El papa Francisco confirmó hoy, durante su encuentro con la presidenta brasileña Dilma Rousseff, que viajará este año a Rio de Janeiro para participar en la Jornada Mundial de la Juventud.
Rousseff dijo, tras su reunión con el Pontífice, que Jorge Mario Bergoglio le afirmó que visitará Rio de Janeiro para la Jornada Mundial de la Juventud, a realizarse en julio y que también pretende visitar el santuario nacional de Aparecida, patrona nacional, ubicado en el interior del estado de Sao Paulo.
La presidenta de Brasil declaró además en tono jocoso que si bien el Papa es argentino Dios sigue siendo brasileño. "Considero que ustedes tienen mucha suerte, ustedes tienen un gran Papa, Argentina merece felicitaciones, pero nosotros siempre decimos que si el Papa es argentino, Dios es brasileño", bromeó la mandataria ante la consulta que le formuló un reportero argentino.
Francisco conversó con Rousseff durante media hora en la biblioteca privada del palacio apostólico, informó la oficina de prensa del Vaticano. Es que la importancia estratégica de Brasil es clave en el desempeño de la Iglesia: es el país con más católicos del mundo, 123 millones de personas profesan la fe.
"Creo que será el mayor evento al que Papa asistirá, se espera una multitud de católicos. Lo recibiremos de la mejor manera, como siempre", declaró la mandataria de Brasil en un breve encuentro porevio con la prensa. "Este es un Papa que habla a los más frágiles, a los jóvenes, a los ancianos y a quienes necesitan ayuda", añadió.
Durante la reunión de media hora realizada hoy en el Vaticano Francisco y Rousseff también trataron otros temas, como el problema de las drogas, comentó la Jefa de Estado a periodistas brasileños enviados a Roma, consignó radio CBN de la cadena Globo.
Se trata del segundo encuentro con un mandatario latinoamericano, ya que Francisco, exprimado de Argentina, recibió el lunes pasado en audiencia privada a la presidenta Cristina Kirchner en el Vaticano, en un encuentro que sirvió para limar asperezas en sus relaciones.
