“Lo que más quiere Jair Bolsonaro es que Alberto Fernández responda sus provocaciones”. Oliver Stuenkel, profesor de Relaciones Internacionales de la Fundación Getulio Vargas (FGV), suelta la frase, de alto poder simbólico, en un café de Buenos Aires, tras una visita que incluyó reuniones con políticos, académicos y periodistas. “Para él es importante tener enemigos externos, para dejar en claro que Brasil está bajo amenaza”, aseguró a PERFIL.
—Durante la campaña ya hubo chispazos. ¿Cómo será la relación bilateral si Alberto es electo presidente?
—Vamos a pasar por un momento muy difícil, de mucha provocación. Lo más importante es que Fernández no responda, porque esto no ayuda a nadie, solo a Bolsonaro. Cuando él intenta transformar a Argentina en una amenaza socialista, lo hace porque cree que sería excelente tener una en el Norte y otra en el Sur, para sustentar la imagen de Brasil como defensor de la libertad y los valores cristianos de Occidente. Lo más importante es que Argentina pueda identificar los adultos en la sala en el gobierno brasileño que también quieren proteger esta relación: Tereza Cristina, de Agricultura; Marcos Troyjo, el viceministro de Comercio Exterior y Relaciones Internacionales; y el vicepresidente Hamilton Mourão.
—¿Quién está ganando la batalla al interior del gobierno: los antiglobalistas, los militares o los neoliberales?
—El grupo que se mantiene como el más poderoso es el de los antiglobalistas. Los militares muchas veces reaccionan, apagan incendios. Quien controla el discurso es el primer grupo. Las convicciones personales de Bolsonaro y sus hijos están ahí. Bolsonaro hará todo para proteger a sus hijos. Ahora está priorizando eso sobre la batalla contra la corrupción, que dejó de ser una prioridad del gobierno. Los otros grupos tienen que elegir muy cuidadosamente los temas en los que quieren influenciar. Si intentan participar de todas las batallas, perderán.
—Una de sus promesas de campaña fue la reforma previsional. ¿Por qué no pudo aún lograr que la apruebe el Congreso?
—Está avanzando, creo que pasará. Bolsonaro tiene un estilo de articular su coalición muy diferente de otros gobiernos. Crea grupos específicos para cada votación. No es necesariamente el gobierno el que lidera el proceso de la reforma de pensiones. El principal responsable es el presidente del Congreso, Rodrigo Maia. En el fondo, Bolsonaro nunca ha apoyado una reforma de pensiones. Le importa más la guerra cultural, la supuesta lucha contra el comunismo, el globalismo, la teoría de género.
—¿La política exterior de Bolsonaro se basa exclusivamente en una alianza con Estados Unidos?
—La aproximación con EE.UU. es el pilar central de Bolsonaro. La alianza es con Trump. Y con Steve Bannon, que ya no está en la Casa Blanca. La elección de un demócrata o el impeachment de Trump sería una catástrofe para el gobierno brasileño. Perdería su orientación geopolítica, su principal aliado y su inspiración. Las elecciones más importantes para la política brasileña el año que viene no son las municipales, son las de EE.UU.
—¿Qué riesgos hay de que Brasil y Argentina queden atrapados en bandos rivales en la disputa entre Estados Unidos y China?
—Cuando Trump habla con Bolsonaro, le pide que ayude a limitar la influencia de China en América Latina. Estados Unidos presiona para que Brasil prohíba la participación de Huawei en el proceso de construcción del 5G. El 5G es mucho más que telefónos, son autos autónomos, trasporte, telecomunicaciones: la economía futura dependerá de eso. Para Washington Argentina se alejó después de las PASO de EE.UU. y se aproximó a China. Como los norteamericanos están infiriendo que no van a ganar esta batalla en Argentina y Chile, aumentarán la presión sobre Brasil, porque si pierden ahí el continente estará en la esfera tecnológica china. Articulan amenazas muy claras: Brasil dejaría de ser aliado extra OTAN, dejaría de tener un general brasileño en Southcom y no apoyarían su candidatura para la OCDE. Sería el fin del proyecto de aproximación de Bolsonaro.
Intelectual
☛ Oliver Stuenkel es profesor en la Fundación Getulio Vargas.
☛ Habla siete idiomas y es autor del libro Post-Western World.
☛ “Lula es como Cristina. Tiene una base de apoyo elevado, pero un rechazo muy grande. Es posible que su vuelta a la política garantice la supervivencia y reelección de Bolsonaro”, opina.
☛ “No creo que todos los países europeos aprueben el acuerdo UE-Mercosur”.
