El pesebre que desde hoy puede visitarse en la plaza de San Pedro, en la Ciudad del Vaticano, es de corte postmoderno, está compuesto por figuras de cerámica de varios colores y de grandes dimensiones e incluye la imagen de astronauta.
La inauguración del pesebre, realizado en 1965 por el Instituto de Arte F.A.Grue de Castelli, en la región italiana de los Abruzos, se realizó esta tarde y estuvo a cargo del presidente de la Gobernación del Estado de la Ciudad del Vaticano, el cardenal Giuseppe Bertello, y el secretario de ese organismo, el obispo Fernando Vérgez, sin la presencia del papa Francisco.
La obra, en la que figuras tradicionales de la tradición católica se mezclan con otras agregadas, como la del astronauta, fue realizada por alumnos y profesores del mismo Instituto de Arte "F.A. Grue".
Todos los años el Papa visita el pesebre de la plaza de San Pedro el 31 de diciembre después de celebrar las vísperas y el Te Deum en acción de gracias por el año que termina.
Las figuras principales del pesebre de Belén, es decir las imágenes de María, José, el Ángel, los Reyes Magos y los animales del pesebre, el buey y la mula, están representadas al estilo clásico y son identificables.
En total, el pesebre original contaba con 54 estatuas grandes entre las que figuraban un musulmán, un judío y hasta un verdugo, si bien no fueron todas expuestas.
Este pesebre ya fue expuesto en Roma en 1970, y luego fue trasladado para su exposición a otras ciudades como Jerusalén, Belén y Tel Aviv.
Hasta el 10 de enero, las estatuas se podrán visitar en la Plaza San Pedro a lo largo de una plataforma luminosa de unos 125 metros cuadrados que rodea, en ligera pendiente, parte del obelisco característico del lugar.
Junto al pesebre, el árbol de Navidad elegido este año por el Vaticano es un abeto rojo llegado desde Kocevje, un pueblo en la cuenca del río Rinza esloveno, planteó Bertello.
El bosque virgen del que se extrajo el árbol es una de las dos reservas forestales eslovenas, la otra es Sneznik-'drocle (en la región de Notranjska), uno de los 63 sitios de antiguos hayedos primordiales que figuran en la Lista del Patrimonio Mundial de la organización de Naciones Uidas para la Educación y la Cultura, la Unesco.
Esta mañana, el papa Francisco recibió en una audiencia privada a las delegaciones encargadas del pesebre y del árbol y les señaló que "nunca como este año" los dos íconos de la Navidad serán "un signo de esperanza para los romanos y para los peregrinos que tendrán la oportunidad de venir a admirarlos".