Los ataques terroristas que se produjeron en el aeropuerto de Bruselas y en una estación de metro de la capital belga dejaron al menos 26 muertos y 55 heridos, diez de ellos críticos. Algunos medios locales adjudicaron los ataques a la agrupación Estado Islámico (EI) aunque aún no fue confirmado por fuentes oficiales.
La doble explosión en el aeropuerto de Bruselas se produjo esta madrugada. Poco después se registró una tercera en la estación de metro de Maalbeck, el barrio bruselense donde se encuentran las instituciones europeas.
Tras las explosiones, las autoridades belgas cerraron el subte, el aeropuerto, el tranvía, los autobuses y las principales estaciones ferroviarias de la capital. Asimismo, la policía y el ejército reforzaron la seguridad en las centrales nucleares de Bélgica.
El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, condenó los atentados: "Estoy consternado por las bombas de esta mañana en Zaventem [aeropuerto de Bruselas] y en el distrito europeo en Bruselas que costaron la vida a varias personas inocentes e hirieron a muchas más", indicó en un comunicado.