Su plato preferido de Argentina es la milanesa a la napolitana con puré aunque hace poco degustó un locro que le pelea el primer puesto. De postre, la receta predilecta la cocina su madre Jacqueline, de 78 años, que vive en Blois, Francia, su tierra natal. “Es una mou-sse de tapioca que me vuelve loco”, revela. Hay que viajar demasiado lejos en el tiempo, al año 1989 en Uruguay, para recordar el plato que más lo sorprendió y que su paladar negro nunca olvidó. “Era en un restaurante del francés Jean Paul que me cocinó un lenguado con jóvenes hinojos con jugo de ternera”. Este es el menú de Christophe Krywonis, el chef francés jurado del reality culinario Bake Off Argentina, El gran pastelero, de gran audiencia en los domingos en Telefe.
—Del 100% de los restaurantes que hay en la Argentina, ¿en qué porcentaje se come bien?
—Salgo poco a cenar a afuera, cocino mucho en casa y cuando salgo voy a los mismos lugares. Hay un promedio, creo, que está por debajo del 50%. Me gusta mucho ir a La Mar, Don Julio e Italpast. Amo ir a comer a lo de Donato (De Santis).
—¿Comiste alguna vez un sándwich de bondiola en la Costanera?
—Sí. No son guau, pero es el folclore, del momento, de la noche, estás copeteado y si comés uno sentís que sos Gardel. No son ricos, no jodamos.
Krywonis dice que de Francia extraña su familia: “Mi mamá Jacqueline, mi hermana Valerie, mis sobrinos, amigos, y por supuesto el vino y el queso”. En Buenos Aires, Krywonis tiene dos hijas, Zoe (26) y Lola (22), y dos nietos, Felipe a punto de cumplir 6 años y Bianca de 9. Separado desde hace cuatro años, confiesa: “Mi corazón está feliz. Estoy conociendo a alguien, de una forma muy educada. Me llevo muy bien, me hace sonreír cuando estoy con ella. No es del medio, es la más bella y sencilla mujer que conocí”. Y agrega: “Me cocinó y le puse un diez por atreverse”.
—¿Qué receta utilizás para enamorar a una mujer?
—La receta siempre tiene que ser la menos pretenciosa como un risotto, un huevo poché con un aceite de trufas o una mousse de chocolate de postre, algo simple, las cosas cuando son complejas asustan y para seducir no hay que ser complejo.
—Las tres cuartas partes del mundo son pobres y les cuesta alimentarse. Argentina tiene un alto índice de pobreza, pero los programas de cocina tienen buena recepción en todo el mundo, ¿cómo lo analizás?
—Cocinar pastelería o cocinar es accesible para todos. En la Argentina hay una historia que me conmovió cuando hacía MasterChef. Una señora de Bahía Blanca me contó que su marido la abandonó, que estaba viviendo sola con tres hijos en una situación difícil, pero que todos los lunes a la noche había alegría. Me dijo: “El domingo te vemos y el lunes armamos la cena con los elementos que vemos y en la cena mis hijos te imitan”. Me dio piel de gallina, hacer feliz a alguien de condición humilde me pone feliz. La cocina no tiene estrato social, no hay que ser rico para disfrutar del programa, y personas de más dinero lo disfrutarán por otros aspectos.
—¿Qué ideología política tenés?
—Soy socialista.
—¿Cómo la ves a Francia, te gusta Macron?
—Macron me parece un tipazo, tiene un rol que será histórico en la historia de Francia, es admirable, pero la política de allá no me interesa, vivo en Argentina y la política argentina está en otra galaxia, en otro nivel. Me identifico más con la sociedad argentina.
—¿Y Sarkozy que está denunciado por corrupción?
—Sarkozy es un payaso, no me lo fumaba. Hollande me da lástima. Chirac hasta ahí, y cuando era pendejo con Mitterrand estaba feliz, pero nunca me afilié a ningún partido. Ninguno de los políticos merecen nada de respeto.
—¿Cómo ves Argentina?
—Me encanta la Argentina. Sufro como los demás cuando me aumentan la luz un 40%, pero tengo la suerte de poder pagarlo, me preocupa más la desnutrición, la gente que se caga de hambre en la calle, la educación.
—¿Y qué opinión tenés de los políticos de Argentina?
—Son un mal necesario, sin ellos sería una anarquía total. Uno no es peor que otro, son todos iguales y se reparten el poder. Amo la política,y no soy amante de los políticos.
En las cinco primeras emisiones, Bake Off Argentina, El Gran Pastelero promedió 12,4 puntos y mantiene el invicto en la franja del prime time dominical (Ver Infografía). Su última emisión, el domingo 6 de mayo, logró el rating más alto con 13,1 puntos.
—¿Como ves a la debutante Paula Chaves?
—Es una genia, ya es una hermana. Muy divertida, le pone una onda increíble, te llega con su estilo. Conocí a Baltazar y a Olivia, sus hijos, me encanta cómo cuida a su familia.
—¿Viste el programa de Anthony Bourdain?
—Sí, empecé a verlo en Netflix. Nunca probé su comida. El me gusta, su carisma, su forma de ser, es muy cool, tiene cultura y es simpático. No me gusta todo lo que muestra de la gastronomía, hay otros que lo muestran mejor.
—Cuando vas a Francia, ¿tenés miedo por los atentados?
—No, me crié con eso. En el 86, en París hubo una ola de atentados y era sentarse en el colectivo y mirar debajo del asiento para ver si no había una bomba. Era una costumbre. Trabajé como marinero y bombero cuando hice el servicio militar obligatorio y estuve en la estación de tren de Saint Charles de Marsella que recibió un atentado en el 83 y recuerdo que había detalles de aluminio que provocaron amputaciones de dedos, orejas. No me asusta.
—Si la Selección argentina se cruza con Francia en Rusia 2018, ¿por quién vas a alentar?
—Francia. Tampoco la pavada. Tengo fe. Estamos con mejor equipo que antes.
—¿Es una injusticia como se lo critica a Messi aquí?
—Sí, pobre Messi. La verdad que le cargan todo a él.