A 23 años del asesinato de Alois Estermann (43), comandante de la Guardia Suiza en el Vaticano, y su esposa Gladys Meza Romero (49) a manos de otro guardia, el cardenal Pietro Parolin solicitó al tribunal acceso a documentos confidenciales del caso.
Dicha solicitud estuvo fundada también por un pedido emitido por la madre del presunto asesino, Muguette Baudat, quien intenta comparar los resultados de su propia investigación con el expediente de la Santa Sede.
Los documentos procedieron a ser archivados en 1999, un año después de Cedric Tornay (23) llevara a cabo el cruento acto. Parolin, según pudo conocer AP, citó el “comprensible deseo que anima a los familiares a conocer los detalles".
En aquel punto en el tiempo, el Vaticano admitió que Tornay había terminado con la vida de la pareja utilizando su arma reglamentaria. Acto seguido, procedería a quitarse la vida. Hasta el día de hoy, los motivos del hecho no son del todo claros.
Se especula sobre un posible resentimiento por parte del joven sobre Estermann por una reprimenda que le había administrado. Se menciona también la negativa del hombre de 43 años a condecorarlo por sus esfuerzos.
A nueves meses de producirse el fatídico altercado, la Santa Sede difundió un informe de 10 páginas de su investigación interna. En el mismo, Concluyó que Tornay era el único responsable del asesinato-suicidio.
Sin embargo, agregaron que el consumo de marihuana que éste hacía y un quiste cerebral que poseía podrían también haber afectado su razonamiento. En 2019, la madre de Tornay solicitó que se reabriera la investigación ya que no creía lo expuesto.
JFG