Luis Arce, delfín del exmandatario Evo Morales y candidato del Movimiento al Socialismo (MAS), ganó la elección presidencial de Bolivia en primera vuelta con 52,4% de los votos, según un conteo rápido divulgado por el canal de televisión Unitel.
Con una diferencia inesperadamente abultada, Arce se impuso al expresidente Carlos Mesa, que obtuvo 31,5%, y garantizó la vuelta al poder del MAS, luego de la turbulenta renuncia de Morales en noviembre de 2019 en medio de denuncias de fraude en los comicios.
El candidato afirmó que Bolivia "ha recuperado la democracia" tras ganar este domingo las elecciones presidenciales en primera vuelta y prometió que conformará un gobierno de "unidad nacional".
Bolivia "ha recuperado la democracia, quiero decirle sobre todo a los bolivianos, hemos recuperado las esperanzas", dijo Arce en rueda de prensa junto a su vicepresidente David Choquehuanca. "Vamos a trabajar para todos los bolivianos, vamos a construir un gobierno de unidad nacional", agregó Arce, quien agradeció en Twitter "el apoyo y confianza del pueblo boliviano".
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El expresidente de Bolivia, Evo Morales, reivindicó desde Buenos Aires el triunfo de Arce diciendo: "El MAS ha ganado las elecciones ampliamente, incluyendo la Cámara de senadores y diputados. Bolivia tiene a Arce de presidente".
La presidenta interina, Jeanine Áñez, felicitó a Arce por su triunfo en las elecciones: "Aún no tenemos cómputo oficial, pero por los datos con los que contamos, el Sr. Arce y el Sr. (David) Choquehuanca (candidato a la vicepresidencia) han ganado la elección".
"Felicito a los ganadores y les pido gobernar pensando en Bolivia y en la democracia", tuiteó Áñez, quien asumió el poder hace 11 meses cuando Morales renunció en medio de una convulsión social y acusaciones de fraude electoral.
Cerca de 7,3 millones de bolivianos fueron habilitados para votar en las primeras elecciones que no tienen a Evo Morales como candidato después de 15 años. Bolivia repitió así los comicios generales anulados hace un año en medio de denuncias de fraude a favor de la reelección del entonces presidente, Evo Morales, que son investigadas penalmente y que él niega.
Jeanine Áñez felicitó a Luis Arce por su triunfo electoral en Bolivia
“Tranquilidad” y distanciamiento social
Los recintos electorales en Bolivia comenzaron a cerrar a las 17, hora locales, tras nueve horas de votación. La jornada transcurrió en un ambiente de tranquilidad en el país, con largas filas en algunos recintos, sobre todo en la mañana y hacia el mediodía, por las medidas de bioseguridad exigidas para evitar contagios de la Covid-19.
Uno de los sitios de mayor congestión para la votación fue el colegio Franco-Boliviano de La Paz, donde se observaron filas de electores en varias calles que buscaban acceder a las más de cuarenta mesas habilitadas en ese establecimiento. El el presidente del Tribunal Supremo Electoral (TSE), Salvador Romero, destacó el "ambiente de tranquilidad” que predominó en la jornada y exhortó "a que esta actitud se mantenga en las fases siguientes”, ante los temores de reacciones violentas.
Más de 140 mil votaron en Argentina
El presidente del órgano electoral explicó que el conteo computarizado de las actas debía “avanzar de manera ininterrumpida y desde que llega la primera acta debe comenzar el cómputo y no debe suspenderse mientras exista actas”, remarcó, para evitar una crisis como la desatada en 2019, cuando los comicios fueron declarados un fraude al pausarse el cómputo de votos.
El MAS tuvo su propio sistema de cómputo, tras cuestionar que se haya eliminado un paso como la fotografía de las actas de votación y que las urnas vayan a ser custodiadas por militares, además de policías.
La votación en el exterior siguió la misma normalidad que en Bolivia. En Argentina, casi 143.000 ciudadanos bolivianos empadronados fueron a votar en cifras récord y las colas en muchas escuelas habilitadas fueron extensas. El 75% de la diáspora se concentra en la Ciudad de Buenos Aires y el Conurbano, pero también hubo centros de votación en otras 15 provincias.
Las dudas de Evo
Los comicios del 20 de octubre de 2019 fueron luego anulados entre denuncias de fraude contra Evo Morales, que había sido declarado vencedor para un cuarto mandado seguido y que siempre ha defendido que fue una victoria lícita, mientras un año después sigue el proceso judicial que investiga qué pasó aquel día.
Evo Morales siempre denunció que en noviembre del año pasado se vio forzado a dejar el poder por un golpe de Estado de militares y policías, entre otros. Morales salió entonces abruptamente de Bolivia después de que un informe de la OEA advirtiera que hubo manipulación de resultados, mientras luego otros argumentaron que no fue así.
Morales, quien reside en Buenos Aires desde que fuera derrocado el año pasado, sostuvo hoy que "la prioridad" en el marco del proceso electoral "es exclusivamente la recuperación de la democracia". Además, recordó que considera que el actual Gobierno liderado por Añez es "anticonstitucional" porque no surgió de los votos sino de un golpe militar que forzó su renuncia.
Independientemente de quien resulte ganador del comicio, Morales interpreta que la libre participación de su partido político implica el retorno del marco democrático en Bolivia: "Desde la ciudad de Buenos Aires, este día histórico, domingo, estoy acompañando a nuestro pueblo por el compromiso con la patria, con nuestra democracia y con el futuro de nuestra querida Bolivia, para ejercer su derecho a votar siguiendo los acontecimientos en nuestro país", indicó.
Morales destacó "el espíritu democrático y pacífico con el que se desarrolla la votación" y pidió no caer "en ningún tipo de provocación". "La gran lección que nunca debemos olvidar es que la violencia solo genera violencia y que con ella perdemos todos", remarcó. En ese sentido, llamó "a las Fuerzas Armadas y a Policía para que cumpla con fidelidad su importante rol constitucional".
DS
