Los científicos estadounidenses Mary E. Brunkow y Fred Ramsdell, junto al japonés Shimon Sakaguchi ganaron el Premio Nobel de Medicina por sus investigaciones sobre cómo el cuerpo controla el sistema inmunitario, según lo anunció este lunes el jurado de los reconocidos galardones.
Los tres científicos fueron distinguidos por sus "descubrimientos sobre la tolerancia inmunitaria periférica". "Sus hallazgos han sentado las bases para un nuevo campo de investigación y han impulsado el desarrollo de nuevos tratamientos, por ejemplo para el cáncer y las enfermedades autoinmunes", explicó el jurado.
El anuncio llegó desde Estocolmo, Suecia, donde el Comité Nobel entrega, desde 1901, este reconocimiento a "aquellos que, durante el año anterior, hayan conferido el mayor beneficio a la humanidad".
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La tolerancia inmune periférica es el mecanismo que evita que el sistema inmune dañe al organismo, y es de vital importancia para entender las enfermedades autoinmunes.
El jurado destacó que los premiados identificaron cómo funcionan los linfocitos T, los guardianes del sistema inmune, y abrieron una nueva línea de investigación, lo que permitió desarrollar nuevos tratamientos.
De esta manera, los expertos establecieron el papel esencial de las mencionadas células en la tolerancia inmunitaria periférica, el mecanismo que impide reacciones autoinmunitarias fuera del timo, glándula ubicada en el tórax.
“Sus descubrimientos han sido fundamentales para nuestra comprensión del funcionamiento del sistema inmune y por qué no todos los humanos desarrollamos enfermedades autoinmunes”, indicó Olle Kämpe, presidente del jurado.

Sakaguchi realizó por primeros pasos del hallazgo en 1995, cuando el profesor de la Universidad de Osaka demostró que existía una clase específica de linfocitos T que podían suprimir respuestas inmunitarias perjudiciales, cuando muchos científicos sostenían que la tolerancia inmunitaria solo dependía del proceso de eliminación de células autoinmunes en el timo.
Luego de que el japonés demostrara la existencia de una regulación adicional, Brunkow, investigadora especialista en biología molecular y genética, y el inmunólogo Ramsdell, continuaron con los avances en 2001.
Los estadounidenses identificaron el gen FOXP3 como responsable del desarrollo y funcionamiento de las células T reguladoras y comprobaron que la mutación de FOXP3 en ratones generaba susceptibilidad extrema a enfermedades autoinmunes, mientras que la alteración equivalente en humanos lleva al síndrome IPEX, una enfermedad autoinmune grave.
Poco después, en 2003, el japonés conectó ambos descubrimientos y demostró que el gen FOXP3 orquesta el desarrollo de células Ti inmunorreguladoras, operando así como monitores constantes de otras células inmunitarias, previniendo que el sistema de defensa tolere los tejidos propios e intentando evitar el surgimiento de autoinmunidad grave.
La investigación de los tres científicos premiados promovió un nuevo campo en la inmunología, permitiendo el desarrollo de terapias basadas en la tolerancia periférica y abriendo la posibilidad a tratamientos para cáncer, enfermedades autoinmunes y a la mejora en procedimientos de trasplante de órganos, muchos de estos procedimientos se encuentran en fase de ensayo clínico.
AS.