¡Hagamos lo correcto! dijo Spike Lee, y la Academia pareció hacerle caso al premiar a la correcta Green Book como mejor película frente a una de las grandes favoritas, la mexicana Roma, aunque la intención fuera diferente: el director, ganador por primera vez de un premio Oscar por el guión adaptado de El infiltrado del KKKlan- hizo una fuerte arenga a sus compatriotas sobre prestar atención en las próximas elecciones presidenciales en el único discurso realmente encendido de una ceremonia que, aunque más agil gracias a la falta de un presentador oficial, dejó bastante que desear en el rubro sorpresas. Aquí, algunas perlitas y rarezas de una noche correcta y diversa:
#MurosNo: Si el año pasado fue el año del #MeToo, este fue -aunque tibiamente, es cierto- el del rechazo a los muros de todo tipo: la entrega, que largaron con potencia los acordes de Queen -con Adam Lambert en la voz- sobre el escenario, tuvo un claro guiño a la poca tolerancia que la industria cinematográfica tiene con la doctrina Trump contra la inmigración y las minorías. Javier Bardem presentó, junto a Angela Bassett, el premio a mejor película extranjera -que sí ganó la Roma de Cuarón, ganador también a mejor director aunque el 80% de su discurso fue en inglés, presentado por su compatriota Guillermo del Toro- y lo hizo íntegramente en español, con subtítulos.
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El español no fue el único que hizo mención a un muro: también lo dijo, y sin eufemismos, Diego Luna cuando le tocó presentar: "Ya nos abrieron la puerta y no nos sacan de aquí". Venezuela también dijo presente: Gustavo Dudamel dirigió la orquesta que musicalizó el In Memoriam, y la productora de Roma, Carolina Gutiérrez, es de ese país: quizá si hubiera ganado mejor película eso hubiera generado alguna controversia a través de un discurso.
De paraguas voladores y un guiño a los 90: Pero más allá de la política, que se coló bastante poco en la ceremonia, hubo otras rarezas: una tenista (Serena Williams) como presentadora y una gurú del orden, la japonesa Marie Kondo -éxito en Netflix-, como una de las más comentadas presencias en la alfombra roja. También otras: la canción nominada de El regreso de Mary Poppins, que cantó Bette Midler, fue presentada por el actor Keegan-Michael Key, que bajó desde el techo del Dolby Theatre volando con un paraguas.
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Pero uno de los mejores momentos de la noche fue el que sucedió para presentar Rapsodia Bohemia: Mike Myers y Dana Carvey subieron al escenario como Wayne y Garth, al grito de "¡no somos dignos!" ante la banda británica, y precedidos por el clip en el que cantan la canción de Queen en una escena memorable de El mundo según Wayne. En google, por suerte, está todo, para los millenials y centennials que no saben de qué hablamos.
Chispas y lágrimas. Los momentos emotivos de esta entrega fueron pocos pero intensos. El que quedará en la historia -y ya generó cientos de memes en las redes sociales- será el dúo de Lady Gaga y Bradley Cooper, que se sacaron chispas en la versión de Shallow, la canción nominada de la película Nace una Estrella -ganadora, finalmente, del premio, que recibió una emocionada Gaga.
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Cuando terminó la canción, el auditorio estaba sin aliento. E Irina Shaik, la mujer de Cooper, sonriendo en la platea. También hubo emoción y genuina sorpresa en el rostro de Olivia Colman: la británica que interpreta a la reina Ana de Inglaterra en La Favorita, dio un discurso bien a la inglesa, con risas, ironía y llanto, al recibir el Oscar a mejor actriz. "Glenn (Close), crecí idolatrándote, y ahora me toca estar acá", se disculpó ante la que se decía era el número cantado.
¡Viva México Cuarones!: Para cerrar una noche con poca sazón pero notas de color, Alfonso Cuarón se convirtió en el quinto mexicano en ganar un Oscar en dirección en los últimos seis años -ganó en 2013 por Gravedad; Alejandro González Iñarritu ganó dos seguidos (Birdman y El renacido) y Guillermo Del Toro, que le entregó el premio este año, por La forma del agua en 2018. Así que el país azteca ya está, por eso, en el Guinness. Si hubiera ganado la película producción de Netflix hubiera anotado un récord más, el de primera película en habla no inglesa en ganar el rubro principal. Pero para ello habrá que seguir esperando.