INTERNACIONAL
impacto en el presidente

El accidente de Santiago golpeó aún más a Rajoy

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El presidente Mariano Rajoy no gana para disgustos. A la dura crisis económica y los escándalos de corrupción que acorralan a su gobierno, se le sumó esta semana la tragedia de un tren de alta velocidad en Santiago de Compostela, que dejó 78 muertos y centenares de heridos. Con un futuro incierto, Rajoy se debatió en las últimas horas entre sacar al país de la crisis económica, responder las acusaciones en su contra en el frente político-judicial y, además, visitó a las víctimas del terrible accidente que desgarró a toda la nación. El descarrilamiento del tren Talgo 250 Dual puso en el eje de la tormenta a la industria ferroviaria, uno de los símbolos de la Marca España que el jefe de gobierno intenta instalar en el mundo.

Tal es así que ayer se conoció que el país ibérico se quedaría fuera de la licitación para construir un tren bala en Brasil, que conectará Río de Janeiro y San Pablo. Al tratarse de un tren Talgo operado por Renfe, la empresa ferroviaria pública española, las firmas de ese país que eran candidatas a la adjudicación del proyecto de más de 12 mil millones de euros quedarían fuera de competencia, ya que las autoridades brasileñas exigen que los participantes no hayan tenido ningún accidente fatal en los últimos cinco años.

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Durante su boom económico previo a la crisis, España expandió su red ferroviaria de alta velocidad. Tras una primera línea inaugurada en 1992 entre Madrid y Sevilla, abrió otras que cubrieron el trayecto Madrid-Barcelona, Madrid-Valencia y, en diciembre de 2011, la línea de Galicia, donde tuvo lugar el accidente. Actualmente, España es el país número dos del mundo en este sector –sólo superado por China–, con 3.100 kilómetros de líneas de alta velocidad.

“En tiempos de crisis, el sector ferroviario está compensando con su acción exterior, con las exportaciones, ya que España tiene esa experiencia que puede ser trasladable a otros países”, consideró Pedro Fortea, director general de la asociación ferroviaria Mafex.

Sin embargo, el mortal accidente de Santiago complicará las chances de las empresas españolas de llevar su tecnología ferroviaria a otros puntos del globo. Esa dificultad impactará de lleno en el gobierno de Rajoy, ávido de reducir el déficit fiscal, generar nuevos puestos de empleo y reactivar la economía.

Con el país en luto por la tragedia de Santiago, otro frente de tormenta amenazó ayer al líder del Partido Popular (PP) al conocerse la declaración del ex tesorero del partido, Luis Bárcenas, ante el juez Pablo Ruz. “He tenido una conversación absolutamente fluida con Rajoy hasta marzo de 2013. Fluida y directa. E indirecta hasta mayo”, manifestó al responder preguntas sobre la doble contabilidad del partido, el pago de sobresueldos y la vinculación del primer mandatario en el escándalo que tiene en vilo a su gobierno.

Según una encuesta difundida este lunes –antes del accidente– por el diario El Mundo, el 55,4% cree que Rajoy debería dimitir debido a su gestión de la crisis y los escándalos de corrupción, frente al 37% que defiende al mandatario. Además, la intención electoral del PP cayó a 30,7%, catorce puntos menos que en noviembre de 2011, cuando el mandatario se impuso en las elecciones presidenciales. Resta aún saber cómo impactará en su imagen la tragedia de Santiago de Compostela.