Ya sea por su desarrollo económico, su despliegue hegemónico a escala global, sus avances tecnológicos o por su creciente poderío militar, China está en el centro de la agenda desde hace años. En una entrevista exclusiva con PERFIL, el embajador en Buenos Aires, Zou Xiaoli, revela cómo se ve el mundo hoy desde Beijing, detalla los desafíos que el gigante asiático tiene por delante y explica cómo está la relación hoy con la Argentina.
—¿Cómo se ve el mundo hoy desde China?
—La continua propagación de la pandemia del COVID-19 ha agregado factores de incertidumbre e inestabilidad al mundo que se encuentra sumergido en reajustes y cambios constantes y profundos. Estados Unidos está obsesionado con echar la culpa y promover la manipulación política y un reducido número de países desarrollados hacen muchos compromisos sin cumplirlos, lo que ha contribuido a ampliar la brecha de vacunas en desmedro del combate internacional solidario contra la pandemia. La crisis sanitaria ha deparado consecuencias como el severo impacto en los logros de la reducción de la pobreza a nivel global, la desaceleración del crecimiento económico de los países emergentes, el deterioro de los problemas globales relacionados con el cambio climático, la seguridad alimentaria entre otros, por lo que la recuperación de la economía mundial se enfrenta a condiciones aún más duras. El unilateralismo, el proteccionismo, el hegemonismo y las políticas de fuerza avanzan contracorriente. Algunos países intentan juzgar con parámetros ideológicos, crear pequeños círculos de competencia geográfica, e interferir en los asuntos internos de otros países so pretexto de la democracia y los derechos humanos, con el fin de obstruir su desarrollo.
A pesar de los riesgos y desafíos en la situación internacional, la paz y el desarrollo siguen siendo temas principales de nuestra época. En el contexto de cambios profundos de la correlación internacional de la fuerza, los países emergentes y los en desarrollo, con el constante aumento de su poder, capacidad de desarrollo independiente e influencia internacional, tienen reclamos cada día mayores por un desarrollo del orden internacional en un rumbo más justo y razonable, en tanto que es imparable la democratización de las relaciones internacionales. Con la profundización de una nueva ola de la revolución científica, tecnológica e industrial, los seres humanos están experimentando una era revolucionaria de la información. La ciencia y la tecnología están influyendo más que nunca en el futuro de los distintos países, así como en la vida y el bienestar de los pueblos. Albergamos la esperanza de que el mundo se vuelva mejor y confiamos en que así será. Al mismo tiempo, tenemos la plena conciencia de que, a pesar del porvenir brillante, el camino sigue siendo sinuoso.
El mundo se encuentra una vez más ante una encrucijada histórica. Frente a una serie de problemas trascendentales y retos severos que ponen en juego el destino de la humanidad. El único camino acertado será la persistencia en los valores humanos universales como la paz, el desarrollo, la equidad, la justicia, la democracia y la libertad, así como el fomento de la unidad y la cooperación, en procura de la construcción conjunta de una comunidad de futuro compartido para toda la humanidad. En su discurso en los debates generales de la 76ª sesión de la Asamblea General de la ONU, el Presidente Xi Jinping expuso a plenitud las propuestas, iniciativas y contribuciones de China, haciendo hincapié en la importancia de hacer de las vacunas anti COVID-19 bienes públicos globales a fin de garantizar su accesibilidad y asequibilidad para los países en desarrollo, y la prioridad actual de distribuirlas de forma equitativa y racional a nivel mundial. China se esforzará por proporcionar 2 mil millones de dosis de vacunas al resto del mundo y, sobre la base de la donación de 100 millones de dólares al mecanismo de Covax, donará 100 millones de dosis de vacunas a otros países en desarrollo. Como el Presidente Xi señaló, el desarrollo constituye la clave para conseguir la felicidad del pueblo. Frente a los duros impactos de la pandemia, hemos de trabajar juntos para conducir el desarrollo global hacia una nueva fase equilibrada, coordinada e inclusiva. Para tal fin, propuso la Iniciativa para el Desarrollo Global integrada fundamentalmente por los siguientes elementos: a saber, primero, priorización del desarrollo con miras a forjar asociaciones de desarrollo globales más equitativas y equilibradas; segundo, enfoque centrado en la gente a fin de garantizar y mejorar las condiciones de vida del pueblo y proteger y promover los derechos humanos mediante el desarrollo; tercero, beneficio generalizado e inclusión, con el énfasis en los esfuerzos por resolver problemas como el desarrollo desequilibrado e insuficiente entre y dentro de los países; cuarto, la innovación para el desarrollo con objeto de aprovechar las oportunidades históricas generadas por la nueva ronda de la revolución científica y tecnológica y las transformaciones industriales para llevar adelante un desarrollo a pasos agigantados; cuarto, convivencia armoniosa entre los seres humanos y la naturaleza, con la prioridad en la aceleración de la transición baja en carbono para promover una recuperación y desarrollo verde; quinto, orientación por las acciones para acelerar la implementación de la Agenda 2030 de la ONU para el Desarrollo Sostenible y la edificación de una comunidad global de desarrollo con futuro compartido. El Presidente Xi subrayó que hay que mejorar la gobernanza global y practicar el verdadero multilateralismo. En el mundo sólo hay un sistema, que es el sistema internacional nucleado en torno a la ONU, sólo un orden, que es el orden internacional basado en el derecho internacional, y sólo un conjunto de normas, que son las normas básicas de las relaciones internacionales basadas en los propósitos y principios de la Carta de la ONU.
China avanza hacia "la construcción integral de un país socialista moderno"
Este año es el centenario de la fundación del Partido Comunista de China (PCCh) y también el 50 aniversario de la recuperación del escaño legítimo de la República Popular China en la ONU. Bajo el liderazgo del PCCh, el pueblo chino ha cosechado logros brillantes en busca del resurgimiento nacional, haciendo relevantes contribuciones a la paz y el desarrollo mundiales. Como miembro permanente del Consejo de Seguridad de la ONU, China se ha dedicado a defender resueltamente los propósitos y principios de la Carta de este organismo internacional, así como el papel fundamental de la ONU en los asuntos internacionales. China aboga activamente por la solución política pacífica de las disputas y ha enviado a más de 50.000 personas a participar en las operaciones del mantenimiento de la paz de la ONU, convirtiéndose en el segundo mayor contribuyente del presupuesto ordinario de la ONU y de las cuotas del mantenimiento de la paz. China es el primer país en el cumplimiento de los Objetivos del Desarrollo del Milenio de la ONU, llevando la delantera en la implementación de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, y la tasa de su contribución a la reducción de la pobreza mundial es superior al 70%. China siempre ha seguido el espíritu de la Carta de las Naciones Unidas y la Declaración Universal de Derechos Humanos, aportando en forma significativa al progreso de los derechos humanos de China y la causa internacional de los derechos humanos. Continuaremos siendo un constructor de la paz mundial, un contribuyente del desarrollo global, un defensor del orden internacional, así como un proveedor de bienes públicos. Trabajaremos con los pueblos de todos los países para construir un mundo mejor.
—¿Cuáles son los grandes desafíos que tiene China por delante en estos momentos?
Este año coincide con el centenario del Partido Comunista de China. El Presidente Xi Jinping declaró solemnemente que China había alcanzado su primer objetivo centenario de construir en todos los aspectos una sociedad modestamente acomodada según lo programado, iniciando así una nueva marcha hacia la construcción integral de un país socialista moderno.
Con un desarrollo rápido a lo largo de varias décadas, la contradicción principal de la sociedad china ha tenido registrado un cambio histórico: de la entre las crecientes necesidades materiales y culturales del pueblo y la atrasada producción social a la entre las necesidades crecientes del pueblo por una vida mejor y el desarrollo desequilibrado e insuficiente. En otro orden de palabras, la calidad y la eficiencia del desarrollo aún no son altas, la capacidad de innovación no es lo suficientemente fuerte, el nivel de la economía real queda por aumentarse y la protección ecológica y ambiental tiene mucho por mejorarse. En el campo de la vida del pueblo también existen muchas deficiencias: sigue siendo considerable la brecha de desarrollo y la distribución de ingresos entre las áreas urbanas y rurales y entre las diferentes regiones, los ciudadanos encaran muchos problemas en materia del empleo, la educación, la atención médica, la vivienda y las pensiones. Además, es necesario fortalecer el sistema de gobernanza nacional y las capacidades de gobierno, así como la seguridad nacional se enfrenta a nuevas condiciones.
El desarrollo representa la base y también la clave para resolver todos los problemas de China. En la actualidad, el Comité Central del PCCh con Xi Jinping como núcleo trabaja con ahínco para coordinar la prevención y el control del COVID-19 e impulsar el desarrollo socioeconómico, dirigiendo al pueblo de todos los grupos étnicos a lo largo y ancho del país para lidiar con eficacia en medio de un entorno internacional complejo y severo. En la nueva etapa, implementando los nuevos conceptos de desarrollo y construyendo un nuevo patrón de desarrollo, vamos a continuar profundizando la reforma y la apertura, aumentar la fuerza motriz para el desarrollo, y ampliar la apertura de alto nivel al exterior en busca de una cooperación de beneficio mutuo y ganar-ganar. La economía china se ha recuperado y desarrollado continuamente, demostrando una fuerte resiliencia y un gran potencial. El nivel de vida del pueblo ha seguido mejorándose y muchos trabajos nuestros han logrado nuevos avances con renovadas perspectivas. Tenemos férrea determinación, firme voluntad y gran capacidad para impulsar el proceso de la reunificación pacífica del país, frustrando cualquier intento por la «independencia de Taiwán», en defensa de la soberanía nacional y la integridad territorial.
—¿Cómo está la relación con Argentina?
—A pesar de que China y Argentina están separadas por una larga distancia geográfica, los dos pueblos son por igual amantes de la paz, conociéndose y acompañándose en los bienes y los males. Pasando la prueba de las vicisitudes internacionales, la relación entre los dos países se ha convertido en un ejemplo de unidad, cooperación y desarrollo común entre los países emergentes y los en desarrollo. China y Argentina siempre se apoyan mutuamente en cuestiones como el respeto de la soberanía y la salvaguardia de la integridad territorial. China concede gran importancia a su relación con Argentina y apoya el desarrollo económico y la mejora de las condiciones de vida del pueblo en Argentina, con plena confianza en el futuro de la cooperación China-Argentina.
El año que viene se cumplen 50 años del inicio de las relaciones diplomáticas
En la actualidad, el desarrollo de la relación China-Argentina presenta las siguientes características: Primero, los contactos entre ambos Jefes de Estado dirigen el rumbo a seguir. En los últimos dos años, la frecuencia de intercambios epistolares y telefónico entre el Presidente Xi Jinping y el Presidente Alberto Fernández ha alcanzado un récord histórico, en los cuales los dos mandatarios intercambiaron opiniones en profundidad sobre una serie de temas de gran relevancia para alcanzar importantes consensos, señalando la dirección para el desarrollo estable y de largo plazo de la relación entre nuestros países en la nueva era. Segundo, la cooperación en materia de la innovación ha contribuido al fomento de un desarrollo de alta calidad. Aprovechando las oportunidades de la nueva ronda de revolución científica y tecnológica, China y Argentina han explorado nuevas áreas de cooperación como tecnología espacial, economía digital, agricultura verde, energías limpias, biotecnología, ciudad inteligente, tecnología 5G, Antártida y océanos, llevando la relación comercial a un nivel más elevado. Tercero, la lucha conjunta contra el COVID-19 ha ayudado a estrechar los lazos de amistad. Frente a la pandemia sin precedentes, los gobiernos y los pueblos de China y Argentina se han solidarizado y apoyado mutuamente, escribiendo un nuevo capítulo de la amistad que explica la quintaesencia de la frase “los hermanos sean unidos porque esa es la ley primera”. Cuarto, los intercambios culturales han propiciado el incremento del conocimiento mutuo. Durante la pandemia, las dos partes llevaron a cabo diversas actividades virtuales, se concretó hermanamiento entre dos pares de ciudades, se inauguró el tercer Instituto Confucio en Argentina, se celebró el éxito las exposiciones de trajes de las minorías étnicas chinas y de las vacunas chinas respectivamente, se establecieron vínculos institucionales entre varias instituciones artísticas, y la cooperación entre los medios de comunicación está en vigoroso desarrollo. Quinto, la colaboración estratégica va acorde con la salvaguardia de los intereses compartidos. Siendo por igual grandes países en desarrollo y economías emergentes, tanto China como Argentina se adhieren al multilateralismo y mantienen estrechas comunicaciones y colaboraciones en el marco de la ONU y el G20, promoviendo la solidaridad y la cooperación internacionales, así como la democratización de las relaciones internacionales.
China está dispuesta a trabajar junto con Argentina, aprovechando la oportunidad de celebrar el 50 aniversario del sus relaciones diplomáticas el próximo año, para promover la recuperación post-pandemia y el desarrollo sostenible y de alta calidad, así como elaborar e implementar planes de intercambio y cooperación en todos los niveles y terrenos, a fin de promover un desarrollo más profundo y sustantivo en el marco de la Asociación Estratégica Integral entre los dos países, en contribución a la paz y el desarrollo del mundo.