El músico estadounidense Bob Dylan (84), ganador del Premio Nobel de Literatura en 2016, sorprendió al revelar cuál es su libro favorito. No se trata de una novela o de una obra poética, sino de un clásico del siglo XIX que todavía hoy es de lectura obligada en academias militares y facultades de ciencias políticas. Se trata de "De la guerra”, del general prusiano Carl von Clausewitz, un texto monumental publicado en 1832.
“Leer a Clausewitz te hace tomar tus pensamientos un poco menos en serio”, escribió Dylan en su autobiografía Crónicas: volumen uno (2004). Con esa frase, el cantautor resumió el impacto que el libro tuvo en su vida artística e intelectual. Según explicó, hubo pasajes de su juventud en los que necesitaba alivio frente al peso de las palabras y lo encontró en este ensayo que transformó para siempre la forma de pensar los conflictos bélicos.
La fascinación de Dylan por el texto apareció cuando tenía poco más de veinte años, en los años en que comenzaba a tocar en bares de Greenwich Village, entre humo de cigarrillos y cerveza agria. Allí, mientras componía las canciones que luego serían himnos del movimiento por los derechos civiles y contra la guerra de Vietnam, leía a un militar prusiano que escribía como filósofo. “Sentía una fascinación mórbida por estas cosas”, reconoció.
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El libro, publicado de manera póstuma por la viuda de Clausewitz, es mucho más que un manual de estrategia. Su premisa más conocida, “la guerra es la continuación de la política por otros medios”, convirtió la obra en un punto de referencia no solo para militares, sino también para pensadores, analistas políticos y líderes de todo el mundo.
Bob Dylan y Clausewitz: un encuentro inesperado
Lo que llamó la atención de Dylan fue la manera en que Clausewitz describió la guerra sin épica ni adornos, como un fenómeno humano atravesado por el azar, la confusión y la política. El músico recordó en sus memorias que aquel libro lo ayudaba a relativizar su propio ego creativo.
El general prusiano dedicó doce años a escribir su tratado y murió en 1831, víctima del cólera, sin poder revisarlo ni completarlo. Fue su esposa, Marie von Clausewitz, quien publicó el texto en 1832 bajo el título Vom Kriege (De la guerra). A pesar de su carácter inconcluso, el libro se convirtió en uno de los más influyentes de la historia del pensamiento político-militar.

Hoy en día, sigue siendo de lectura obligatoria en academias militares y en universidades de ciencia política. Allí se estudian conceptos como “la niebla de guerra” (la incertidumbre que atraviesa toda batalla) o la distinción entre guerras “limitadas” e “ilimitadas”, categorías que Clausewitz desarrolló como parte de su análisis dialéctico del conflicto.
Para Dylan, aquel mamotreto de casi 800 páginas funcionó como un espejo. Si pasás la vida escribiendo canciones contra la guerra, tarde o temprano terminás leyendo al que convirtió la guerra en objeto de pensamiento filosófico. El músico lo cita como recordatorio de que las ideas, por brillantes que parezcan en la madrugada, pueden volverse humo frente a la brutalidad de la historia.
El autor de himnos como Blowin’ in the Wind y The Times They Are A-Changin’ encontró en Clausewitz un punto de contraste entre poesía y violencia, entre la canción popular y la teoría política. En ese cruce se forjó parte de la identidad artística que la Academia Sueca valoró cuando en 2016 le otorgó el Premio Nobel de Literatura por “haber creado nuevas expresiones poéticas dentro de la gran tradición de la canción estadounidense”.
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El legado de De la guerra y su vigencia
El libro de Clausewitz es considerado una de las obras más importantes sobre estrategia y teoría militar. Consta de tres partes y ocho libros en total, que analizan desde la naturaleza de la guerra hasta la estrategia, el combate, la defensa, el ataque y el plan general de un conflicto.
El propio Clausewitz advirtió antes de morir que el texto debía ser leído con cautela, porque muchas de sus ideas quedaron “amorfas” y sin revisión final. Aun así, su planteo central se volvió célebre: la guerra como un fenómeno social y político que no puede entenderse sin su relación con el poder.
En palabras de los especialistas, Clausewitz introdujo un enfoque dialéctico: cada concepto debía analizarse en pares opuestos —moral y físico, medios y fines, defensa y ataque—, lo que permitía entender la guerra no como un hecho aislado, sino como parte de un entramado humano y político.
La influencia de De la guerra trascendió lo militar. Filósofos, politólogos e incluso escritores literarios lo incorporaron a su pensamiento. Dylan, que siempre navegó entre la canción popular y la poesía, supo ver en ese libro una advertencia sobre el valor relativo de las ideas y la necesidad de enfrentarlas con la realidad.
RV/ff