Podría decirse que Andy Muschietti es un hombre de suerte. Y es que el argentino (responsable, entre otras, de las dos entregas del It de Stephen King para la pantalla grande, la primera récord absoluto de taquilla para una película de terror) es mencionado como el posible responsable de adaptar The Flash, el tradicional personaje de DC Cómics, al formato fílmico. Y lo de “hombre de suerte” es un condicional, porque el proyecto The Flash es realmente accidentado, y habrá que ver si no termina por jugarle en contra al director argentino.
Se sabe que hubo sondeos iniciales por parte de la Warner, pero aún no han llegado a un acuerdo. Se sabe, también, que en caso de aceptar el realizador contará con su hermana Bárbara como productora, al igual que siempre que encara un proyecto. Se sabe, finalmente, que el actor Ezra Miller, quien interpretó al ser más veloz de la Tierra en Justice League, será el protagonista del envío. Eso por el lado de lo que podría calificarse como positivo.
Lo complicado, claro, es lo que implica el universo superheroico de DC Cómics en la pantalla grande. Tradicionalmente la editorial tuvo hits de crítica y taquilla en el cine, como las Batman de Tim Burton y las de Christopher Nolan. El inconveniente fue cuando surgió la competencia del universo Marvel, que siempre había vencido en ventas en el universo del papel y, de la mano de films más pasatistas y con un tono leve, generó récords de taquillas de la cual Avengers: Endgame es solo la frutilla del postre. El intento de Warner por generar un universo cohesionado en el cine con los superhéroes fue un fracaso, del cual Justice League terminó por ser la última movida del director Zack Snyder al frente del proyecto. Desde entonces, Warner le cedió el mando a su equipo especializado en películas de terror, con el director James Wan (El conjuro) a la cabeza. Los primeros resultados del volantazo fueron Aquaman y Shazam. Satisfactorios, tanto en crítica como en taquilla. Pero el peso de los fracasos previos aún se hace sentir.
Ésa será la mochila que deberá cargar Muschietti en caso de aceptar. Y, para alguien que probablemente repita el éxito con la segunda It que llega en pocas semanas, se trata de una jugada riesgosa. Si le sale bien, se transformará en una figura de primera línea de Hollywood. Si le sale mal, podría dar por tierra con todo lo que ha construido hasta ahora. Un verdadero dilema.