INTERNACIONAL
Democracia en riesgo

Caos en Washington: ¿y si en Brasil pasa lo mismo?

Jair Bolsonaro se ufana de ser amigo de Donald Trump, tiene una base de seguidores fanáticos y ya comenzó a denunciar que en las elecciones de 2022 habrá fraude. ¿Se repetirá la historia?

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Trump y Bolsonaro tienen seguidores fanatizados y violentos. | Cedoc Perfil

Crece en Brasil la preocupación ante la posibilidad de que el presidente Jair Bolsonaro imite, como ha hecho en tantas otras cosas, a su admirado Donald Trump y provoque un escándalo en torno a las elecciones de 2022, similar al que el republicano impulsó en Estados Unidos y que alcanzó su clímax en el ataque al Capitolio de este miércoles.

“En Brasil va a pasar lo mismo que en Estados Unidos si tenemos voto electrónico en 2022”, dijo hoy el mandatario, dando por sentado que las denuncias de fraude lanzadas por Trump, y rechazadas por decenas de tribunales, son ciertas.

Desde su asunción, Bolsonaro se ha esforzado en replicar en Brasil las decisiones y actitudes del presidente norteamericano. Entre otras cosas, ataca sistemáticamente a la prensa, niega la gravedad de la pandemia, habla de “virus chino”, se peleó con los gobernadores por los confinamientos y también cuestiona el sistema electoral.

Y al igual que el magnate, tiene seguidores fanatizados que se autoconvocan por las redes sociales y son grandes consumidores de teorías conspirativas y denuncias de todo tipo que circulan en los sitios bolsonaristas. En ocasiones, varios de sus ellos han organizado violentas protestas contra el Congreso y la Corte Suprema de Justicia, que fueron instigadas por el propio presidente.

Así como Trump pasó meses poniendo en duda la legitimidad del voto por correo y “preparando el terreno” para denunciar fraude si perdía, Bolsonaro repite todo el tiempo que el voto electrónico puede ser manipulado, pese a que nunca hubo problemas con el sistema, que Brasil utiliza desde 1996.

En marzo de 2020, el presidente llegó a decir que, en las elecciones de 2018, en las que disputó la segunda vuelta con el petista Fernando Haddad, en realidad se había impuesto en el primer turno pero hubo fraude, aunque nunca presentó las pruebas que aseguró que tenía.

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“Aquí, en Brasil, si tenemos voto electrónico en 2022, vamos a tener un problema peor que en Estados Unidos. El fraude existe. La prensa va a decir, ‘sin pruebas, él dice que el fraude existe’. Pero no le voy a responder más a esos canallas. Yo solo gané en 2018 porque obtuve muchos votos”, aseguró.

“Está lógica del fraude es parecida entre los líderes de extrema en el mundo. Es uma narrativa fácil que explota uma militancia que ya estaba efervescente. A flor de piel”, dijo la especialista em Relaciones Internacionales Esther Solano a la revista brasileña Carta Capital.

Bolsonaro defiende un proyecto presentado en el Congreso brasileño por sus aliados, que pide que por cada voto electrónico se imprima una boleta, lo que permitiría realizar un escrutinio manual de control.

Las declaraciones del presidente sobre las elecciones de 2018 fueron rápidamente cuestionadas por el titular del Tribunal Supremo Electoral (TSE), Luis Roberto Barroso, que destacó que la justicia “lidia con hechos y pruebas, que deben ser presentadas”.

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Por su parte, el vicepresidente de ese tribunal, Edson Fachin, sostuvo en un comunicado que “lo que sucedió en Washington debe ser una señal de alarma para la democracia brasileña”.

Otra vez en la misma línea que Trump, Bolsonaro justificó la violencia de los manifestantes que irrumpieron ayer en el Capitolio de Washington por el “robo” de las elecciones.

“Tenemos que analizar lo que pasó con las elecciones norteamericanas ahora. Básicamente, cuál fue el problema, la causa de toda la crisis: falta de confianza en el voto”, dijo el presidente en una charla con seguidores frente al Palacio de la Alvorada, en Brasilia.

“Allá impulsaron un voto por el correo por causa de la pandemia y hubo gente que votó tres, cuatro veces, votaron muertos, fue una fiesta”, aseguró el mandatario brasileño, repitiendo las denuncias sin fundamento hechas por Trump y parte de su campaña, que la justicia norteamericana rechazó una y otra vez.

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Para Bolsonaro, “la falta de esa confianza es lo que llevó a ese problema que está pasando allá”, en referencia a los violentos incidentes en la sede del Congreso de los Estados Unidos.

La analista Solano advierte que, a los ojos de una base radicalizada de extrema derecha como la bolsonarista, “lo que pasó ayer fue un ejemplo de que puede pasar en otros países. Fue un momento de insubordinación y empoderamiento”.

Solano, que es profesora en la Universidad Federal de San Pablo, cree que lo que se vio ayer en Washington podría repetirse en Brasilia, porque en Brasil “tenemos una base militante radicalizada bolsonarista peligrosa. Si Bolsonaro intentase un ‘golpe’, o sus milicias intentaran repetir lo de ayer en el Capitolio, muy probablemente fracasaría y sería una parodia mundial, un episodio ridículo, pero podría provocar en Brasil otra herida social en una sociedad que está cansada de eso”, concluyó.