El reconocimiento facial por parte de los equipos informáticos y una mayor interacción de lo físico con el mundo digital serán las dos principales tendencias tecnológicas para este año, según el informe Fjord Trends 2018 que elaboró a nivel internacional la consultora Accenture.
“Tenemos cuerpo y mente, y toda automatización tiene que tener en cuenta estas dimensiones. Las marcas que desarrollen experiencias que integren estos dos mundos son las que van a tener más éxito”, enfatizó la jefa de Servicios de Diseño de Accenture para Hispanoamérica, Carolina Coppoli. Por su parte, el informe Fjord Trends señala respecto de esta confluencia: “Un creciente número de empresas (principalmente digitales) está poniendo mayor énfasis en la presencia física mientras aprovechan al máximo los datos digitales para mejorar la experiencia”.
El texto enmarca esta revalorización de lo sensible como respuesta a la “angustia” que siente el usuario al descubrir su “adicción a las pantallas”. “Los mercados tienen siempre un cisne negro y la única forma de descubrirlo es con la empatía”, amplía Coppoli.
En cuanto a la mencionada expansión del reconocimiento facial, Fjord Trends 2018 ejemplifica la tendencia con el nuevo modelo de iPhone que permite identificar los gestos del usuario para desbloquearse.
El informe hace referencia a usos un tanto más complejos, como por ejemplo Nanit, un monitor para bebés que observa al niño dormir a través de una cámara, luego procesa los datos y brinda información sobre la calidad del sueño.
Simplificación. “El reconocimiento facial y los boots que hagan lo propio con la voz van a eliminarles a los usuarios un montón de pasos engorrosos que tienen que hacer frente a determinadas experiencias”, adelanta Coppoli. Precisamente, esta automatización de pasos es parte de una tendencia que llegó para quedarse: todas aquellas tareas que sean repetitivas y puedan ser realizadas por máquinas van a prescindir del ser humano. “No se eliminarán trabajos sino que se reconvertirán”, advierte.
Además de la integración entre lo físico y lo virtual y los avances en materia de reconocimiento facial, el documento augura que el año que se inicia tendrá, en materia de tendencias, otras cinco características: los consumidores serán cada vez más esclavos de los algoritmos, existirá una mayor reconversión en el ámbito laboral por el avance de la informática, habrá un aumento en la transparencia de las organizaciones (apalancado por la megabase de datos virtual conocida como Blockchain), se incrementará la idea de consumo ético por parte de los usuarios (lo que obligará a las marcas a no ser neutrales en materia de sensibilidad social) y se producirá una aceleración en los cambios en materia de diseño y marketing, que obligará a las marcas a una innovación permanente.