ESPECTACULOS
BENJAmin rojas, Nicolas Vazquez y Flor Vigna

Receta para seducir al público joven

El miércoles estrenan la comedia Una semana nada más. Afirman que no subestiman al espectador y que la mejor publicidad que tienen son las 350 mil personas que vieron El otro lado de la cama.

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Espacio. Estarán en el teatro de Adrián Suar, coproductor de la obra. | Pablo Cuarterolo

Nicolás Vázquez y Benjamín Rojas conocen la receta de lo que le gusta al público y lo avalan 350 mil espectadores que los eligieron con El otro lado de la cama, fenómeno teatral que duró tres años y al que le quedaba mucha tela para cortar. Sin embargo, Vázquez decidió cerrar un ciclo y pensar en un nuevo desafío como director artístico. Adquirió los derechos de Una semana nada mas, la comedia francesa de Clement Michel, se alió a los productores Adrián Suar y Nacho Laviaguerre, luego convocó a su viejo conocido Rojas y sumó a Florencia Vigna para empezar a contar a partir del 9 de enero una historia divertida sobre la convivencia en El Nacional.
—¿Cómo esperan y analizan este estreno en un contexto de crisis económica?
Rojas: Vivimos en un país en el que no es novedad esto, todo el tiempo no hay un mango, los actores de salas independientes tienen que salir a ganar el mango a la gorra, a invitar a la gente con panfletos, y en el teatro comercial tenés un sueldo, estás cubierto, pero siempre es así. Hay que salir a pelearla, que la gente se divierta y elija eso, y quizás lo que tenemos que hacer ahora es un poco convencer a la gente para que en vez de ir a un restaurante vengan a ver Una semana nada más, donde se van a reír; antes podían hacer las dos cosas.
Vazquez: Todo cayó, el teatro, la gastronomía, la situación está complicada en todo. Hay un porcentaje que sigue apostando esa cuotita en entretenerse, pasarla bien, mimarse un poco, en una salida al cine, o a comer o al teatro. Por suerte la venta de anticipadas (al día miércoles 26) es de 2 mil tickets, es un montón. Después te acompaña el boca a boca. En este espectáculo la inversión es muy grande, desde la escenografía a la obra que se compró. No subestimamos al público.
—¿Cuánto influye la televisión a la hora de estar en cartel?
Vigna: Creo que la exposición es buena, ayuda, y siempre que la exposición sea buena es bienvenida, tampoco hacer de todo, uno va armando su carrera; este año tomé decisiones y a algunas cosas que había hecho les dije que no (renunció a “Bailando por un sueño”).
—Entre los tres tienen 7 millones de seguidores, ¿cuánto influye tener tantos seguidores a la hora de vender entradas?
NV: Un productor no va a elegir a alguien que tenga 7 millones de seguidores si no sirve. En ningún momento elegí a Flor porque tiene millones de seguidores, no la elegí por ser la mejor actriz porque no tiene la edad para ser gran actriz, es una actriz joven, que es una promesa, es muy buena y me iba perfecto para el personaje. Y aparte tiene 3,7 millones de seguidores. No todos los seguidores pueden acceder a una entrada, por su valor, por eso tenemos tantos seguidores, porque es algo gratis. Sí creo que muchos de esos seguidores se enteran y vienen. No hicimos publicidad en ningún lado, solamente en las redes sociales, y vendimos 2 mil entradas. La publicidad más grande que tiene este proyecto son los 350 mil espectadores que tuvimos con Benja en El otro lado de la cama.  
—¿Cómo se hace para seducir a un público joven que no es habitué del teatro?
R: El otro lado de la cama rompió con todas las reglas y fue un gran aprendizaje para todos, nos dio público joven, era un elenco que no estaba haciendo televisión, estuvimos tres años llenando en todo el país y trascendió todas las edades.
NV: Carlos (Rottemberg) un día vino a felicitarnos diciendo: “Muchachos, están trayendo al público joven al teatro, está viniendo gente de entre 18 y 35 años, y además lograron que el de 18 viniera con su abuela de 83”. Era una obra que no era ATP y el boca a boca logró que vengan. Creo que gracias a Flor muchas chicas jóvenes, de 14 o 15, que es el target de las chicas que la siguen, se animan a venir al teatro, y no dependen de un mayor para verla.
—El caso más escandaloso de 2018 fue la denuncia de Thelma Fardin contra Juan Darthés, en un hecho sucedido en una gira con “Patito Feo”, y vos, Benjamín, giraste mucho con “Rebelde Way”, ¿cómo eran esas giras?
R: Teníamos un sistema que era como un campo de protección. Recuerdo que en ese momento nos quejábamos, pues éramos inaccesibles, había una estructura jerárquica, tour manager, productor, manager personal, seguridad personal, y había un sistema de circulación de padres en el que al principio el que quería ir iba, pero los padres están trabajando también, entonces iban rotando entre dos o tres padres. Mi mamá fue, la mamá de Luisana (Lopilato) iba siempre porque ella en ese momento era menor de edad, y filmamos una película en el Sur durante un mes, que ahí sí rotaban los padres: una semana estaban los padres de Luisana, otra los míos, otra los de Camila (Bordonaba), y así.
—¿Crees que si hubiera existido la presencia de un padre no habría pasado?
R: Pienso que cada caso y cada gira y cada producción tiene su historia, yo no estuve ahí, no sé cómo se manejaban, tal vez alguien del elenco podría saber mejor o podrían tener una reacción más...; después, independientemente de eso, como persona, y sí, es una persona de 45 contra una que es menor de edad, lo que piensa cualquiera: te da rechazo.
—A través de las redes sociales pueden aparecer denuncias falsas o fake news sobre abuso sexual, ¿se informaron sobre cómo actuar en caso de que les pase que queden involucrados?
NV: No. Me sumo a lo que decía Benja, que así le hubieran puesto todo lo que le pusieron, las cosas a veces pasan igual. Pasa en todos lados. Y sé que para el público es muy fuerte que pase en nuestro ámbito, es algo que pasó y se tiene que resolver en la Justicia ya. Mediáticamente se hizo todo, pero tiene que venir un juez y cerrar esto.
FV: A mí me ayudó muchísimo este momento que estamos viviendo, y a partir de lo que pasó me di cuenta de que tenía una cabeza bloqueada, o no me detenía a pensar por la vorágine de ir armando mi carrera. Siento que evolucioné, encontré amigas a partir de esto. Todos los días hablamos del tema, y cada vez aprendo más. En otras partes del mundo valoran muchísimo lo que pasa acá.