Respecto de las acusaciones que vierte en contra de rescatistas y a favor de la actividad del carro de tracción a sangre Juan Grabois, referente del Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE) y de la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP) que publicara en este medio, con fecha 17 de septiembre de 2018, las ONG y Asociaciones abajo firmantes sostenemos que “el trabajo en carro sí es delito porque no respeta la Ley penal nacional 14.346 contra maltrato y crueldad animal”.
Todos los días, en todo el país caen desplomados cientos de caballos reventados por cansancio, lesiones, golpes, tortura, hambre y sed. Sus cadáveres son abandonados a la vera de rutas y calles o tirados en arroyos que atraviesan barrios carenciados provocando contaminación, siendo un atentado contra la salud pública.
La Declaración de Cambridge sobre la conciencia suscrita en 2012 por notables neurocientíficos, deja claro que los animales son seres sintientes y autoconscientes. La justicia argentina ya dio pasos en este sentido.
En consecuencia, los caballos atados y esclavizados a carros, no son una herramienta de trabajo que se pueda destruir y descartar. El “core business” que caracteriza a la actividad del carro es la crueldad animal. Tenemos sobrada evidencia que incluso ha circulado en medios televisivos que describe el “método carrero” de torturar a un caballo que cae desplomado por cansancio y el peso que acarrea, al que infligen dolor cruelmente para que se levante y siga traccionando. Como actividad de ocio, los mismos animales son usados para cinchadas de carro y para correr picadas.
El carro es un artefacto ilegal que se fabrica con autopartes adquiridas en el mercado ilegal, como por ejemplo los neumáticos, sin medidas de seguridad ni control alguno. No se controla su fabricación, ni es un vehículo autorizado ni verificado: circula sin VTV. Hay constantes accidentes con carros a caballo que circulan por la vía pública incluidas las autopistas y asimismo de noche y sin luces.
Esta actividad tampoco respeta la Convención sobre los Derechos del Niño (CDN) de jerarquía constitucional que protege sus derechos humanos básicos:el derecho a no trabajar, a la salud, a la educación y a no impedir su desarrollo físico, mental o moral. La vida de los niños arriba de un carro está en sumo riesgo porque además en contacto con elementos tóxicos y/o cortantes.
El caballo (muchas veces potrillos, yeguas preñadas, petisos y ponys) va desnutrido y caquéxico ya que come en basurales a cielo abierto, sin herrar ni vacunar, convirtiéndolo en vector de pandemias como la AIE. Comen bolsas de plásticos, pañales, piedras, ramas e incluso se han encontrado clavos y toda esta basura le provocan cólicos y la inevitable muerte. Pero esto no importa ya que pronto el círculo vicioso del robo de caballos o cuatrerismo consigue otro fácilmente. Estos caballos golpeados, ciegos y tuertos por puñetazos y cadenazos, son alquilados 24 hrs para traccionar. Cuando ya no sirven son enviados a la faena legal o clandestina.
Grabois agravió a los rescatistas calificándolos de “caretas”. Los rescatistas -cuyos derechos humanos el Estado no garantiza y también están siendo vulnerados a diario por este vergonzante flagelo- tratan de salvar de la muerte y la agonía a los caballos descartados. Cuando se rescata un caballo, se pone en movimiento un operativo en donde muchas personas intervienen sin otro objetivo que darle una última oportunidad a ese ser noble que siente y sufre. Las ONG nos mantenemos únicamente con donaciones de particulares. No recibimos de parte del Estado ningún tipo de ayuda o aporte a diferencia de Grabois cuyas organizaciones son subsidiadas con nuestros impuestos.
Grabois agravia y difama vilmente a los rescatistas calificándolos de deshumanizados que odian al pobre y a sabiendas de que en su mayoría son mujeres, su violencia verbal deviene en violencia de género. Otra vez se equivoca. Desde varios municipios a pedido de las ONG se ha intentado reconvertir el “trabajo” en carro con su sustitución por un motocarro. Grabois debería explicar a la opinión pública por qué su sindicato se negó a la reconversión y por qué su “pool” de abogados presento amparos para impedir que los carreros dignifiquen su trabajo y sus vidas. Grabois: leyó la encíclica “Laudato Si” de su amigo el Papa? En ella Francisco sostiene que la dignidad humana va de la mano de la dignidad animal.
Cada día hay más conciencia en la opinión pública sobre la defensa de los derechos de los animales. Tenemos esperanza y para eso donamos nuestro tiempo y esfuerzo en salvar toda vida incluyendo la de los hijos de los carreros. Hemos presentado proyectos legislativos para reconvertir y prohibir la TAS a nivel nacional, provincial y municipal que cuentan con apoyos políticos. Tenemos apoyo internacional, en Europa y América Latina. No estamos solos. Cada día somos más. #NoMasTAS.
* Caballos de Quilmes -Rosario sin TAS- SOS Caballos de Santa Fe- Aluisa-Adepra-Proyecto Galgo Argentina-Dra. Laura Velasco. Directora Instituto derecho animal del colegio de abogados de CABA- Sin zoo-Asociación protectora San Fracisco de Asis- Proyecto 4 Patas- Crre- Fundación Amora.