El nuevo programa de Marley: la mejor muestra sobre el crecimiento de la violencia en la tele

Cada noche, un grupo de personas se ve en la obligación de enfrentar un muro e intentan evitar ser empujados al agua de una pileta. El público aplaude con entusiasmo. Mientras, Marley no para de hablar y gritar. Y la audiencia responde con creces: en lo que va de marzo, El muro infernal tuvo un rating promedio que ronda los 19 puntos –es decir, casi dos millones de personas que siguen el programa en cada emisión–, y es el producto más visto de Telefe.

El programa –una prueba física que implica riesgos reales para el cuerpo, como ya demostraron los accidentados Nicolás Vázquez y Ximena Capristo, quien se partió dos dientes luego de caer sobre el piso– es adaptación de un formato televisivo japonés, donde abundan los entretenimientos en los que los participantes se ponen en riesgo físico.

“No me asombra que El muro infernal sea un éxito en Japón, donde la muerte o el sacrificio es un ideal propio de su cultura. Me asombra que eso se reproduzca acá”, dice el doctor Federico Aberastury, psicoanalista de la Asociación Psicoanalítica Argentina.

“Estos programas presentan pruebas que se hacen cada vez más complejas, y que aluden a los juegos de computadora, como por ejemplo el Tetris”, dice Ana Wortman, socióloga del Instituto Gino Germani (UBA) y especialista en consumos culturales. “El riesgo físico –continúa Wortman– genera una mayor audiencia; eso es algo que en su momento demostró Marcelo Tinelli cuando pasaba los bloopers, y se relaciona con la cultura barrial, donde la gente se ríe de la torpeza de los demás. En ese sentido, El muro... va un paso más allá.”

In crescendo. Hay un desarrollo en esta clase de programa, o al menos en eso coinciden los especialistas consultados por Perfil. La pregunta, entonces, es por qué estos entretenimientos son cada vez más violentos.

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