La Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) se inició ayer en la capital mexicana con un llamado del presidente de México Andrés López Obrador a “sustituir bloqueos y malos tratos” a los pueblos de América y convertir a la organización “en algo parecido a la Unión Europea”, en un mensaje en el que desacreditó repetidas veces a la Organización de Estados Americanos (OEA).
“Es tiempo de terminar con el letargo planteando ‘una nueva relación’ entre las naciones del área”, afirmó el jefe de Estado, quien llamó a las naciones del subcontinente a abrazar “la opción de respetarnos y caminar juntos por el bien de América sin vulnerar nuestras soberanías”.
Así, planteó que los jefes de Estado se comprometan a respetar las decisiones internas de los pueblos y “que ningún Gobierno se arrogue la facultad a someter a otro país bajo ningún motivo, causa o pretexto, o la utilización de dinero, propaganda sanciones económicas diplomáticas o el uso de la fuerza”.
Y que los desacuerdos sobre democracia y Derechos Humanos “se diriman a petición de las partes en instancias verdaderamente neutrales creadas por los países de América y la última palabra la tengan las agencias especializadas de la Organización de la Naciones Unidas”, agregó.
Asistencias. El encuentro de líderes de la región contó con la asistencia de 17 jefes de Estado y de Gobierno, pero con grandes ausencias, entre ellas las de jefes de Estado conservadores como el brasileño Jair Bolsonario, el colombiano Iván Duque y el chileno Sebastián Piñera. Alberto Fernández, fuerte aliado del gobierno mexicano, canceló a última hora su participación por la crisis que enfrenta su gobierno, que mañana “estrena” un nuevo gabinete.
En cambio, destaca la presencia notable de mandatarios del bloque “izquierdista” como el peruano Pedro Castillo, el venezolano Nicolás Maduro, el cubano Miguel Díaz-Canel y el boliviano Luis Arce.
Los temas abordados en la cumbre serán la distribución de las vacunas y la recuperación económica, con menos acento en asuntos apremiantes como la migración y el crimen organizado. El 16 de septiembre, en la ceremonia de la Independencia de México, López Obrador, hablando en presencia de Díaz-Canel, invitado especial a esta fiesta, solicitó a Joe Biden “actuar con grandeza y levantar el bloqueo económico contra Cuba”.
López Obrador pidió a Biden destinar recursos “en beneficio de los pueblos de nuestra América” con el propósito de “reducir la desigualdad y la violencia en la región, causas principales de flujos migratorios”.
UE. El anfitrión de este cónclave dijo que la ayuda de parte de Estados Unidos y de Canadá “sería primordial para hacer frente a grandes problemas como el Covid-19”, por lo que los instó a “escuchar las propuestas” de sus homólogos de la región. “Imaginemos el gesto de buena voluntad que significaría otorgar vacunas a la mayoría de los países de América y del Caribe que no han podido proteger a sus pueblos frente al Covid por falta de recursos económicos”, expuso.
Por ello, confió en que Biden y la vicepresidenta Kamala Harris, así como el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, “estarán atentos a las propuestas de consenso que logremos establecer en este foro para actuar en bien de nuestros respetables pueblos”.
En su mensaje inaugural, pronunciado en el salón Tesorería de Palacio Nacional, de la capital mexicana, donde despacha y vive, López Obrador dijo que la Celac “se puede convertir en el principal instrumento para consolidar las relaciones entre los países de América Latina y el Caribe”.
“El ideal es el de una integración económica con Estados Unidos y Canadá en un marco de respeto a nuestra soberanía, construir en el continente americano algo parecido a lo que fue la Comunidad Económica que dio lugar a la actual Unión Europea”, para fortalecer el mercado interno, agregó el mandatario.
Otro de los propósitos del encuentro es “armar un plan regional de vacunas y atención contra el Covid-19, crear un fondo contra desastres” y formular “un posicionamiento político” sobre la Organización de Estados Americanos (OEA), a la que López Obrador acusa de “injerencismo”.
La Celac promueve entre los países latinoamericanos y caribeños “una visión de la región como comunidad de naciones, capaz de dialogar y consensuar en temas de interés común. Es el único foro en el que los países de la región tienen una voz unificada por consenso en cuanto a la discusión de los grandes temas globales”, señaló la cancillería mexicana.
