La Justicia de Ecuador condenó este lunes al ex vicepresidente Jorge Glas, integrante del Gobierno de Rafael Correa, por cuarta vez, en una causa por la obra pública denominada “Reconstrucción de Manabí”. El correísmo denuncia persecución política.
Glas, quien defiende su inocencia, se encuentra preso desde el 2017 por otros tres fallos en su contra por supuesta corrupción. Si bien esta nueva sentencia puede ser impugnada, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) advirtió que la prisión deterioró su salud mental y física.
La nueva condena le ordena el cumplimiento de 13 años de prisión por el delito de peculado en las obras públicas realizadas durante su gestión por el terremoto que devastó la costa de Ecuador en 2016 para reconstruir la zona. Sin embargo, el ex presidente, Correa rechazó que Glas haya cometido el delito de peculado sino que afirmó que él tenía como función pública asignar el orden de prioridad de las obras que debían realizarse.

“¡Esto es escandaloso! ¿No queda reserva moral en la justicia ecuatoriana? Jorge Glas y Carlos Bernal condenados por peculado, por hacer obras de forma «arbitraria», cuando su función era precisamente priorizar las obras de reconstrucción y reactivación”, expresó Correa.
“Manabí, Esmeraldas: ¿permitirán tanto abuso? La sentencia ya estaba escrita, solo faltaba el juicio”, concluyó Correa, quien se encuentra asilado en Bélgica desde que dejó el poder en 2017 y condenado en ausencia en 2020.
Antes de ser vicepresidente, Glas estuvo como ministro a cargo de los sectores estratégicos del país y lideró un comité para la reconstrucción de zonas afectadas por el terremoto, para lo cual el gobierno recaudó unos 1.614 millones de dólares de aportes obligatorios de salarios de todos los empleados y dinero producto del alza temporal del Impuesto al Valor Agregado (IVA).
El exvicepresidente enfrenta condenas a seis años por asociación ilícita en el caso Odebrecht, a ocho años por cohecho al pedir sobornos a empresarios a cambio de contratos con el Estado y a ocho años por peculado en la adjudicación de un campo petrolero.
La salud del ex vicepresidente de Rafael Correa
En 2024, estando en prisión, Glas intentó suicidarse al ingerir una sobredosis de medicamentos. "Ya fallé la vez pasada", apuntó.
"Señores magistrados, me estoy jugando la vida, la fiscalía pretende enviarme 13 años a la cárcel por hacer mi trabajo", agregó el exvicepresidente, quien en la evaluación psiquiátrica manifestó: "Yo quiero morirme. Me han perseguido tanto (...) me quieren hacer más daño. Antes de ir a juicio, prefiero quitarme la vida".
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"Yo no me he robado un centavo porque yo no he asignado un dólar ni lo he administrado. Priorizar proyectos no es igual a contratarlos", expresó Glas durante el proceso, en el que se declaró inocente y que al instalarse hace tres semanas fue suspendido para que el exfuncionario sea sometido a un examen psiquiátrico.
El conflicto de Ecuador con México, que asilaba al ex vicepresidente de Rafael Correa
Ingeniero eléctrico, Glas está en medio de un impasse diplomático entre México y Ecuador, que derivó en la ruptura de relaciones.
El exvicepresidente, que en noviembre de 2022 obtuvo la libertad condicional cuando le faltaba pasar casi tres años en la cárcel, se refugió en la delegación mexicana en Quito en diciembre de 2023, un mes antes de que la justicia le dictara orden de prisión por el caso denominado "Reconstrucción de Manabí".
Sin embargo, el gobierno de Daniel Noboa ordenó entonces una incursión policial en la embajada mexicana para arrestarlo.
México, que brinda protección a varias figuras del correísmo que aducen ser perseguidos políticos, le terminó concediendo asilo en abril de 2024.
LM/EM