Los ministros de Exteriores de la Unión Europea (UE) se reunieron hoy en Luxemburgo para dar respuestas a la ONU por la fuerte crisis migratoria de la que habla el mundo tras la difusión de la conmovedora foto del niño sirio de tres años que murió ahogado en Turquía.
La Organización de las Naciones Unidas había exortado a los europeos a pedir el reparto obligatorio de al menos 200 mil refugiados solicitantes de asilo entre los 28 miembros de la UE. Por eso, representantes de República Checa, Eslovaquia, Hungría y Polonia mantienen un cónclave.
"Se trata ante todo de una crisis de refugiados, y no sólo de un fenómeno migratorio", dijo el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados, Antonio Guterres. El funcionario afirmó que la gran mayoría de los que llegan a las costas de Grecia proceden de países en conflicto, como Siria, Irak y Afganistán.
Según consignó la agencia AFP, el bloque está dividido sobre cómo responder al flujo de solicitantes de asilo, que desborda las infraestructuras de acogida de varios de sus miembros.
Al llegar a una reunión de dos días en Luxemburgo de ministros de Exterior de la UE, el alemán Frank-Walter Steinmeier exhortó a los europeos a que cesen las "recriminaciones" y cooperen para responder a la crisis migratoria.
"Europa no tiene derecho a dividirse ante semejante desafío. Las recriminaciones no van a ayudar a que este problema sea controlable", dijo.
Italia o Grecia, en la primera línea frente al flujo de migrantes, piden una mayor solidaridad. La Comisión Europea propone desde la primavera (boreal) un reparto obligatorio de solicitantes de asilo entre los 28.
La semana próxima hará nuevas propuestas para que el reparto de los solicitantes de asilo alcance las 120.000 personas. Pero la tarea no será fácil.
Los 28 sólo aceptaron en julio un reparto voluntario de demandantes, sin un mecanismo permanente, y propusieron un total de 32.000 plazas.
La división quedó plasmada con el encuentro en Praga, antes de la reunión de ministros en Luxemburgo, de los titulares de la cartera de Exteriores de cuatro países del Este (Hungría, Polonia, Eslovaquia y República Checa) opuestos a un sistema de cupos.
Por su parte, Alemania ya confirmó que este año recibirá a 800.000 refugiados. Francia lanzó el jueves una iniciativa común destinada a "organizar la acogida de refugiados y el reparto equitativo en Europa" de esas familias que huyen sobre todo de la guerra en Siria.
Desde comienzos de año, más de 350.000 personas han cruzado el Mediterráneo, y más de 2.600 murieron al intentar llegar por mar a Europa, según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
En Hungría la situación sigue tensa. Budapest, que construyó una criticada valla de 175 km para detener las llegadas desde Serbia, decidió este viernes cerrar temporalmente un puesto fronterizo con ese país luego de que 300 migrantes se evadieran de un campamento situado cerca de la frontera.
En paralelo, cientos de inmigrantes salieron a pie este viernes de la principal estación de ferrocarril de Budapest con rumbo "a Austria", distante de 175 km, después de que las autoridades húngaras suspendieran el martes los enlaces ferroviarios internacionales.
Por otra parte, la OIM anunció que al menos 30 personas que zarparon desde Libia estaban desaparecidas en el Mediterráneo luego de la embarcación neumática con entre 120 y 140 personas comenzara a hundirse. Los guardacostas italianos rescateron a 91 personas.
En otro incidente, una lancha de los guardacostas italianos socorrió a una embarcación en dificultades con 106 personas a bordo.