Donald Trump volvió a mostrar su inclinación por los gestos de poder al encabezar este sábado un fastuoso desfile militar en Washington, en coincidencia con el 250° aniversario del Ejército de los Estados Unidos y su cumpleaños. El evento, realizado frente al icónico Lincoln Memorial, estuvo acompañado de protestas en todo el país por su política migratoria y por lo que sectores de la oposición califican como una deriva autoritaria de su segundo mandato.
Acompañado por su esposa Melania, Trump fue recibido con cánticos patrióticos y una salva de 21 cañonazos. Un total de 7.000 militares desfilaron con uniformes de época, 150 vehículos blindados recorrieron la explanada y cerca de 50 aeronaves sobrevolaron el cielo capitalino. El cierre incluyó un salto de paracaidistas con una bandera estadounidense que fue entregada simbólicamente al presidente.
El despliegue —estimado en 45 millones de dólares— fue impulsado personalmente por el mandatario, quien desde su primera presidencia había manifestado su deseo de emular celebraciones militares similares a las de Francia o Rusia. Según informó la Casa Blanca, Vladimir Putin llamó por teléfono para felicitar a Trump por su cumpleaños.
Movilizaciones en todo el país
El mismo día, en ciudades como Nueva York, Los Ángeles, Houston y Chicago, miles de personas se manifestaron contra las políticas del gobierno. Convocadas bajo el lema “Sin Reyes”, las marchas expresaron el rechazo a lo que denominan la "militarización de la democracia" y el avance del autoritarismo presidencial.
En Manhattan, Polly Shulman, empleada de un museo, declaró estar "indignada por cómo esta administración destruye los ideales de la Constitución estadounidense". Uno de los principales focos de protesta fue la política migratoria de Trump, especialmente en Los Ángeles, donde continúan las redadas pese a la oposición del gobernador de California, Gavin Newsom.
En Houston, un docente llamado Matthew llamó a ambos partidos a “sacar del poder a este tipo que se comporta como un temerario”. Frente a edificios federales, los manifestantes abuchearon a efectivos de la Guardia Nacional: "¡No son bienvenidos aquí!", se oyó repetidamente.
Ataques armados en Minnesota
La jornada estuvo marcada además por un hecho trágico en el estado de Minnesota: la congresista demócrata Melissa Hortman fue asesinada a tiros junto a su esposo, mientras que el senador John Hoffman y su esposa resultaron heridos en un ataque separado. Las autoridades calificaron los hechos como “violencia política selectiva”.
El presidente Trump lamentó los ataques y la fiscal general Pam Bondi los calificó de “violencia horrible”. El agresor, identificado como Vance Luther Boulder, de 57 años, se encuentra prófugo. Según la policía, vestía un sombrero de vaquero claro y continúa siendo intensamente buscado por las fuerzas federales.
El gobernador Tim Walz condenó el hecho con dureza: "No resolvemos nuestras diferencias con violencia ni a punta de pistola", expresó en conferencia de prensa. La preocupación por una escalada de violencia política se suma al clima de polarización que atraviesa Estados Unidos desde el retorno de Trump al poder en enero.