La isla caribeña de Barbados, reconocida por sus playas paradisíacas, su ron, y por ser la cuna de la superestrella mundial Rihanna, dejó de tener una reina como jefa de Estado, que fue reemplazada por una presidenta.
En un momento histórico para la historia de la pequeña nación, este martes (30 de noviembre) Barbados dejó de ser un reino liderado por Isabel II de Inglaterra para ser una república gobernada por su primera presidenta, dame Sandra Mason, hasta ahora gobernadora general del país.
Se asegura que la reina Isabel, de 95 años, está triste por el fin de su reinado, pero una fuente le dijo a The Sunday Times: "Ella sabe que el mundo cambia y sigue su camino, Barbados es un símbolo de eso y lo sigue. Pero habrá un matiz de reflexión y tristeza, ya que está cortando otro vínculo con el pasado".
Isabel II, que seguirá siendo reina de Gran Bretaña e Irlanda del Norte y de otras 14 naciones, envió sus "buenos deseos para su felicidad, paz y prosperidad en el futuro" para la isla en un mensaje para Mason.
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La investidura oficial de Mason en el cargo se celebró a la medianoche en la capital, Bridgetown. "Yo, Sandra Prunella Mason, juro ser fiel y guardar verdadera lealtad a Barbados de acuerdo con la ley, con la ayuda de Dios", dijo la nueva presidenta.
En ese momento, en presencia del príncipe Carlos, el estandarte de la reina Isabel II fue retirado y se izó la bandera de Barbados.
La más joven de las repúblicas del mundo seguirá siendo miembro de la organización de la Commonwealth, como señaló el lunes el primer ministro británico, Boris Johnson, en un comunicado: "Seguiremos siendo amigos y aliados incondicionales, aprovechando las afinidades y conexiones duraderas entre nuestros pueblos y el vínculo especial del Commonwealth", escribió .
Críticas a la presencia del príncipe Carlos
Numerosas voces en Barbados criticaron que se invitara al príncipe de Gales y que se le concediera la Orden de la Libertad de Barbados, el más alto honor nacional.
"La familia real británica es una fuente de explotación en esta región y, hasta ahora, no han ofrecido una disculpa formal ni ningún tipo de reparación por los daños sufridos", dijo Kristina Hinds, profesora de relaciones internacionales de la Universidad de las Indias Occidentales en Barbados. "No veo cómo alguien de la familia puede recibir este premio".
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Para activistas como Firhaana Bulbulia, fundadora de la Asociación Musulmana de Barbados, el colonialismo británico y la esclavitud son responsables de la inequidad moderna de la isla: "La desigualdad económica, la capacidad de poseer tierras e incluso el acceso a los préstamos bancarios tienen mucho que ver con las estructuras construidas a partir de la dominación británica", afirma.
Unos 100 activistas, que exigen las disculpas de la Monarquía británica, recibieron al príncipe Carlos, de 73 años, a su llegada a Bridgetown. El organizador de la manifestación, David Denny, dijo a la prensa que la presencia del futuro rey es "un insulto". "La Familia Real se benefició de la esclavitud en Barbados. Estoy enojado", dijo.
Denny, secretario general del grupo de campaña Caribbean Movement for Peace and Integration, agregó: "No se trata solo de dinero, se trata de una disculpa y ayuda. Se necesitan reparaciones para transformar nuestra sociedad".
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Isabel I, reina de Inglaterra de 1558 a 1603, fue fundamental para establecer la trata de esclavos británica y la isla de Barbados se convirtió en la primera sociedad esclavista británica.
La élite gobernante británica reclamó el control de la isla en 1625. Hicieron grandes fortunas con las plantaciones de algodón, añil, tabaco y caña de azúcar, mientras que los esclavos obligados a trabajar en ellas fueron clasificados como "infrahumanos".
"Barbados no debería honrar a una familia que asesinó y torturó a nuestro pueblo durante la esclavitud. Las ganancias crearon las condiciones financieras para que la Familia Real aumentara su poder. El príncipe Carlos no se merece ningún premio del pueblo de Barbados. Debería disculparse", reclamó.
El activista agregó: "Nuestra posición es muy clara: el pueblo de Barbados y nuestros antepasados han sufrido bajo las manos de la explotación británica, que se organizó a un nivel muy alto".
Cinco millones fueron llevados al Caribe, de los cuales 600.000 terminaron en Barbados
Lalu Hanuman, del Movimiento 13 de junio de 1980, dijo: "Mucha gente no se da cuenta de los vínculos entre la Familia Real y la esclavitud. Sus manos están empantanadas en ella. Y una parte sustancial de su riqueza provino de ella".
"El Palacio de Kensington fue construido directamente a partir de la trata de esclavos por el rey Guillermo III", dijo la activista. "Antes de eso, Isabel I otorgó una carta real a Sir John Hawkins y le proporcionó barcos para el comercio de esclavos. Ella también le dio su propio escudo de armas, que representaba a una persona africana encadenada".
El comercio de esclavos significó que 12 millones de africanos fueran arrebatados de sus países. Cinco millones fueron llevados al Caribe, de los cuales 600.000 terminaron en Barbados. Después de que se aboliera el vil comercio en 1833, los ex propietarios de esclavos, incluidos los familiares de la realeza, fueron compensados. Pero los esclavos no consiguieron nada.
El príncipe Carlos calificó el papel de Gran Bretaña en la esclavitud como una "atrocidad" durante una visita a Ghana en 2018, pero no reconoció la participación de su familia en ella.
Para Aidan Taylor, un descendiente de esclavos de 64 años que conoció al príncipe Carlos durante su última visita en 2019, la familia real debería pagar y admitir que se equivocaron. "Cinco generaciones de mi familia fueron esclavizadas en la plantación Ayshford y la plantación Lion Castle y murieron allí", acusó durante una manifestación en la Plaza de la Independencia de Bridgetown.
Quién es Sandra Mason, la nueva presidenta de Barbados
Sandra Mason fue la primera mujer admitida en el colegio de abogados de Barbados. Su carrera comenzó como maestra, secretaria y luego abogada, hasta finalmente convertirse en gobernadora general, o representante ante la reina, en 2018.
Como presidenta, Mason ocupará el cargo más alto del país y sus poderes ya no estarán en manos de la reina Isabel. Pero sus funciones serán en gran parte ceremoniales, en la mayoría de los casos requiriendo la firma conjunta de la primera ministra.
Nacida en el distrito de clase trabajadora de St. Philip, Mason, ahora de 72 años, le da crédito al sistema de educación pública de Barbados por sus logros estelares. "La educación en Barbados es gratuita", subrayó. "Puedes lograr lo que quieras, y por eso, sentí que me correspondía (...) devolver algo".
En 1973 obtuvo un título en derecho en la Universidad de las Indias Occidentales (UWI), la única universidad pública del país, y fue convocada al colegio de abogados en 1975 como abogada en ejercicio. En 1997, se convirtió en Secretaria de la Corte Suprema.
En 2020, Mason pronunció el "discurso del trono" anual, escrito por la primera ministra, donde declaró que había llegado el momento de "dejar completamente atrás nuestro pasado colonial". "Los barbadenses quieren un jefe de Estado de Barbados (...) Esta es la máxima declaración de confianza en quiénes somos y en lo que somos capaces de lograr", decía el texto de la primera ministra Mia Mottley.
Entre sus pasiones políticas está el sueño de una versión caribeña de la Unión Europea: "Soy una fanática de lo caribeño. Creo en la integración regional, creo que es algo que tiene que concretarse", expresó Mason.
Barbados seguirá siendo miembro de la organización de la Commonwealth, como señaló el lunes el primer ministro británico, Boris Johnson, en un comunicado. "Seguiremos siendo amigos y aliados incondicionales, aprovechando las afinidades y conexiones duraderas entre nuestros pueblos y el vínculo especial del Commonwealth", escribió.