La película de su vida no comenzó cuando nació, sino en el momento en que decidió ser mujer. La escena transcurrió en el Chaco, y la única ambición de la protagonista era lucir hermosos vestidos. El guión empezó a nutrirse de más sueños: convertirse en una gran artista, triunfar en Buenos Aires, ingresar al mundo de la farándula y hasta encontrar al amor de su vida.
Paso a paso, Florencia de la V (32) fue incorporando acción, drama suspenso y mucho romanticismo a una existencia que, si bien le demandó mucho sacrificio, la recompensó con frutos encantados.
Hace más de 10 años, en Gualeguaychú, conoció a un odontólogo llamado Pablo Goycochea (36) y desde ese día sus corazones fueron sellados por el amor más profundo.
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