Estoy partiendo a Colombia, donde protagonizaré El cartel del ataúd junto al cubano Jorge Perugorría una miniserie para la Fox. Pero, al mismo tiempo, soy madrina del Festival de Cine Ambiental que se realiza en la Argentina. Me pareció interesante la posibilidad de acercar la cultura a la temática ambiental.
El año pasado, el Festival tuvo muchísimo éxito, se presentaron todas películas extranjeras porque no hay cinematografía nacional sobre este tema. Este año el festival se va a hacer de nuevo en agosto, y a los organizadores se les ocurrió involucrar a los argentinos desde la creación de un cortometraje, con la posibilidad de que el ganador sea trasladado a 35 mm y se exhiba antes de todas las películas del festival.
Me parece que está buenísimo concientizar a la gente. Cuando hace unos cuantos años me acerqué a Greenpeace, la verdad es que la gente no tenía demasiada conciencia sobre temas ecológicos. Hoy, por suerte, es una temática que se traslada de boca en boca, aunque los jóvenes la tienen mucho más clara que los adultos.
Comprometerme con lo ambiental es mi forma de ser, se relaciona con cómo me gusta hacer las cosas a nivel personal, con cómo enfoco la vida. Y cuando veo que a esas cosas que mí me importan se les hace daño por malas decisiones de todos, desde el lugar que me ofrece mi trabajo salgo a comunicarlo con la sola intención de que alguien se entere de lo que está sucediendo. Me parece que es algo natural en mí. Es algo que hice simpre desde lo anónimo, y luego cada vez más desde lo público.
Estoy en una campaña con un montón de artistas y con la ONG Conciencia Solidaria, donde intentamos concientizar sobre la minería a cielo abierto. Justamente, para concientizar a la gente acerca de los estragos que están haciendo estas empresas en el país y en el mundo. Mi posición es clara: estoy absolutamente en contra.
En relación con el veto presidencial de la Ley de Glaciares que había sancionado el Congreso, creo que se tiene poca conciencia de la conservación de nuestros recursos nacionales. La verdad, ese veto me da –como a todos quienes luchamos por ese tema– mucha pena, aunque creo y creemos que se podrá revertir: la conciencia, si uno no la tiene, la puede adquirir a través de la información.
La columna completa, en la edición impresa del diario PERFIL.