La canciller de Alemania, Angela Merkel, decidió el pasado miércoles 24 de marzo dar marcha atrás al endurecimiento de las restricciones contra el coronavirus durante la Semana Santa. La relajación de la cuarentena tiene lugar tras las críticas recibidas por la falta de claridad y las consecuencias del plan.
En un discurso, Merkel hizo un mea culpa. "Un error debe llamarse error y, sobre todo, debe corregirse". "Este error es únicamente mío", admitió y pidió "perdón a los alemanes", antes de acudir a la Bundestag (Cámara baja del parlamento), para una sesión de preguntas.
Según la canciller, la idea del endurecimiento de las medidas contra el coronavirus durante Semana Santa (del 1 al 5 de abril) fue pensada "con las mejores intenciones", para “desacelerar y revertir la tercera ola de la pandemia”, pero "no se puede hacer en un lapso corto". “Sé que esta propuesta causó una incertidumbre adicional, lo lamento profundamente”, añadió.
La tercera ola de coronavirus se volvió muy complicada para Merkel, cuyo partido (Unión Demócrata Cristiana de Alemania) se encuentra en caída libre en las encuestas, hasta el punto de volver a barajar las cartas a seis meses de las elecciones que marcarán el final de sus 16 años al mando de Alemania. En tal sentido, de acuerdo con la canciller, la variante británica puso en una "nueva pandemia" a Alemania, que superó las 75.000 muertes por Covid-19.
Un día después del primer anuncio, Merkel convocó a los principales responsables políticos de los estados-regiones de Alemania para anunciar la marcha atrás. Las autoridades habían pactado que, entre el 1 y el 5 de abril, se endureciesen aún más las actuales restricciones que rigen en principio hasta el 18 de abril. Durante esos días, estaba previsto que cerrarían prácticamente todos los comercios, y los oficios religiosos estarían permitidos solo por videoconferencia.
Esta “pausa” fue criticada por diversos sectores, desde asociaciones de comerciantes por el impacto económico hasta los cristianos privados de misas presenciales.
Prohíben en Alemania y Austria los barbijos de tela o tapabocas caseros
Desde el Gobierno, el ministro del Interior conservador de Baviera, Horst Seehofer, expresó que estaba "asombrado de que, entre todos los partidos, sean aquellos cuyo nombre tienen una C (de cristiano) los que sugieran que las iglesias se abstengan de celebrar servicios".
A su vez, los diputados conservadores CDU-CSU, la alianza de Merkel, se encuentran preocupados por las posibilidades de reelección en los comicios del 26 de septiembre: una encuesta del pasado miércoles da al campo conservador un 26%, 10 puntos menos que a principios de año. La CDU-CSU está en este sondeo acosada por los Verdes, con el 22% de las intenciones de voto, según el sondeo realizado para el canal de información NTV.
CFT/FF