Qué vamos a hacer ahora?”, preguntó una quebrada Claudia Lapacó. “Sos mi mejor amiga, no sé”, respondió Juan Leyrado con total frialdad. “Te extraño tanto, tanto. ¿¡Cómo es posible!?”, dijo una angustiada Lapacó y salió del cuarto con lágrimas que caían por sus mejillas. ¡Corten!
Así terminó la escena 64 del capítulo tres de La caída a solo tres días de finalizar el rodaje, donde Lapacó y Leyrado estaban interpretando a Sara y Horacio, un matrimonio de más de cin- cuenta años que recibe la noticia de que en realidad son hermanos. Un baldazo de agua fría a una familia tradicional de clase media, muy respetada y querida, dueña de un colegio con historia, y que produce un efecto dominó en cada uno de los integrantes de la familia Feinn.
Acción. “Supe que en España pasó un caso real muy parecido de una pareja que se enteraban muchos años después de que eran hermanos, pero decidieron continuar. Yo no sé qué haría en una situación así, pero Sara no entiende la frialdad de Horacio”, responde Lapacó a PERFIL tras grabar la escena. “Mi personaje es un hombre ejemplar, un padre ejemplar, un director de colegio ejemplar, pero el desencadenante de la historia hace que cambie radicalmente y sepa que toda su vida estuvo muy alejado de lo que realmente es”, afirma Leyrado. El director Mario Segade (además coautor con Virginia Martínez) abraza a los actores con agradecimiento al talento que demostraron. “La serie es un poco una imagen de una caída general de algún modelo del estereotipo familiar y educativo. Hay instituciones en crisis y es la excusa que nos lleva a contar esta historia de drama familiar, una serie que habla de los vínculos”, cuenta Segade, de amplia trayectoria como autor en televisión (Resistiré, El puntero, Vulnerables) y quien debuta como director integral. “La caída es más liviana que las series Merlí y Rita, y busco eso que sucede por debajo de los personajes, donde todos la pasan mal, como en Los cuentos de la criada”, agrega. “Para mí La caída muestra también que todas las familias tienen sus grietas, más o menos trágicas”, dice Julieta Díaz, quien interpreta a Andrea Feinn, la primogénita de la familia.
Producción. La jornada 44 de grabación a la que accede el diario PERFIL sucede en el barrio de Agronomía. Unas setenta personas entre productores y técnicos estuvieron presentes cada día de rodaje desde el 4 de abril. La miniserie de nueve episodios utilizó 100% de locaciones en exteriores: en Olivos alquilaron una casa para darle vida al hogar del matrimonio Feinn y un caserón lindero de estilo francés para retratar el colegio Magnolia, hicieron escena en el hospital Thompson de San Martín, en el Parque Chas utilizaron una Iglesia Católica, pero para decorarla como un juzgado y otro inmueble de los personajes del matrimonio de Julieta Díaz y Gabriel Corrado y una mezquita, un edificio de Palermo donde la familia asiste a terapia grupal y por las calles de Barracas y Colegiales. “Cada día de rodaje cuesta aproximadamente 700 mil pesos”, revela Julián Fernández, productor ejecutivo.
Ficciones nacionales. La miniserie sale de una licitación del Sistema Federal de Medios Públicos que ganó la firma Azteca Films. La fecha de estreno sería después que termine El marginal 2 y formará parte de la nueva plataforma Contar. “Siento que hay menos producción en TV abierta, me produce dolor, hay compañeros y compañeras sin trabajo, es preocupante la situación. Se tiene que proteger más a la cultura y a la educación sin mirarlo como una cuestión comercial porque es una inversión a futuro, para la sociedad”, dice Díaz. Gabriel Corrado fue convocado para ser Jorge Abramovich, un hombre ambicioso que desea convertirse en el director del colegio. “En el gobierno anterior hubo 12 años de un montón de producciones muy berretas, ¿y qué pasó? Hubo mucha producción, pero, ¿quiénes las vieron? No hay que hacer mucho por hacer, hay que hacer cosas que se vean. Si es un canal privado, tiene que ser comercial y competitivo, si es público también, como en la Televisión Española”, remarca Corrado. Lapacó analiza: “El país está en un momento difícil, entonces cómo no lo va a estar para la ficción. No soy quejosa, creo que no ayuda a nada, y reconozco que tengo la suerte de tener trabajo”.
Leyrado no dudó en elegir el protagónico de La caída cuando le llegó la propuesta de personificar al padre de Nancy Dupláa en Cien días para enamorarse. “Es muy lindo el programa, me gusta trabajar en Underground y lamenté no poder estar, pero preferí estar acá”, cuenta el actor mientras se protege del frío en el motorhome. Al interpretar a un director de un colegio, Leyrado revela que no habrá paros ni problemas sindicales docentes en la miniserie y da su mirada sobre la educación argentina: “Nuestro origen es muy importante en el mundo, pero a mi juicio somos bastante maleducados, esa es una de las cosas que no nos hacen bien a nosotros, no respetamos las reglas de la convivencia, cosas que me molestan mucho y que van creciendo cada vez más. Antes éramos más solidarios con el otro. Estamos en un mundo que vale más lo urgente que lo importante”, dice el ex alumno del Fray Luis Beltrán de Barracas. Para Corrado: “El vínculo profesor-alumno está degradado, de vez en cuando se ve que un padre le pegó a un profesor” y sostiene que “las instituciones educativas del mundo enseñan con un modelo antiguo”.
El deseo de una segunda temporada
En la siguiente escena, Mario Segade repasa el guion con Julieta Díaz y Vivian El Jaber, una abogada bastante confianzuda y disparatada. “Lo bueno de estas producciones es que uno llega con la historia escrita al día uno de grabación y más ensayos que tuvimos con los actores en el mes de marzo”, dice el director, que se ilusiona con una segunda parte. “La idea es que haya una temporada de La caída. Estamos viendo cómo sale y luego ver si coinciden las fechas con los actores”, confiesa Segade, que viajará a San Pablo, Brasil, para la producción de Ellas mandan, un thriller sobre mujeres millonarias que compran la vida de hombres con los que se casan. Por su parte, Corrado viajará a fines de junio a Madrid ante la propuesta de protagonizar una telenovela. “Como productor le presenté una ficción a Darío Turovelzky, de Telefe, que le gustó, pero ahí uno depende de ellos”, cuenta.
Claudia Lapacó grabó un par de escenas con Mercedes Morán y Ricardo Darín en la película Amor a segunda vista, grabó en el radioteatro Dos carátulas de Radio Nacional AM 870, y protagonizará Madre coraje, dirigida por José María Muscari, en el San Martín, acompañada por Osvaldo Santoro, Esteban Pérez, Agustín Sullivan, Natalia Lobo, Silvina Bosco, Emilio Bardi y Héctor Díaz.