Dicen que son una farsa y que solo buscan aumentar el poder del chavismo: las elecciones presidenciales de Venezuela, que se celebran este domingo, son una de las grandes citas políticas del año en América Latina.
Éstas son algunas claves para entender los comicios en un país castigado por una profunda división política, una inflación galopante y graves carencias de alimentos y otros productos. Para muchos observadores, esto amenaza con generar la peor crisis humanitaria de la región en décadas.
1. EN CRISIS
Venezuela sufre la inflación más alta del mundo. El FMI estimó en abril que la hiperinflación alcanzará un 13.000 por ciento este año, una de las cifras más altas de la historia moderna, y que el PIB se contraerá en un 15 por ciento este año. Debido a la falta de divisas y el desplome de los ingresos del petróleo, el país con las mayores reservas de crudo del mundo casi no puede importar alimentos ni otros bienes básicos. Cientos de miles de venezolanos dejaron el país en los últimos meses en un éxodo rumbo a países vecinos. Caracas sufre también una grave ola de criminalidad.
2. ELECCIONES NO RECONOCIDAS
Varios países anunciaron ya que no reconocerán las elecciones en la que el presidente Nicolás Maduro busca su segundo mandato de seis años este domingo. A los 14 países del llamado Grupo de Lima (Argentina, Brasil, México, Colombia, Chile, Perú, Paraguay, Panamá, Honduras, Costa Rica, Guatemala, Canadá, Guyana y Santa Lucía) se han sumado Estados Unidos y la Unión Europea. Entre otras cosas, critican que los comicios fueron convocados por la Asamblea Nacional Constituyente (ANC), un órgano extraordinario elegido en 2017 en una elección también cuestionada a nivel internacional, y que debe elaborar una nueva Constitución.
3. SOSPECHAS DE FRAUDE
Celebrado antes por su eficiencia, el sistema electoral venezolano es ahora blanco de críticas por supuestas irregularidades. La antigua empresa a cargo del software electoral en la elección de la ANC en julio de 2017, Smartmartic, denunció entonces una manipulación de "al menos un millón de votos" y dejó luego de participar en procesos venezolanos.
La denuncia cambió la percepción internacional. Pese a todas las críticas por tendencias autoritarias a los Gobiernos del fallecido Hugo Chávez, el ex presidente estadounidense y reconocido observador internacional Jimmy Carter aún había calificado en 2012 el proceso electoral venezolano como "el mejor del mundo" por sus mecanismos electrónicos de transparencia.
4. OPOSICIÓN DIVIDIDA
Gran parte de la oposición llama a boicotear lo que consideran un fraude anunciado. No participan, entre otros, los partidos Primero Justicia, del ex candidato Henrique Capriles, el tradicional Acción Democrática, Voluntad Popular y Un Nuevo Tiempo.
La oposición está sin embargo dividida porque el ex gobernador de Lara Henri Falcón, ex asesor de Capriles y antiguo militante chavista, sí es candidato y acabó con la estrategia común de la antigua alianza Mesa de la Unidad Democrática (MUD). "La solución a la crisis está en el voto", dice Falcón, que apuesta por que el enorme descontento con Maduro se traduzca en un masivo voto de castigo que impida un fraude.
5. MAQUINARIA OFICIAL
Una de las cosas más sorprendentes para los observadores es la alta popularidad de Nicolás Maduro, pese a la grave crisis. En Venezuela es difícil encontrar datos uniformes y fiables, pero en las encuestas, según distintas cifras, la popularidad de Maduro oscila entre el 17 y el 30 por ciento. El analista del International Crisis Group en Venezuela Phil Gunson cree que esa aceptación se debe en buena parte a los programas de ayudas sociales y dinero para los más necesitados.
Los bonos en dinero se reparten en base al llamado "Carnet de la patria", un documento de registro electrónico que tienen 17 millones de los 30 millones de venezolanos y que muchos consideran que sirve como instrumento de control, por ejemplo para ver quiénes han ido a votar. "Es un documento inventado por el Gobierno para fines políticos", cree Gunson.
6. DEVOCIÓN POR CHÁVEZ
Otro factor decisivo es el fervor por Hugo Chávez. Muchos venezolanos desencantados con Maduro siguen apoyando al chavismo por el recuerdo del que fuera presidente entre 1999 y 2013, un líder casi mesiánico que cambió la forma de hacer política en Venezuela. "Si él puso ahí a Maduro es porque él sabía", dice Aquiles Navarro, un militante chavista de 57 años que votará por el actual presidente.
7. CAMBIO DE MANDO EN OCHO MESES
Una de las anomalías que refleja la crisis política es el hecho de que el presidente que salga electo el domingo no asumirá el cargo en teoría hasta enero de 2019. La Asamblea Nacional Constituyente pudo adelantar las elecciones, que debían ser a fin de año, gracias a las facultades legislativas que le otorga la Carta Magna, pero en principio rige el mandato constitucional de que el cambio de mando será en enero. Salvo que la ANC cambie eso en los próximos meses.
8. DOS PARLAMENTOS
Otra de las anomalías es la existencia de dos Parlamentos enfrentados. La oposición controla la Asamblea Nacional tras su triunfo en las elecciones de diciembre de 2015, pero en la práctica la Cámara ha sido anulada desde el año pasado por la ANC.
9. CANDIDATO EVANGÉLICO
En medio de la apatía de muchos votantes que no creen en una elección limpia irrumpió en las últimas semanas un candidato antes desconocido: el pastor evangélico Javier Bertucci, el tercero de cuatro candidatos inscritos. Bertucci se apoya en el auge de las iglesias pentecostales en toda América Latina y parece manejar una campaña con buenos fondos. En sus discursos de campaña, Bertucci reparte sopa para ganarse las simpatías de muchos venezolanos satisfaciendo sus carencias más básicas. Se estima que su creciente popularidad podría mermar los apoyos para Falcón. Bertucci descartó hace poco renunciar a su candidatura a favor de éste.
