretada por Rafael Spregelburd: Inferno. Las funciones son los jueves y viernes a las 20.30 en el teatro Astros, junto a Violeta Urtizberea y Guido Losantos, con el músico Nicolás Varchausky. 

Confiesa Pilar Gamboa: “Nunca antes había hecho un reemplazo en el teatro. Acepté porque me llamó Rafael diciéndome que Andrea se iba de gira por España y que sería por poco tiempo. Sin ver la obra le dije que sí, y cuando la vi me di cuenta que es muchísimo texto y una actuación muy divertida. Siempre me gustó su teatro y soy seguidora de sus creaciones. La pasé muy bien en La Terquedad y en Acassuso. Lo admiro mucho. Inferno es como una especie de cajas chinas que se van abriendo y lo lúdico te lleva a una ensoñación con un momento en el infierno. Me dio nervios desconocidos, pero los otros actores me ayudaron muchísimo. Nadie me pidió que copie y no lo hubiera podido hacer. Le busqué mi impronta”.

—Formas parte de dos grupos Piel de lava y la Compañía del Silencio: ¿cómo se hace para mantener esta simultaneidad?

—Desde muy chica me formé en lugares donde se ejercía la dramaturgia colectiva, desde el 2000 frecuenté los estudios de Alejandro Catalán, Ricardo Bartís o Cristian Drut. Allí conocí a mis amigos y me fascina pensar en grupo. Con Piel de lava hace veinte años que estamos trabajando juntas de manera ininterrumpida. Con la Compañía del Silencio hicimos tres obras, después frenamos trece años, pero ahora estamos ensayando de nuevo. Me funciona pensar la realidad y la actuación de a muchos. Me interesa la investigación colectiva, siento que sus resultados son muy pocos egocéntricos. Pasan por el filtro de muchas cabezas y humanidades, con un resultado grupal. Creo que la actuación es una actividad colectiva, nunca actúas bien si te recortás sola. Aunque hagas un monólogo te construís con el director, el asistente, el técnico: siempre debe haber otro. 

—El espectáculo Petróleo es un fenómeno especial, del teatro oficial al comercial y llegaron hasta España, pasando por el festival de Chile…

—En Cataluña y Girona, en Madrid, fueron fiestas, casi como hacerla en Buenos Aires. Mi personaje, Carli, es un extracto del machismo argentino: fue un desafío nuevo pasar la frontera y palpar que mis acciones no eran tan festejadas como aquí. No sé si hay este tipo de machirulo igual en España, pero hay algo que sí se da. Este protagonista busca el error ajeno para sentirse más. Le encontré nuevos vericuetos y se me volvió más sórdido. Las funciones de teatro son como una plastilina, lo vas cambiando con el público. Fue un gran desafío hacerlo frente a otros espectadores. Tenemos posibilidades de volver. Salió sin especulaciones, investigando la masculinidad, sin burlarnos, ni parodiarlos. Hay una mirada de reflexión sobre el humor. Nuestra idea es seguir con Petróleo los miércoles todo abril y nos guardaremos hasta casi fin de año. 

—¿Hubo un antes y un después a partir de tu participación en Los únicos, con producción de Polka para El Trece?

—La televisión me llegó bastante tarde, tenía más de treinta años. En su momento te abre una puerta y te da popularidad cuando la estás haciendo. No tengo una visibilidad en la pantalla desde los catorce años como otras actrices. Mi participación en la televisión fue muy salpicada. Toco la tecla comercial, pero también la otra. Se me dio así. No me considero una actriz popular, aunque ahora con División Palermo me reconocen y también cuando hice 30 noches con mi ex, película con Adrián Suar que quiero mucho. Cuando me felicitan por la calle, en general es por Petróleo. Tengo una vida muy normal y extraordinaria por mi trabajo. Mi carrera es muy rara, hago lo que quiero y me gusta.

—¿Eran conscientes de la repercusión que podía tener División Palermo?

—Estamos desde el 2018 con Santiago Korovsky, nos convocó a Daniel (Hendler), Martín Garabal y a mí para hacer un piloto y poder conseguir fondos para hacer la serie web. Siempre estuve muy cerca, porque Ignacio Sánchez Mestre (N.d. R. es la actual pareja de Gamboa) junto a Santiago y Florencia Percia escribieron los guiones por Zoom. Desde un principio sentí que la cabeza de Santiago es maravillosa, genial, inteligente, judío, neurótico, excelente actor e inseguro. Es un prisma de ser humano muy atrapante. Cuando empezamos a filmar sabiendo que iba a Netflix fue entrar en las grandes ligas. Una nunca sabe qué la pasará a la gente, sentí que podía encontrar su público, pero no imaginé esta popularidad.

—¿Cómo construirte este personaje en silla de ruedas?

—Desde un comienzo tuve a Lucrecia Gómez que es paralítica, quien me ayudó muchísimo mostrándome el mundo desde una silla. No sólo me abrió como actriz, sino como persona, ya que me mostró el otro lado. Ella como todos tiene una vida más allá de la silla. Lo mejor que tiene División Palermo es que no se queda con las discapacidades, sino que muestran la otra cara de sus vidas. El mundo no es para nada amable para las personas discapacitadas. La gente que maneja las sillas de ruedas manuales no sé cómo hacen para transitar por estas veredas, o viajar en colectivo, ya que las plataformas no funcionan. Viven gracias a la solidaridad de la gente, palpé como los transeúntes colaboran con ellos. Padecen la hostilidad continuamente.

—¿Sabés que repercusión tiene en otros países? ¿Y cómo será la segunda temporada?

—Tengo una amiga que vive en Francia y me dijo que allí estaba entre las más vistas. Está doblada en un montón de idiomas. Santiago quería dejar algunas líneas abiertas, pero hasta que no se estrenara la primera no sabíamos si iba a ver segunda. Recién ahora sabemos que filmaremos una nueva temporada, pero nada más.  

—¿Cómo vivís la realidad de las mujeres? ¿Cómo te involucra el tema?

—Siento que nos falta todo como mujer. Seguimos con los femicidios. Hay una sociedad que aún no aprende. Hicimos mucho, pero nos falta muchísimo más. Creo que es una lucha eterna y diaria. Hoy tengo la posibilidad de educar a un varón y a una nena. Mi hijo Manuel cumplirá tres años y Ana tiene ocho meses. Quiero no repetir, cuestiono todo y es un trabajo muy artesanal.

 

Entre el infierno y el paraíso

Mientras seguirá durante todo abril reemplazando a Andrea Garrote en Inferno de y con Rafael Spregelburd, Pilar Gamboa confiesa: “Nos juntamos para improvisar con la Cía. Del Silencio. Pasó mucha agua bajo el puente: trece años sin ensayar juntas. Romina Paula escribió unos textos y vamos a mostrar Sombras, por supuesto, en julio en Paraíso Club de Artes Escénicas. Este emprendimiento se formó en la pandemia. Fue Cynthia Edul, quien es gestora, escritora y dramaturga la que empezó a pensar una nueva forma de producir que no fuera aplicando a los subsidios o esperando que te llamen desde las salas oficiales. Por ahora estamos: Agustina Muñoz, Alfredo Staffolani, Aliana Álvarez Pacheco, Ariel Farace, Bárbara Hang, María La Greca, Giuliana Migale Rocco, Ignacio Sánchez Mestre, Lorena Vega, Silvia Gómez Giusto, Romina Paula y yo. Así nació la idea de un club, con una cuota mensual ($3000) y que tengan beneficios: damos un estreno todos los meses. Hoy hay trescientos suscriptores”

Continúa: “Es la propia audiencia la que nos subvenciona. Daré un taller de actuación, para veinticinco personas y se podrán anotar todos, más allá del Club Paraíso. No será para quienes se inicien, sino para los que tengan experiencia previa. Además estoy armando un ciclo de reportajes que durará una hora, durante el mes de septiembre. Siempre me interesó el género de la entrevista e invitaré a los actores que admiro”. 

Recuerda que fue dirigida por Javier Daulte, Daniel Veronese y Mariano Pensotti, entre otros. Finaliza: “Soy una privilegiada que puedo vivir de la profesión. Y lo festejo mucho. No soy millonaria. Es casi un milagro trabajar de lo que una ama y vivir de eso. Conozco gente muy talentosa a la que no le pasa”.