A la hora de hablar sobre las películas que podrían gustarle a Deadpool, el superhéroe guarro y canchero que en 2016 fue la sorpresa de la taquilla a nivel mundial y que generó que Hollywood mirara con cariño la idea de hacer películas en calzas no aptas para menores de 18 años, el actor Ryan Reynolds lista: “Flores de acero, Mujer bonita”, y aclara “dudo que les gusten las películas de Ryan Reynolds”. Reynolds no solo es el actor que hace de Deadpool, y que vuelve a la pantalla con su picante personaje el 17 de mayo con Deadpool 2. Es alguien que sea como coguionista, rol que asume en esta secuela, o como productor, algo que hizo en ambos films, entiende que su charlatán capaz de usar sin cesar referencias pop recientes o bromas sexuales felizmente descaradas es el “superhéroe de la gente”. Al menos así es como él lo define del otro lado de este chat en vivo: “ya que es un personaje que nace por demanda popular”. Así fue: un video filtrado que mostraba al personaje en acción y boca floja como hoy es devino viral, FOX accedió a producir el film del personaje de Marvel y así comenzó este fenómeno que le ha dado luz verde a una forma distinta al género que rompe records y que tiene en Deadpool su más feliz anticuerpo.
—Dado que sos el primer actor que hizo de “Deadpool” en el cine ¿te molesta que ahora te encasillen en ese rol?
—No me molesta ni remotamente que me encasillen. Encasíllenme todo lo que quieran. Esta bien. Amo a Deadpool. Amo hacer de Deadpool. Espero poder interpretar a este personaje la mayor cantidad de tiempo posible. No soy uno de esos actores que…quiero decir, quejarse sobre quedar encasillado en un rol es un problema bastante de lujo si lo vamos a definir. El 99% de los actores que conozco no tiene trabajo ahora. Así que ser encasillado es hasta un lujo y al mismo tiempo siento que nunca encontré un rol que estuviera tan perfectamente diseñado para mí como Deadpool.
—¿Cuánto de la forma de ser de “Deadpool”, de su anarquía a la hora de la comedia, se ha filtrado en tu personalidad? ¿Alguna vez eso te ha generado un momento un poco incómodo?
—No, no, yo, Ryan Reynolds, tengo una pequeña voz en mi cabeza y un editor que me detienen justo antes de hacer o decir algo realmente estúpido. Deadpool no los tiene. Pero a veces Ryan, ¡bah!, esa voz toma demasiados tragos una noche y de repente…¡whoa! Sí tengo la sensación de que Deadpool es una especie de álter ego y que es un rol que me es tremendamente fácil de interpretar, pero intento tener cuidado con ese tipo de conductas. Además, me gusta que Deadpool odia a Ryan Reynolds. Creo que eso es muy divertido. Tomamos esa decisión en la primera película, que el personaje me odie, y me gusta. Es bastante obvio que Deadpool odia a Ryan Reynolds.
—¿Te preocupa la violencia del personaje y la forma en que puede ser leída?
—Una de las cosas que considero clave cuando hacemos esto es entender que Deadpool es un antihéroe. Eso no es una excusa o mitiga la violencia, pero ese mundo no es el mundo real. Es un mundo que se rige por otra realidad. No hay que olvidar que es una película “R Rated”. (“No apta para menores de 18 años” según el sistema de calificación de los Estados Unidos), y para hacer una película “R Rated”, tenés que generar contenidos “R Rated”. Para nosotros es importante que el personaje esté motivado, pero también hay que entender que hay una cualidad infantil en él, ya que hace lo que quiere o dice lo que quiere en cualquier momento. En Deadpool 2 quiere ser apenas una mejor persona, no es que le interesa salvar el mundo. Es un personaje que en un mundo lleno de superhéroes virtuosos camina una sobre una muy delgada línea.
—¿Cuál es la cosa más demente que el estudio les hizo sacar de la película?
—Realmente no lo sé. Deadpool es casi el mejor trabajo en el mundo: podemos hacer y decir cualquier cosa o quebrar la cuarta pared y hablar directamente con la audiencia para entablar un vínculo directo. La diferencia para con muchos otros superhéroes es que Deadpool fue creado por la gente, no por los estudios. Hace años se filtró un material que se había creado para testear al personaje en pantalla y eso generó un fenómeno que hizo que se haga la película aunque el estudio accedió a regañadientes. No era difícil estar en el set y pensar que es una locura que hagamos esto como nuestro trabajo diario.
—Desde el estreno de “Deadpool”, que era divertida y guarra hasta en su promoción, ¿notás que las películas de superhéroes han sentido esa presencia y películas como “Logan”, que no es para niños, son una consecuencia directa?
—No sé si una consecuencia directa. Creo que hacés lo que podés con lo que tenés. Podríamos hacer, por ejemplo, una Deadpool que no sea para mayores de 18. Deadpool solo podría putear una vez y lo haría apenas comienza la película, y por ende, tendría que seguir siempre con restricciones. No creo a quienes diseñan el universo Marvel en Disney les haga mella lo que hacemos aquí. Sí creo que pueden divertirse con nuestro pequeño proyecto. Pero ellos están haciendo la suya, tienen su propia historia y camino. Sí creo que permitió que exista un tono más liviano, que se tome menos en serio el género en la pantalla.
—¿Cuál creés que debería ser el personaje que logre un tratamiento similar al de “Deadpool”: ser glorificado por los fans, pero empujar más allá las barreras del “No apto para menores de 18 años” cuando llega a la pantalla?
—Mi pequeño Pony. Yo estoy listo para verlo, todos parecemos estar listos para verlo. De verdad no tengo idea. Es un experimento divertido pensar en franquicias que ya conocemos y ver cómo funcionarían si fueran no aptas para menores de 18 años. La razón por la que no suele hacerse esto es el costo económico: Deadpool fue hecha casi por nada, al menos en términos de un estudio de Hollywood, y aunque ahora ha aumentado ese presupuesto por como funcionó en taquilla la película anterior, siempre es una apuesta cuando uno decide jugar a eso. Pero menos presupuesto a veces implica que se busca ser más sagaz en la factura final. Me encantaría ver una película de Deadpool al estilo Sundance.
¿Qué pasaría si hiciéramos una película de Deadpool por 8 millones de dólares? No sé, me gustaría verlo. Siempre hay que buscar empujar los límites.
Llamando a Logan
Si hay algo con lo que Ryan Reynolds sueña, y lo ha demostrado en más de una ocasión, es la posibilidad de hacer una película que una a Deadpool y a Wolverine, el personaje que Hugh Jackman abandonó en Logan. Reynolds: “Convencer a Hugh Jackman de que se calce las garras una vez más sería un sueño. En el tiempo que se da en las películas de Deadpool, Wolverine está vivo y coleando. Incluso hasta le he dicho a Hugh que no tiene que entrenar por un año. Puede usar un sacón enorme.”
—¿Hay algún momento del rodaje donde recuerdes que se tentaron demasiado?
—Hay una escena donde Blind Al dice algo muuuy de-sagradable. Y Leslie Uggams, la actriz que hace de Blind Al, creo que no entendió del todo lo que estaba diciendo. Y ahí, cuando lo entendió, perdimos una hora de rodaje por cómo nos tentamos. Ella se tentó, yo me tenté y después el equipo. Tuvimos que ir a almorzar.
—¿Cuáles son los cambios reales de “Deadpool” en este film?
—Respecto del personaje, el real cambio es que tiene que hacer algo que no es ni remotamente egoísta. No está en una posición donde puede perder todo. El suele ser un personaje centrado en sí mismo, impulsivo y que se ocupa de aquello que solo aparece frente a su camino. Hay algo muy divertido en eso, pero necesitás agregar algo para que sea más interesante. Por ejemplo, cuando estoy con una celebridad me gusta ver cómo son con los empleados del lugar donde estemos comiendo, y algo así sucede con Deadpool, ya que no hay ganancia material de esto y hay que ver cómo reacciona en esa situación. Amo eso de esta película.