En los últimos años, el vínculo que relaciona a la sociedad argentina con la Justicia tiene todas las características de un matrimonio mal avenido. Frente al crimen aberrante, al estafador consuetudinario, al mostacero, al descuidista, al perpetrador compulsivo, la respuesta que se le brinda lejos está de conformar al hombre de a pie generando un sentimiento de desconcierto y de decepción respecto a la forma en que se administra Justicia y el modo en el que se aplica el Derecho en el caso concreto.
“A todo esto debemos agregarle que se necesita un cambio de paradigma en lo que es el régimen judicial, fundamentalmente Penal, de la República Argentina, donde la liturgia judicial exhibe procesos que se forman al ritmo de un minué barroco, con movimientos lentos y parsimoniosos".
"La lentitud asegura una mala calidad de las decisiones y garantiza el olvido, lo que termina consagrando impunidad. En este escenario, el teorema se invierte y la Justicia se volatiliza. Hace pocos días un virtuoso, un pensador destacado, periodista, escritor, Mempo Giardinelli, decía “la necesidad de una reforma Constitucional profunda y popular de la que resulte una nueva Constitución Nacional y una reforma Judicial absoluta, tendiente a sustituir el corrompido e incorregible Poder Judicial vigente por un Sistema de Justicia Transparente y ágil al Servicio de la Nación”.
"Esto es volver a lo arcaico, a lo primitivo. Sin un poder Judicial no se puede concebir la idea de República, Derecho o Democracia, es condenar a la sociedad a convivir de una manera incivilizada. Es necesario honrar la perspectiva conocida como realismo Jurídico, en donde el Derecho es socialmente útil en la medida en que esté involucrada la moral colectiva", afirma.
"Y la moral colectiva está demandando una Justicia comprometida, independiente y que ofrezca una respuesta en tiempo real. Sin embargo, una luz de esperanza aparece en el horizonte en medio de 900 modificaciones que han alcanzado a nuestra Ley fondal, el Código Penal de la Nación Argentina, que tiene más de 100 años de vida".
"Hoy, asistimos a un flagelo que no solamente viola las Leyes de una Nación, ofende a Dios, sino que compromete el destino de una república que es la corrupción y la industrialización de este flagelo de acuerdo a lo que dice el Art. 75 Inc. 22 y 36. Es un atentado contra el orden democrático, la otra cara del Golpe de Estado, y la respuesta a partir de numerosas respuestas que se han introducido a la Ley fondal y, por supuesto, las que están en la Comisión de Reforma están a punto de ser aprobadas, significa la mejor y más poderosa respuesta para acompañar a una sociedad que se encuentra sedienta de Justicia”, reflexiona el Dr. Carlos Raúl Nayi.
Él junto a sus socios Dr. José Amado Nayi y la Dra. Soledad María NASER, además de un prestigioso grupo de abogados colaboradores, lleva adelante todos los casos del Estudio JuridicoNayi. Cabe destacar la publicación del libro ““Corradini, hasta que tu muerte nos separe” de Carlos Raúl Nayi y Luis Hernán López, sobre un caso que ha conmovido a la sociedad cordobesa y cuyas regalías fueron donadas para la fundación del sacerdote Mariano Berlín que lucha por recuperar a los jóvenes del flagelo de las drogas.
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