El ultimátum lanzado por los comités cívicos opositores al presidente Evo Morales para que deje su cargo venció este lunes por la noche, lo que acrecienta la crisis política y social en Bolivia. En medio de masivas manifestaciones a favor y en contra del mandatario, los líderes opositores redactaron la carta de renuncia que Morales debería firmar este martes.
El sábado por la noche, el líder del Comité Cívico Pro Santa Cruz, Luis Fernando Camacho, fue quien hizo el anuncio de la decisión conjunta con otros comités de darle 48 horas al presidente para que abandone el poder. Estos grupos no reconocen el triunfo en primera vuelta de Morales en las elecciones del pasado 20 de octubre y denuncian fraude. Camacho no especificó qué acciones se tomarán si el mandatario ignora el ultimátum.
En un acto público, Camacho dijo que este martes se presentará en el palacio presidencial para exigir a Morales su renuncia: “No estoy yendo con las armas, voy con la fe y esperanza. Con una biblia en mi mano derecha y una carta de renuncia en mi mano izquierda”, manifestó. Recordó además que cuando Morales asumió su mandato dijo que no habría un solo muerto en su gestión e hizo memoria de las muertes en de opositores esta semana a manos de grupos afines al gobierno.
"Estas dos víctimas de sus declaraciones fueron provocadas por militantes activos de su partido político. Estas dos últimas víctimas fueron las que motivaron la solicitud de renuncia", señaló Camacho. Dirigiéndose a Morales, Camacho señaló que la pacificación está en sus manos: "Mire las calles, los movimientos sociales le piden que renuncie por el bien del país, somos un movimiento pacífico ciudadano, queremos darles la paz sin levantar una sola arma”, le aseguró.
Fuerte presión a Morales: "Es un tirano"
El objetivo de Camacho es llegar mañana a La Paz y bajar hasta la Plaza Murillo acompañado de movimientos cívicos y sociales y aseguró que “no se moverá, hasta lograr la firma de renuncia” de Morales. “No tengo problemas que allá se tome mi vida o libertad, no olvidemos que Santa Cruz tiene que estar fuerte, tiene que tomar las calles”, señaló. “Les aseguro que Dios me va a traer con la carta firmada y estaremos de rodillas, dándole gracias a Dios”, agregó a la multitud.
Evo Morales es "un presidente tirano que solo busca someter a su pueblo", dijo Camacho a la multitud.
Por su parte, el expresidente Carlos Mesa –candidato a la presidencia– acusó a Morales de llevar al país a una situación límite por no tener valor para renunciar. “Evo Morales tiene en sus manos la pacificación del país y la salida democrática a la crisis. Morales no tiene el valor para hacerlo y está provocando el pedido de su renuncia, llevando al país a una situación límite”, advirtió al leer en La Paz un comunicado de la alianza opositora Comunidad Ciudadana.
El gobierno contraataca: "Quieren sangre y muerte"
Este lunes, Evo Morales convocó a las “fuerzas sociales” que lo apoyan para hacer frente a los grupos opositores. El ministro de Gobierno (Interior), Carlos Romero, aseguró por su parte que los opositores al gobierno quieren "sangre" y "muerte", tras el llamado de Camacho a los militares a intervenir en la crisis política.
"El que pide la intervención militar está pidiendo sangre, está pidiendo muerte", sostuvo. "Nosotros confiamos absolutamente en las Fuerzas Armadas. El que va a tocar las puertas de las Fuerzas Armadas está buscando sangre", agregó Romero al canal TV Gigavisión.
La presidenta del Senado, Adriana Salvatierra (oficialista), en tanto, dijo a la prensa que “queda claro que Camacho optó por una línea radical, que no será capaz de cumplir, que daña la economía del país” y que “está impulsando una aventura golpista”. La senadora del MAS (el partido de Morales) dijo que por la radicalidad de los planteamientos de Camacho no cumple con las expectativas de sus seguidores: “Hoy el señor Camacho ha propuesto radicalizar las medidas y han sido puestas en evidencia sus falencias y la inviabilidad de sus propuestas”.
El canciller boliviano, Diego Pary, denunció este lunes un intento de derrocamiento en curso en su país, al comparecer ante la Organización de los Estados Americanos (OEA): “Hay un golpe de Estado en camino que pretende quebrantar la vida democrática de Bolivia llevándonos al caos y al enfrentamiento”. Pary citó como evidencia "la agresión selectiva de la ciudadanía y a las fuerzas de seguridad”, así como “el llamamiento a levantarse a las Fuerzas Armadas y a la Policía Nacional” y “la conminatoria bajo amenaza al presidente Morales de dejar el gobierno en 48 horas”.
D.S.