El presidente de Bolivia, Evo Morales, renunció este domingo 10 de noviembre después de tres semanas de protestas contra su polémica reelección el 20 de octubre y tras perder el apoyo de las fuerzas armadas y la Policía. Hasta hace apenas unas semanas, Morales estaba seguro de que sería reelecto, pese a la oposición popular, para gobernar hasta el año 2025.
Pudiendo retirarse de la carrera política con un alto índice de popularidad, Morales se empeñó en seguir en el poder, aún cuando en un referéndum en 2016 la población se manifestó en contra de su reelección. Sin embargo una gran mayoría reconoció hasta el final que este primer presidente indígena de Bolivia trajo progreso económico y social a una de las tres naciones más pobres de América Latina.
En sus casi 14 años en el poder demostraba astucia política, empatía con los pobres y buen manejo de la bonanza económica derivada de la exportación de materias primas a China. Pero su polémica reelección en la primera vuelta del 20 de octubre, calificada de fraudulenta por la oposición, hizo que miles de bolivianos salieran a las calles a exigir su renuncia. "Estamos dejando a Bolivia con muchas conquistas sociales", dijo Morales en un mensaje a la nación por televisión donde anunció su renuncia el domingo.
La oposición le reprocha a Morales un carácter ambicioso que le impide reconocer errores, y le acusaba de liderar un gobierno antidemocrático que estaba convirtiendo al país en una "segunda Venezuela", mientras sus seguidores, en cambio, le atribuían el don de la infalibilidad. Calificado como un “zorro político”, Evo logró aprovechar, principalmente, la prosperidad económica, tras decretar la nacionalización de los hidrocarburos, meses después de instalarse en el poder.
El vicepresidente Álvaro García Linera, quien lo acompañó desde 2006, aseguró en el pasado que "el presidente Evo es la unidad del cuerpo de Túpac Katari (líder aymara descuartizado en 1781) y que "es la resurrección del pueblo indígena". Y este domingo tras la renuncia prometió, parafraseando una famosa arenga de Katari antes de ser ejecutado por rebelión: "Vamos a cumplir la sentencia de Túpac Katari, volveremos y seremos millones".
A continuación, los hechos significativos de la crisis:
— Elección presidencial. El 20 de octubre los bolivianos acuden a las urnas para elegir presidente. El presidente Evo Morales, primer jefe de Estado indígena en Bolivia y en el poder desde hace 13 años, busca un cuarto mandato, pese a que esa posibilidad fue rechazada en un referéndum en 2016, antes de ser avalada por la justicia. El expresidente Carlos Mesa aparece como el candidato en carrera para enfrentarlo en una eventual segunda vuelta.
— Hacia un balotaje. En la noche de la elección, Morales lidera el conteo con el 45,28% de los votos frente a Mesa (38,16%), pero los números pronostican una segunda vuelta, algo sin precedentes en la carrera del presidente, con el 84% del escrutinio.
Para evitar un balotaje, el candidato principal debe obtener una mayoría absoluta o al menos el 40% de los votos con una diferencia de 10 puntos porcentuales sobre el segundo. La oposición y los observadores internacionales critican el lento ritmo de las autoridades para proporcionar el resultado final, temiendo un posible fraude.
— Se inician manifestaciones en las calles. El lunes 21 de octubre, el Tribunal Supremo Electoral (TSE) otorga el 46,4% de los votos a Morales, contra 37,07% para Mesa, con el 95,63% del conteo realizado. La brecha se acerca a los 10 puntos necesarios para ganar en primera ronda. Mesa denuncia "fraude".
— Arde la calle. En varias regiones estallan incidentes violentos, que incluyen incendios, enfrentamientos con la policía y saqueos. Manifestantes queman tres oficinas regionales del TSE en Potosí, Sucre y Cobija. El 22, organizaciones ciudadanas convocan a una huelga general por tiempo indeterminado.
El 23, Morales denuncia que "está en proceso un golpe de estado", por parte de la derecha boliviana, con apoyo internacional. La huelga, replicada en todo el país, es salpicada de incidentes entre partidarios de ambos lados.
— Victoria oficial. El viernes 25, tras los resultados finales, Morales es declarado oficialmente ganador con el 47,08% de los votos frente a 36,51% de Mesa. La oposición, la Unión Europea, Estados Unidos, la Organización de Estados Americanos (OEA), Colombia y Argentina demandan una segunda vuelta electoral mientras los bloqueos de calles y enfrentamientos continúan. El 27, Morales descarta cualquier "negociación política".
— Auditoría de la OEA. El lunes 28, la protesta se intensifica con numerosos bloqueos y enfrentamientos con la policía o entre simpatizantes y opositores de Morales. El 31, comienza una auditoría de la OEA sobre el recuento, solicitada por el gobierno pero rechazada por la oposición.
— Camacho lidera el desafío. El 2 de noviembre, Luis Fernando Camacho se erige como el rostro más visible y radical de la oposición, al llamar al ejército y la policía a "ponerse del lado de la gente" e instar al presidente a renunciar. Morales llama a las fuerzas armadas a "servir al pueblo boliviano" manteniéndose cerca de su gobierno.
El 4, Mesa exige que se celebre una nueva votación. El 6, tienen lugar violentos enfrentamientos en Cochabamba y bloqueos en otras partes del país. En Vinto (centro del país), manifestantes prenden fuego el ayuntamiento y obligan a la alcaldesa a caminar descalza por el pueblo, cubierta de pintura roja, bajo insultos y amenazas.
— Motines. El viernes 8 de noviembre, tres unidades policiales se amotinan en Cochabamba, Sucre y Santa Cruz. Se observan escenas de fraternización entre policías y manifestantes en La Paz y la rebelión se extiende a otras regiones del país. Morales denuncia un golpe de Estado "en curso", pero el gobierno descarta una operación militar contra los amotinados.
— Renuncia. El 10, Morales anuncia que convocará "nuevas elecciones nacionales que, mediante el voto, permitan al pueblo boliviano elegir democráticamente a nuevas autoridades". Poco antes, al dar a conocer el informe preliminar de su auditoría, la OEA había exigido la anulación de las presidenciales de octubre y la realización de nuevos comicios. La organización aseguró haber encontrado varios "irregularidades" en su análisis de los comicios.
Dos ministros y el presidente del Congreso renuncian después de que sus partidarios sean atacados por partidarios de la oposición. Por otra parte, las Fuerzas Armadas y la Policía instan a Morales a dimitir para "pacificar el país". Finalmente, desde su región natal en el centro de Bolivia, Morales anuncia su renuncia después de casi 14 años en el poder.
— El informe de la OEA. Horas antes de la renuncia, el informe de la auditoría realizada por la Organización de Estados Americanos (OEA) sobre la elección general describió irregularidades por las que recomendaba que que fuera “anulada” y llamó a convocar a nuevos comicios "confiables", con un órgano electoral de "nueva composición".
Estas son las principales conclusiones de la auditoría de la OEA:
- "El equipo auditor no puede validar los resultados de la presente elección, por lo que se recomienda otro proceso electoral. Cualquier futuro proceso deberá contar con nuevas autoridades electorales para poder llevar a cabo comicios confiables".
- "La primera ronda de las elecciones celebrada el 20 de octubre pasado debe ser anulada y el proceso electoral debe comenzar nuevamente, efectuándose la primera ronda tan pronto existan nuevas condiciones que den nuevas garantías para su celebración, entre ellas una nueva composición del órgano electoral".
- "En los cuatro elementos revisados (tecnología, cadena de custodia, integridad de las actas y proyecciones estadísticas) se encontraron irregularidades, que varían desde muy graves hasta indicativas. Esto lleva al equipo técnico auditor a cuestionar la integridad de los resultados de la elección del 20 de octubre pasado".
- "Teniendo en cuenta las proyecciones estadísticas, resulta posible que el candidato Morales haya quedado en primer lugar y el candidato Mesa en segundo. Sin embargo, resulta improbable estadísticamente que Morales haya obtenido el 10% de diferencia para evitar una segunda vuelta".
- "Las manipulaciones al sistema informático son de tal magnitud que deben ser profundamente investigadas por parte del Estado boliviano para llegar al fondo y deslindar las responsabilidades de este caso grave".
- "La existencia de 1.575 actas TREP (sistema de conteo rápido, NDR) en el cómputo final, corresponde a un aproximado de 350 mil votos. El margen de victoria en primera vuelta es menor a 40 mil votos. Por lo tanto, una irregularidad de estas dimensiones es determinante para el resultado. Por estas razones el equipo auditor no puede validar una victoria en primera vuelta".
- "En el último 5% del cómputo, 290.402 votos fueron contabilizados. De estos, Morales ganó 175.670, es decir un 60,5% de los votos, mientras Mesa obtuvo solamente 69.199 votos es decir un 23.8%. En otras palabras, en el último 5% de votación, Morales incrementa el promedio de votación en un 15% comparado con el 95% anterior, mientras Mesa cae en una proporción prácticamente igual. Este comportamiento es muy inusual".
- "La existencia de actas físicas con alteraciones y firmas falsificadas también impacta la integridad del cómputo oficial".
D.S.