INTERNACIONAL
desafío de hezbollah

Crece el intercambio de artillería en la frontera norte con el Líbano

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Evacuación. De civiles en la ciudad israelí de Kiryat Shmona, cerca de la frontera con Líbano. | afp

Desde hace días, en el norte de Israel se ven soldados por todas partes, ya sea en las terrazas de los bares, en la farmacia comprando apósitos o en las estaciones de bus, preparándose a un eventual segundo frente contra el Hezbolá libanés.

Desde que Hamas llevó a cabo su ataque terrorista en suelo israelí el 7 de octubre, los tiroteos entre el ejército israelí y los combatientes de Hezbollah, el grupo pro-Irán aliado de Hamas, han ido en aumento en el norte de Israel, cerca de la frontera con Líbano.

Este viernes, las autoridades tomaron la inusual medida de evacuar Kiryat Shmona, una ciudad de unos 25 mil habitantes que linda con la frontera libanesa. Muchos de sus habitantes ya se marcharon.

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“Esperamos a que nos digan adónde nos tenemos que ir”, cuenta una vecina, Lianne Abutbul, de 16 años. La víspera, mientras comía en el restaurante familiar, la joven había dicho que tenía esperanza en que todo fuera bien pese a los cohetes lanzados por Hezbolá. Además de los intercambios de disparos entre el ejército israelí y Hezbollah, Hamas también ha reivindicado disparos desde Líbano.

“Aquí, la última casa está a 150 metros de la zona de la frontera, por lo que tenemos un plan de evacuación y, quien se puso nervioso se fue”, explica Yossef Luchy, jefe del consejo local del municipio de Shlomi. Este excomandante en jefe del distrito norte afirma que 7 mil de los 9  mil vecinos del municipio fueron evacuados en los últimos diez días.

El lunes, el Ministerio de Defensa pidió la evacuación de 28 pueblos y kibutz situados a menos de dos kilómetros de la línea azul, que separa a Israel de Líbano.

Pero incluso los vecinos de pueblos más alejados decidieron irse. Según cálculos del Israel Democracy Institute, al menos 300 mil personas habrían sido evacuadas en Israel desde que empezó la guerra. El gabinete se basa en datos de la Oficina Central de Estadísticas de Israel.

“Aquí la mayoría de los que se han quedado son veteranos del ejército, y nos estamos preparando constantemente, con un ojo puesto en los refugios, nos entrenamos”, explica Luchy.

“Dispuesto a pelear”.  Buena parte de los 360 mil reservistas convocados por Israel fueron desplegados en la frontera, de unos 120 kilómetros de largo. Dos murieron el martes en un ataque contra posiciones militares israelíes cerca de Líbano, según el ejército.

En el sur de Líbano, al menos 22 personas murieron violentamente desde el 7 de octubre, la mayoría combatientes, pero también al menos 4 civiles, incluido un periodista de la agencia Reuters, Issam Abdallah.

En una estación de autobuses del norte, uno de los reservistas, que pidió el anonimato, se declara “dispuesto a pelear” porque “los judíos no tienen ningún otro país”. Los pocos habitantes de Kiryat Shmona que siguen allí afirman tener sentimientos encontrados. La mayor parte dice tener miedo cuando oyen las alarmas por tiros de cohetes. Lianne Abutbul comenta que el sistema antimisiles israelí, denominado “Cúpula de hierro”, interceptó cohetes el miércoles y que “a dos calles de casa, en el patio de una escuela” cayeron escombros.

“Eso hubiera podido matar a niños, da miedo de verdad”, agrega, antes de precisar que Israel tiene un ejército “poderoso”. Tiene a dos hermanos movilizados por el ejército en el terreno.

Imitar a los cohetes. Los pueblos de la región todavía tienen muy presentes las guerras con Líbano, de 2006 y 1982, y el paisaje está salpicado de monumentos que las recuerdan. Yaacov Kozikaro, de 72 años, vive cerca de la frontera desde 1961. Según él, sabe imitar perfectamente el ruido de los cohetes de tipo Katiusha que lanza Hezbolá.  Kozikaro afirma que intenta “tomarse las cosas de forma serena”, pese a los “malos vecinos” que tiene Israel. “No es ni la primera ni la última guerra”, señala, riendo. Por lo que dice, no piensa irse a ningún lado.

El jueves por la noche, uno de los cohetes tirados desde Líbano alcanzó una casa e hirió levemente a dos hombres y a una niña de 5 años, según el ejército.