La televisión abierta parece estar viviendo, tras el Mundial, un cambio de tendencia que la vuelve otra vez atractiva para el público. Está claro que no serán los ratings de otras épocas, pero se ve más. Y a medida que los cables pagos aumenten sus cuotas, la TV gratuita gozará de mayores audiencias. Es algo que se ve venir tan solo desde lo económico y no desde los contenidos.
De los cinco canales que se captan en Capital y Gran Buenos Aires, Telefe con agosto incluido marca su octavo mes de 2018 en que se consagra líder y con una ventaja anual de casi un punto. Este agosto será con una distancia menor, según Kantar Ibope Media hasta el jueves 16 llevaba décimas de ventaja, 7,9 puntos de promedio de Telefe, 7,1 de El Trece, América tercero con 3 puntos, Canal 9, 2,9; y la TV Pública, 1. No parece que se vayan a modificar demasiado estos guarismos ni aún con la salida de Marcelo Tinelli, tan demorada y su “Bailando 2018” que arrancará “allá arriba” (en 2017 el lunes 29 de mayo cuando salió tuvo 27,4 puntos de promedio) y luego va estabilizándose, decíamos, ni con los cambios en la programación que promete Adrián Suar con la nueva tira Mi hermano es un clon, y el de Carina Zampini El gran premio de la cocina, se pueda revertir la tendencia. Para El Trece, la tira de Pol-ka con Angela Torres, Agustín Casanova, Gastón Soffritti y Juan Darthés, entre otros, Simona alcanzó el promedio más alto de la emisora del Grupo Clarín, salvo algún PPT, Jorge Lanata, como el del domingo 12 que marcó 12 puntos y perdió con Por el mundo, o el especial por los cincuenta años de Mirtha, que por fin pudo ganarle a PH (Podemos hablar) y llegar a los dos dígitos.
Lo que es interesante de analizar es cómo entre Telefe y El Trece se dividen la mayoría de las audiencias, en tanto América, depende mucho de la actualidad y Canal 9 le pisa los talones también sin invertir demasiado. Es el año del panelismo y la recesión también en televisión. Por su parte a la TV Pública le funcionó en forma extraordinaria El marginal 2, pero con solo ocho capítulos que terminan el martes 4 de septiembre, siempre por tema costos, obvio. Y es curioso observar que su universo de audiencia reúne a un 21% de público de clase alta, un 34% de clase media, y divide en un 50% y un 50% hombres y mujeres.
De los cinco programas que pedimos auditar por Kantar Ibope Media, los de mayor rating, El marginal 2 que también coproduce Underground y el Sistema de Medios Públicos, lleva la delantera entre los ricos.
El segundo, la tira de Underground 100 días para enamorarse que durante el mes de julio tuvo un promedio de 15,5 puntos, y un share de 45,8, es hasta hoy lo más visto de la televisión argentina (salvo los eventos como el Mundial de Fútbol). Y reúne entre sus espectadores a un 18% de los de mayor nivel económico, medio un 30%, una mayoría de clase baja, 52%, por supuesto un 66% de universo femenino, y un 34% masculino.
El caso de Simona que suele creerse que tiene mayoría de público joven o posadolescente, no es así. Su mayor audiencia se la dan los individuos mayores de 50 años, un 36%, luego, un 21% está conformado por jóvenes de 20 a 34 y un 22% de entre 35 y 49 años. Clase alta seguidora de la nieta de Lolita Torres suma un 17%, medio un 30% y un 53% de nivel socioeconómico bajo.
Las tiras turcas son un fenómeno que llegó para quedarse. Desde el exitazo que fue Las mil y una noches, se han impuesto con buenos ratings. En la actualidad Telefe tiene programadas La venganza de Iffet, Elif, Todo por mi hija y Kara para Ask. Las cuatro son ganadoras en sus respectivos horarios. Elegimos Todo por mi hija porque es la segunda tira más vista de lunes a viernes en la televisión argentina. Favorita de la diva Susana, que forma parte del escaso 14% de gente rica que la sigue. Y con un 67% de mujeres, igual que Kara para Ask, que también tiene un 14% de clase alta, un 59% de público de bajos recursos, y ambas coinciden en que las ve un público de más de 50.
Este año ya está jugado por cómo va la situación, porque la tele no es independiente de los cambios y sacudones que vive el país. Lo que sí se advierte es una mayor amplitud de criterio y un regreso a la vieja manía de ver televisión abierta, así sea por streaming. Tal vez se deba a que la “burbuja de las series” ha empezado a aburrir un poco. Todo puede ser.